Fabricio Belucci y Alessia Carson. Herencia Belucci #3.

5. El Abogado Zury, cómplice.

Fabricio y Julio almuerza al día siguiente en un lugar discreto.

Para poder discutir el siguiente paso a dar.

-Julio decía: LOS TRILLIZOS BELUCCI. 

-De eso solo quedó el nombre, decía Fabricio con tristeza.

-Julio le contestaba. Por que nunca le has dicho la verdad a los abuelos.

-Para no incomodar más, Julio tu sabes.

-Eso solo está en tu cabeza y esas malas mujeres y sus retoñitos. Los abuelos nunca durarían de tu paladra, Fabricio. 

-Lo se, lo se, Julio.

-Bueno a lo que vinimos a discutir las condiciones del abuelo necesitamos trabajar en discreto.

-Si, Fabricio. Y como hacemos eso.

-Nesecitamos un abogado, preferiblemente del mismo Emporio. Alguien de suma confianza, leal a nosotros y sumamente discreto. 

-Piensas en alguien en particular. Pregunta Julio.                                  Yo he estado haciendo investigación y ahí dos o tres prospectos que habría que entrevistar.

-Mejor.....

-Tu hablaras con ellos, esta bien yo lo hago pero que sean tres máximo y los mejores.

-Muchacha la cuenta. Decía Fabricio llamando a la mesera.

-Vamos Julio, a la oficina a buscar un gran abogado. 

Ya en la amplía oficina de grandes ventanales y con hermosas vistas. esperaban tres abogados del Emporio.

Una persona mayor se veía un Señor serio, con mucha experiencia pero se veia un señor inflexible y acostumbrado a su ofina.

Un jovencito con un Master en Derecho se veia un joven muy inteligente. Pero al trabajar en el Emporio ya estaba acostumbrado a lo laboral y a sus horarios.

Otro jovencito recién contratado, recién egresado de la Universidad de Palermo con unos meses apenas de haber entrado al Emporio como Pasante.

-Los tres son ideales. 

-Dijo Fabricio: Espero funcione.

-Buenas tardes señores vamos pasando uno por uno a la oficina.

-Ahora serán llamados por Julio. 

-Bueno señor usted primero pase. Dijo Julio.

El hombre entró y se sentó. Se presentó Dijo su currículo durante experiencia en el campo de la abogacía y el tiempo a servivio del Emporio Belucci.

-Muy impresionante. Estaremos en contacto. Gracias por tu tiempo.

Julio pasa al siguiente. El muchacho.

-Buenas tardes chico.

-Buenas tardes señor Belucci. 

El muchacho empezó a hablar sin detenerse. Cuando al fin lo hizo y logró respirar.

-Fabricio le agradeció. El muchacho se fue.

-Ohhhh... Que velocidad!!!

-Llama al último.

-Entra. Dice Julio al último chico.

Hecho un manojo de nervios el chico entró a la imponente oficina. Parecía un niñato que iba a buscar su primer empleo.

-Fabricio dijo: cálmate chico tu ya tienes empleo en el Emporio.

-Si, si señor, si señor.                                                                                      El podré chico era un manojo de nervios, temblaba y sudaba.

-Oye, chico decía Fabricio.

Este pegaba un brinquito. Y contestaba si, Señor diga.

A Fabricio le causaba gracia ver la sosobra del podré chico.

-Eres titulado. 

-Si, si señor. Máster de la Universidad de Palermo. 

-OK, Que sabes de el sistema de Franquisias.

-Si, por supuesto. Señor.                                                                               Es un nuevo modelo de negocio donde se le da más poder al franquiciado y ...

-Fabricio lo interrumpió y sodre un arreglo matrimonial. Que sabes.

-Esto es diferente, es un contrato consensual se debe....

Y Fabricio lo volvió a dejar hablando solo. 

-Bueno Julio es él. Encárgate.

-Si. Fabricio.                                                                                                 Ven chico como te llamas.                                                                         Soy Zury. Y usted señor.

-Ahhh, soy Julio Asistente Personal de Fabricio.

-Estaré en cafetería, me alcanzan cuando terminen.

-Esta bien ,Fabricio ahí nos vemos.

-El señor Belucci que es lo que busca.

-Primero si vas a trabajar con nosotros no es señor Belucci, es Fabricio y conmigo ni lo intentes soy Julio, solo Julio.                         Esta  bien, de acuerdo.

Llegamos a recursos humanos, aquí harás tu contrato.

-Pero ya tengo contrato. 

-Ahhhh.... Zury ahora trabajas directamente con el señor Fabricio, tu contrato es diferente.

-Hola señorita coqueteaba Julio con la encargada.

-Hola Julio como te ayudo hoy.

-Mira corazón, Zury es el abogado del señor Fabricio a partir de hoy. Debes redactar el contrato desde hoy. La oficina es la mía pongan otro escritorio, lo demás ya lo sabes horarios, salario, beneficio y tu sabes todo lo demás, las legalidades.

-Ahh la oficina que convine todo a la perfección que quede bien bonita.

Mientras los chismes de pasillo comenzaron: que la experiencia, la antigüedad, que no merecía el cargo y así se fue el resto de la tarde.

-Me llamas para las firmas, ya sabes tiene que ser hoy.

-Esperaré tu llamada linda. 

-Zury camina, Fabricio dijo que estaba en cafetería.

Los chismes se hacían sonar por toda la oficina, donde iban caminando las personas iban levantando la voz.

-No hagas caso ya se cansarán así paso conmigo también. 

-No te preocupes. 

Llegaron a la cafetería y Fabricio gozaba de compañía ya que las muchachas de servicio lo acompañaban.

-Vamos chicas capuchino y pastel de queso con crema.

Toman asiento junto a Fabricio y Julio le da un reporte.                       Ya hablamos con recursos humanos están preparando el papeleo. También empezó el chismorreo entre los demás empleados.

Zury solo tomaba su capuchino sin enter nada de lo que hablaban sus nuevos jefes.

-Bueno Zury serás nuestro abogado. Trabajaras con nosotros en silencio, calladito y sobre todo en secreto.

-Aclaraba Julio. Compartiremos oficina ya que las oficinas son insonoras, nadie entra en ellas y las cámaras y seguridad son separadas del edificio.




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