Owen Peck despertó y, desde su lado de la cama, observó a su bella esposa.
—Buenos días, Rebeca -dijo a secas.
Su mujer abrió los ojos, suavemente.
–Buenos días, dulce corazón. ¿Otro gran día?
—Eso espero, pero me toca descansar. . . Nuevamente.
—¿Vancouver aún no te da solución?
En realidad, Owen no obtendría la solución del Vancouver Experimental Center "VEC", de la que preguntaba su esposa cada mañana, porque, en realidad, lo habían despedido desde hacía 7 meses por violaciones al código ético.
Aún así, hoy se sentía más seguro sobre cómo responder a la cotidiana pregunta. Estaba convencido de que muy pronto finalizaría su investigación y que, con el hallazgo, no bastaría con reasignarlo a su antiguo puesto, sino que también tendrían que promoverlo a una jefatura de investigación. Así, no tendría porque dar explicaciones a Rebeca sobre su gran mentira. «Ella nunca lo notaría, no es tan lista», se decía cada día.
–Ayer tuve una videoconferencia con el Dr. Henderson. Me comentó que regresaré pronto. Quizá en estas semanas -mintió, como ya era costumbre.
-Me alegra escucharlo... —Rebeca bostezó—. Ellos más que nadie saben que no debieron descansarte.
Con su mujer de nuevo descansando placidamente, Owen se vistió y bajó al primer piso. Luego salió por la gran puerta de vidrio que daba al patio trasero y se encaminó hasta el almacén de su hogar. La puerta se encontraba reforzada con dos candados electrónicos de última generación. Primero realizó un análisis de la retina derecha; luego tecleó la larga combinación clave de seguridad.
Durante los 7 meses del "descanso por remodelación", los había pasado acondicionando y perfeccionando el almacén de jardinería con bastantes máquinas y artefactos metálicos; también mangueras y tuberías plásticas que corrían por las cuatro paredes y, por último, una gran colección de recipientes de vidrio, que iban desde el tamaño de un humano hasta el más pequeño, como el de un meñique. La gran mayoría estaban repletos de químicos. Todo en el improvisado laboratorio solo cumplía un propósito: clonarse a sí mismo.
Owen entró y encendió la luz. Al mismo tiempo, las máquinas iniciaron sus funciones; unas emitieron pitidos robóticos, y otras chasquearon, realizando sonidos similares al del motor de un auto. Luego, instantáneamente, varios líquidos hicieron ebullición desprendiendo gases que llenaron el ambiente con un olor irritante.
Owen caminó hasta tomar asiento en la mesa de trabajo. Fue después de sanitizar y preparar lo requerido, que tomó una pequeña grabadora de mano.
—28 de noviembre del 2027, a las 6:31 A.M. Prueba número 144 —dijo con voz monótona a la grabadora. Ese acento característico de hacer lo mismo durante mucho tiempo—. Experimento: el clon.
Cortó la grabación y dejó de lado la pequeña grabadora. Inhaló y exaló lentamente el aire helado a la vez que se doblaba la camisa de manga larga. Posteriormente, tomó bisturí desinfectado e hizo una incisión en su brazo derecho. Era la número 144 que realizaba y aún temía herirse. Luego, usando unas pinzas quirúrgicas, retiró temblorosamente una pequeña porción de carne ensangrentada.
Presionó el botón de la grabadora.
—Estoy por colocar la porción del sujeto "O.P." en el compartimiento de alimentación de la máquina de Fusión Delta. A diferencia de la prueba 143, está vez subiré los niveles de ácido dividico en un 3% del congregado de fusión. También agregaré fluido Svensson concentrado al 98% al ciclón de radiación. Lo hago para intensificar la potencia del "Amniótico artificial experimental" -hablaba con algo de esperanza-. Según un estudio Noruego de hace 15 años, gracias al fluido Svensson, se logró reproducir con éxito todo un sistema nervioso. Este sistema nervioso fue tratado de implantar en un cuerpo robótico complejo. . . Los 61 concentrados modificadores madre son los mismos de las pruebas 101 en adelante.
Corto la grabación y colocó su esencia en un frasco cilíndrico, la llevó hasta la máquina de Fusión Delta casera. La cual nada tenía que envidiar a la de millones de dólares de Vancouver. Pues más de 23 años de servicio armando y reconstruyendo maquinaria para el "VEC", similares a la Delta, lo habían convertido en un experto en crear réplicas.
Introdujo los nuevos químicos en el aparato de bombeo y volvió a la máquina de Fusión para accionar el interruptor. Pronto, varios líquidos coloridos que burbujeaban comenzaron a llegar a la maquinaria.
Volvió a tomar nota.
—La muestra ahora está alimentándose con el congregado de fusión y la variante ya mencionada -analizó los niveles médicos y clínicos de sí mismo-. El conteo sanguíneo completo no ha variado desde la prueba 1. Solo tenemos una variante en los análisis clínicos: los niveles de azúcar han aumentado en un 2% —«no debí comer esas 3 rosquillas rellenas de jalea ayer»—. Si por esta variación la prueba falla, la prueba 145 se le añadirá una cápsula de contrarrestaste celular directo al congregado de mutación para bajar el nivel de azúcar.
Owen, molesto, se jaló su poco cabello. Le pareció simplemente ridículo que solo por comer un poco más la noche anterior tendría que despilfarrar varios miles de dólares en material. En este trabajo tan preciso, hasta el más mínimo cambio no considerado podía resultar caótico. Debió recordarlo y eso lo irritó aún más. «¿Debo seguir?» se preguntó. Entonces recordó que ya había añadido casi 600 dólares de fluido Svensson. Eso lo hizo decidirse sin importar las consecuencias.
—La alimentación ha terminado. La porción del sujeto logró la fusión con éxito —observó más de cerca-. Ahora tenemos dos preembriones de un tamaño por debajo del promedio. Esta es la tercera ocasión donde la muestra arroja 2 especímenes. Similar a las pruebas 41 y 103, -«amabas fallaron ridículamente»-. Derivado de los dos cambios ya mencionados, se han establecido 4 nuevas variantes en los estándares del gen clonativo.