Fabrica De Bombones (editando)

Capítulo 2 El lobo feroz.

Dylan.

Llegare tarde y odió llegar tarde. Venir a Zúrich trae recuerdos que no me agradan, termine deambulando por sus calles sin rumbo fijo y ahora estoy a contra el reloj para llegar a la cena d negocios por la cual he venido.

Camine por tres calles mas viendo hasta donde mis pensamientos me habian traido. El lugar donde el investigador privado dio con el ultimo rastro de de ella. Era la parte mas pobre del lugar, las calles eran desoladas y solo unas cuantas personas caminaban por alli.

Me devolví en mis pasos  con rapides, no queria estar alli.

Camine rápido, tan rapido que no sabia que estaba a punto de chocar con alguien hasta que fue casi muy tarde y solo le pude decir que se quitara del medio.

—Quítese. — exclame, pero ya era tarde. Ella cayo al suelo quejándose. Estaba decidido a irme por que estaba atrasado, pero su suave voz me hizo quedarme

—Salvaje — quise reír. Esa pequeña mujer me habaia dicho salvaje, a eso se le llamaba tener mucho valor. extendi mi mano llamando su atención.

—Le dije que se quitará — miro hacia donde me encontraba y unos hermosos ojos cafe me dieron la bienvenida.

Eran hermosos, me recordaban a algo que alguna vez tuve y por desgracia nunca recupere.

La voz de la pequeña mujer me trajo a la realidad, se escuchaba irritada.

—Oh claro, como me dejó mucho tiempo para apartarme. — quise reír, pero eso no era propio de mi.

Analice por un momento su rostro, labios gruesos, nariz pequeña, y sus mejillas eran rellenas, si sonriera en ese momento diria que es la personificación adulta de Graces, pero Grace no se molestaba por nada.

— además, no soy tan gorda como abarcar todo la acera — Exclamo y no puede evitar mirar sus cuerpo, tenia curvas lo admito, pero eran curvas que a través de la ropa se hacían exquisitas, su abdomen no es prominente y sus brazos son del tamaño adecuado, sus piernas son gruesas y al analizar un poco mas allí logre ver que se lastimo al caer.

— No es gorda, pero iba por todo el medio de la acera — aclare con mi tono de voz habitual.

Sus ojos conectaron con los mios por primeras vez y parecía pensar lo que diria mas de dos veces.

No tenia tiempo para esto.

— Ahora si me disculpa — me aleje de allí no sin antes escuhar por ultima vez sus voz.

—Si tanta arrogancia combinará con ese lindo rostro — me atrevía a sonreir un poco al escucharla.

Para cuando pensé en darme por vencido el letrero del hotel donde me estaba hospedando aprecio a mi vista.

Entre al lugar sintiendo la calides de allí.

Me pregunto si donde ella se encuentra ¿esta cálida como lo estoy yo ahora?

Camine hasta el restaurant del hotel dando con Teylor, aun no se encuentra acompañado así que estoy llegando o muy temprano por suerte o muy tarde para desgracia.

Me acerque lo mas rapido que pude a la mesa y este al dar conmigo se alegro.

—Tienes suerte de que estén retrasados — exclamo acercándose a mi estrechandome en sus brazos en un abrazo corto. — Conrad esta retrasado gracias a que su esposa le dio por ser turista el dia de hoy.

—Pensé que vivían aquí? — mi confusión era evidente.

—Al parecer no lo son, algo trama el hombre. — asentí sentándome a la par de Teylor — porque tardaste tanto?

—Tenía asuntos que atender — mentira, revivir el pasado no eran asuntos que atender si no llegabas a un fin con el.

—No has dado con ella? — de todos las personas en el mundo Teylor era el unico que sabia de ella. Y es el unico que me ha ayudado para poder encontrarla, ella no aparecería mágicamente mientras yo caminaba por las calles de Zúrich a la deriva.

—No. Desapareció hace 9 años, Teylor, dudo mucho que apareciera denla nada solo por qué me dio por caminar por aquí o por allá. — mire la mesa un poco aturdido — Pero me cruce con una mujer el dia de hoy que me recordó a ella.

—Tal vez era ella — señalo tomando de su wiskie.

—No lo creo, Grace es la persona mas dulce de este mundo, aquella mujer no lo parecía en lo absoluto.

—No juzgues a un libro por su portada — y allí vamos de nuevo.

Luego de 20 minutos de un largo sermón y de una larga espera Conrad estaba frente a nosotros junto a su despampanante esposa.

—Dylan y Teylor Ross, es un placer conocerlos por fin en persona — nos pusimos de pie estrechando nuestras manos he invitandolos a sentarse. — disculpen la demora. Sonya queria hacer el turista el dia de hoy.

—Lo lamento, hay cosas que no puedo dejar pasar cada que salimos de casa — la mirada que aquella mujer me brindaba no me agradaba ni un poco.

—No importa, podemos empezar con la reunion y luego cenar. — aclare llamando al camarero y pidiendole mas del wiskie que Teylor esta bebiendo.

—Se que quieres las acciones de mi compañía Dylan — arque una ceja mirandolo con atención. — no estoy dispuesto a vendértelo. Niño, tienes todo el mercado de chocolate suizo, no puedes querer más – este hizo una pausa – es mas, no puedes tener mas. Además, los rusos ya hablan de ti, no es bueno que llames su atención.

—para empezar ¿Quien dice que no lo puedo tener? ¿tú? No me hagas reir Conrat. Tengo todas las de ganar si hablo con cada accionista en tu compañía. — Expuse sentándome recto — es cierto, tengo todo el mercado chocolatero suizo, y quiero mas y voy a obtener mas.

—Soy el mayor accionista, yo tengo la ultima palabra, y no estoy dispuesto a darte la importacion venezolana.

—Quieres jugar a ese juego? — tome la carpeta que me extendía Teylor y se la puse en frente a Conrad  — no has hecho mucho como accionista mayoritario. La importacion de el cacao venezolano a bajado un 42%, haz bajado un 64% el nivel de fabricacion del chocolate y los empleados no están conformes con el salario que les estás ofreciendo. — el hombre miro aquellos documentos sin poder creerlo. — Prefieres irte a la quiebra que darme la importación del cacao venezolano? Yo creo que no.




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