Fabricio Belucci y Alessia Carson. Comprometidos.

9. 1° Pelea de novios.

Después de cenar y pasar una velada agradable.

Los chicos se despiden no sin antes avisar a don Gabriel que asistiría a la consulta médica al día siguiente junto al Alessia. 

De esa forma Julio y Pedro hablarian de negocios en la Agencia Velocy. 

Y si el médico daba el permiso para trasladarse a Turin, lo haremos después de mediodía.

-Como un buen yerno debe ser, acompañarlos al médico. 

-Decía Pedro molestando a Alessia. 

-Buenas noches. Hasta mañana. 

-Mientras Fabricio dejaba un tierno beso en los caballos de Alessia. 

-Buenas noches Señor. Nos vemos mañana en la oficina Pedro.

Cuando los chicos se fueron Alessia llevó a dormir a su padre. 

Ella le dio su medicamento y se esperó a que se durmiera mientras acomodaba un poco su habitación cuando se durmió salió y cerró su puerta.

Esto era rutina ya que su padre tenía problemas para dormir.

Aunque el acostumbraba tomar medicamento para este problema.

Don Gabriel padecía de terrores nocturnos recurrentes.

Pedro volvió a su casa y Alessia se fue a descansar.

Los muchachos se dirijieron al hotel.

Julio pasaba el rato en la habitación de Fabricio mientras planeaban el dia siguiente.

-Fabricio decía prepara el avión para después de la una.

-Nosotros vamos al médico y tu vas con Pedro a la oficina. 

-La cita es temprano así que nos dará tiempo para visitar a Luisa. Pensaba Fabricio en voz alta.

‐Conque donde Luisa, ha, ha, bribón.

-Porque no le dices que te gusta y ya. Reclamaba Julio. 

-Julio no se como, siempre tube las chicas que caían desmalladas al frente de mi con solo una mirada.

-O las ofrecidas a las que ni te molestas en conquistar y ya están en tu cama.

-Julio olvidé como hacerlo, como conquistar, como enamorar a una linda chica que te dice que no.

-Oh no, no, Fabricio no ni lo pienses.

-No te atrevas a lastimar a ese pequeño ángel. Fabricio estás advertido no lo hagas.

-Si la lastimas le diré a Pedro y entre los dos te montamos una buena paliza.

-Le sentenciada Julio con frialdad, enojo, ira y muy serio.

-Pero Julio no pienso lastimarla. Contaba Fabricio cabizbajo sin escuchar la amenaza hecha por su amigo.

Eso espero se levanta del sofá muy conmocionado y enfurecido.

Se direje hacia la puerta y de espaldas solo dice hasta mañana y azota la puerta.

-Pero Julio no terminamos de planear el día de mañana.

Julio no se inmutó y salio de la habitacion dejándolo con la palabra en la boca.

Julio se dirijio a su habitación dónde trató de calmarse y de respirar profundo.

Esto no es justo. Podré chica. Se reprochaba Julio.

-Mientras se acostaba y respiraba profundamente hasta quedarse dormido.

Al despertar los chicos se dirijieron a la casa Carson a desayunar y a prepararse para la consulta médica y el día de oficina.

Después de un suculento desayuno preparado por Alessia estaban todos listos.

-Pedro tú y Julio vayan a la oficina y explícale todo lo referente a las franquicias y está será nuestro plan piloto. 

-Vayan en la camioneta de Pedro.

-Nosotros usaremos el auto de alquiler. Primero al médico y luego tú y yo linda vamos a un lugar.

-Esta bien, todos listos, al final nos reunimos en la oficina.

Llegamos al Hospital y búscanos el consultorio del cardiólogo.

Hicemos el papeleo con la secretaria. Estamos en la salita de espera.

Salió un Señor mayor que vestía una bata blanca y llamo a Gabriel Carson.

-Hola Gabriel. Decía el doctor pasa.

-Buenas Alessia quieres entrar.

-Buenas doctor. Claro que sí. Ahhh..

-El es mi novio. Puede pasar con nosotros.

-Claro que si. Joven es un placer.

-Que bueno que mi bella amiga cuenta con apoyo.

El doctor estrechaba la mano de Fabricio en forma de saludo. Pasaron al consultorio.

-Siéntense. Ofrecía el doctor.

Solo hay dos sillas.

_No se preocupe doctor don Gabriel, Alessia y Fabricio les indico que se sentarán él se mantuvo al lado de Alessia.

-El doctor hablaba y le explicaba a Alessia que ese hospital ya no podía hacer más por don Gabriel.

-Fabricio intervino.

-Hablando con el médico podríamos trasladarlo a un centro médico de Cardiología en Turin.

-Gran idea chico. Hoy mismo traslado el expediente completo, examenes, pruebas y medicamentos a el centro médico de Cardiología en Turin.

-Les va a ir muy bien ya verás Alessia. No dudes en llamar si dudas de algo.

-Bueno vamos. Gracias doctor le mantendremos informado.

-Que les vaya bien entonces.

Se dirijieron a la oficina a reunirse con Pedro y Julio

-Hola chicos como están. Saludaba Alessia.

-Bueno Alessia tu y yo nesecitamos ir a un lugar antes de partir.

-Esta bien, Pedro te encargo a papá.

-Vamos querida.

-Ya en el auto Alessia se mostró molesta.

-Ya ahora que te pasa, que hice.

-Muy molesta le responde "querida" esa palabrá suena horrible.

-No me vuelvas a llamar así, ni te refieras a mi con esa estúpida palabra.

-Suena como un insulto en vez de algo tierno. Termina Alessia haciendo un puchero.

-Esta bien no te enojes, solo fue una palabra que me pareció cariñosa.

-Cariñosa para tus mocitas y muñequitas de una sola noche pero a mí no me llames así.

Casi gritaba Alessia.

-Bueno ya. No me puedes sacar eso en cara cada vez que te da la gana.

-Respondia Fabricio en el mismo tono.

-Te prometí estar contigo y cambiar esos habitos por mis abuelos.

-Pero si no lo entiendes mejor me lo dices y ya. Aún estamos a tiempo.

-Ya llegamos. Decídete. A partir de aquí no hay vuelta atrás.

-Anunciaba Fabricio en un tono molesto aún pero más suave.

-Es la tienda de Luisa C. Que hacemos aquí. Extrañada pregunta Alessia.

-Disculpa decía una frágil Alessia.

-Es que no me acostumbro a la idea de un compromiso.




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