Natalia
Era un dia normal como siempre la misma rutina aburrida, los mismos profesores hablando como si fueran robots, el mismo grupo de chicos jugando en la cancha… hasta que él apareció.
Y de repente, todo dejó de ser tan ordinario.
Porque, honestamente, ¿cómo se supone que alguien puede actuar normal cuando un dios griego entra en escena?
El sol parecía pegarle justo en el ángulo perfecto, como si el universo estuviera de su lado.
Caminó como si tuviera todo bajo control, sin esfuerzo, sin dudar, sin notar que el mundo entero lo estaba observando.
O mejor dicho… que yo lo estaba observando.
Y, por alguna razón, ese día dejó de ser solo un día cualquiera.
Porque cuando él estuvo ahí, por una fracción de segundo, pareció mirarme .
Era mi imagiancion o es que me estaba afectando la vista.
y en ese momento todo cambio para mi.