Fabricio Belucci y Alessia Carson. Comprometidos.

1. Fabricio Belucci y Alessia Carson.

Cuando los abuelos viajaban a la Isla con frecuencia llevaban con ellos a alguno de sus nietos.

Ellos disfrutaban mucho de el mar, sol, arena.

Era fantástico. Sólo que Fabricio no viajaba solo por el sol y la arena. El veía a Alessia con un sentimiento diferente.

A los niños les encantaba brincar en las olas, hacer castillos de arena. Usualmente el único que hacia que Alessia se acercara al mar era Fabricio. 

No era amor eran niños, pero para Fabricio que era un par de años mayor que ella, cuatro con exactitud, la miraba con ojos de agrado.

La última vez que Fabricio viajo a la isla tenía diez años, fue antes del accidente.

En ese momento Alessia tenía seis años y para ella era un amigo recurrente que los abuelos llevaban y con el que ella solía jugar. 

Fabricio era un chico brillante, divertido, sonrriente y se llevaban muy bien con todos.

Por el contrario a Alessia en esos tiempos era una niña introvertida, callada y se notaba una tristeza en sus ojos.

Después de los diez años Fabricio no volvió y Alessia extrañaba a su amigo.

Un año después susedido el horrible accidente donde Fabricio perdió a sus padres. 

Alessia se le explicó lo sucedido, aunque apenas contaba con siete años.

-Pero ella a su corta edad solo dijo:

-Están con mamá.

-Si, dijo su Papá. Están con mamá.

A Alessia se le escurrió una lagrima por su mejilla y se abrazo a su padre y hermano.

Paso el tiempo y Alessia seguía guardando el recuerdo de su amigo, el que la llevaba a jugar al mar.

Los niños crecieron y fueron formándose sus caracteres.

Fabricio se fue convirtiendo en un joven muy estudioso le apacionabán los idiomas, el arte, las letras y las matemáticas.

Pero se fue haciendo introvertido, callado, paso de ser un chico divertido y alegre a ser un chico arriesgado, amante de la velocidad y la vida nocturna incluyendo las chicas.

Sus ojos verdes, cabello castaño casi rubio, peinado hacia arriba, siempre perfecto y su pequeña e insipiente barva y bigote eran un atractivo para las jovensitas en aquel mundo nocturno.

Fabricio era fotografiado con una chica diferente cada fin de semana. Para el eran amigas, chicas que iban y venían.

El nunca saco el recuerdo de su pequeña amiga de su cabeza.

Por otro lado la pequeña Alessia fue creciendo, interesada en los idiomas y matemáticas como se había inculcado su madre y su padre.

El tiempo le iba dando sus curvas y el ejercicio que acostumbra hacer por las mañanas con su padre y hermano. 

Le definian y marcaban su figura, era atlética y alta para su edad. Con su cabello ondulado y marrón caramelo así como unos vibrantes ojos azul oscuro. 

Cuando Alessia cumplia sus quince años el chico más guapo y popular del secundario.

-Se acercó a ella diciendo estar perdidamente enamorado de ella.

-Le pidió que fuera su novia.

Muy romántico con flores y chocolates.

Alessia trago grueso y se asusto pues no esperaba tal declaración. 

-Alessandro, yo, si, si, si.

Pegaba brinquitos de alegría mientras el joven la abrazaba y la alzaba dando vueltas en el aire.

Un año y medio después de aquello se comprometían para casarse.

Su padre y su hermano no lo aprobaban pero respetaron su decisión.

Había algo extraño y misterioso en aquel joven y su afán de casarse antes de que Alessia fuera mayor de edad.

Al descubrirse la mentira de Alessandro y la mejor amiga de Alessia (Elisa).

Lo primero que paso fue la golpisa que le dio Pedro.

Luego el padre de Alessia investigó más profundo y dio con un terrible complot entre los padres de Alessandro y las hermanas de su difunta esposa.

Donde obligaban y manipularon a su hijo Alessandro a hacer lo del noviasgo y el compromiso. 

Desde ese día Alessia no volvió a confiar en nadie solo en su padre y su hermano.

Fue muy difícil pero poco a poco y siempre manteniéndo distancia permitió que personas se acercaran a ella. Aunque nunca fue como era antes.

Los viajes que se hacían cada tres meses para controlar el buen funcionamiento de las Sucursales.

Al abuelo ya le quedaban pesados así que Fabricio trataba de hacerlo por él.

Una de las primeras veses se presentó en la Sucursal Velocy de Palermo, Sicilia.

Esta ves se encontraba Alessia sola en la Agencia, ya que Pedro aprovechó su estadía para ir al banco.

Al entrar Alessia lo atendió como se atiende a un cliente fue cortez, respetuosa, amable, sonrriente.

Le pregunto que tipo de vehículo buscaba, que con gusto le ayudaría.

Fabricio estaba encantado en ver a su pequeña amiga convertida en toda una mujer. Hermosa y amable.

Viéndola, se fue a presentar entró Pedro que volvía de su diligencia.

Al ver a Fabricio fue a saludarlo y Alessia arrugó su frente.

-Señor Fabricio como esta, le esperaba para darle el reporte.

-Alessia no lo reconoces es Fabricio Belucci, el nieto de don Piero.

-Si claro y dio media vuelta muy molesta por no haberse presentado y dicho quien era.

Fabricio la tomó de la mano para que no se fuera y quiso disculparse.

Alessia tomo a mal aquello y dio vuelta dando una gran cachetada a Fabricio.

-Te burlas de mi y tienes el atrevimiento de dirigirme la palabra.

Mientras Pedro y Julio se sonreían burlándose de Fabricio

Eso si, en una esquina lejos del alcance de Alessia.

 

 

 

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AQUI ENTENDEREMOS MUCHAS SITUACIONES. 

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