Fabricio Belucci y Alessia Carson. Herencia Belucci #3.

11. En la Mansión y en la Ciudad por 1° Vez.

Se efectuó el aterrizaje sin por menores.

En la entrada había un auto de la compañía esperándolos para llevarlos a la mansión.

Durante la travesía hacia la mansión se escuchaban risitas complices y balbuceos en murmullo.

Pues después de los jueguitos en el avión y la podré chica se negaba a salir de la cabina del piloto.

Los tres jóvenes se reían y Alessia le preguntaba a Fabricio de cuando se había dado cuenta de era un juego.

-Fabricio respondía entre risas cuando la tomaste del pelo ese no es tu comportamiento habitual.

-Bueno así se da de ejemplo y la próxima que se atreva a pasarse de lista pues ya sabe a qué atenerse.

-Ahhh eso sí lo de no ser una cornuda si era cierto.

-Bueno, bueno hablaba don Gabriel que les pasa a ustedes que son todas esas risas.

-Papa no es nada solo contábamos chistes.

Llegamos a la mansión salieron don Piero y doña Antonella muy emocionados de volver a ver su amigo.

-Hola, Gabriel como estás, espero que el viaje no fuera pesado.

Lo saludaban Piero y Antonella así como las mucamas y la Nana.

-Recuerdas a mi hija Alessia.

-Alessia pequeña que alegría verte. Dulzura.

-Les decía la abuela muy emocionada llevándola del brazo hacia adentro en la gran casa.

-Quieren jugo y pastel.

-Bueno papá, toma su medicamento un pequeño refrigerio le sentaría bien.

-Quedemos en la sala ya que afuera empieza hacer frío.

-Doña Antonella llevaba a Alessia de brazos aún.

-Entonces dijo para ustedes chicos hay capuchinos con pastel.

-Si abuela, pero serías tan amable y me devuelves a mi novia.

Fabricio tomo la mano de Alessia y la acerco a él la tomo por la cintura y la presento formalmente.

-Abuelo, Abuela, tíos, Alessia es mi prometida y nos casamos el próximo fin de semana. ¡¡Claro!! Si Luisa entrega a tiempo los anillos.

-Fabricio es cierto eso. Ahhh, cariño.

-Felicidades. Decían los abuelos.

-Señorita, joven felicidades. Será un gusto servirla señorita.

Decían las mucamas y la Nana.

Los abuelos estaban felices y don Gabriel también.

-A qué hora es la cita de Gabriel en la clínica.

-Abuelo, hablaba Julio ya la confirme mientras veníamos en camino es a las nueve de la mañana.

Cenaron, tomaron café y compartieron un rato agradable.

Ahora a dormir que hay que madrugar.

-Julio a tu habitación, Fabricio despídete de tu novia, Gabriel y Alessia comparten habitación.

-Listo, Hasta mañana.

-Al la mañana siguiente muy temprano todos se encontraban en el comedor.

Mientras Julio trataba de organizar la agenda del día.

-Fabricio, Gabriel y Alessia van a la consulta en la clínica. Llevan el auto de Fabricio.

-Abuelo usted y yo nos vamos en la limosina.

-Julio adelantate con el abogado.

Salieron cada uno a sus compromisos.

En el hospital no hubieron filas ni papeleo, ya los esperaban y estaban preparados.

-Señor Gabriel como está usted. Lo saludaba un joven vestido con una gabacha y presentándose como el medico asignado.

-Muy bien joven. Esta es mi hija y su novio.

-Un gusto pasen, pasen.

La oficina del doctor era muy linda blanca y muebles de madera decorada de forma muy moderada.

-Bueno jóvenes, don Gabriel pasará la mayoría parte del tiempo en pruebas y examenes. 

-Si ustedes gustan pueden dejar a don Gabriel él queda en exelentes manos nosotros los llamaremos y los mantendremos informados.

-Bien, gracias.

-Adios papá, vendremos más tarde.

Mientras Alessia y Fabricio iban a las ofinas centrales del Emporio en busca de Julio y Zury.

Llegan al gran edificio y Alessia estaba sorprendida de la majestuosidad del lugar.

Fabricio la abrazo acercándola a él y tomándola de la cintura. 

Las chicas que trabajaban en las diferentes áreas miraban aquel cariñoso gestó y se asombraban pues no era un comportamiento normal en él.

-Cariño el es Zury el abogado, Zury ella es Alessia mi prometida.

-Zury es mi abogado personal y de confianza.

-En serio señor Fabricio, digo Fabricio.

-Claro que si lo eres. Julio....

-Yo le expliqué Fabricio en serio que lo intente.

-Bueno, bueno listo.

-Julio estás listo y Zury traer lo que ocupes, laptop, libros vamos a trabajar fuera.

-Ya están las reservaciones en aquel restaurant.

-Todo listo decía Julio nos esperan en veinte minutos.

-Perfecto vamos.

Antes de salir fueron a saludar al abuelo y darle detalles sobre su amigo Gabriel.

Afuera los esperaba la limosina y rápidamente llegaron al lugar.

Era un pequeño restaurant muy bonito con algunas mesas un poco discretas.

-Buenas Fabricio, la misma mesa. Le coqueteo una camarera muy insinuante.

-Fabricio se limito a decir que sí. Al mismo tiempo que acercaba a Alessia a su cuerpo.

-Sigeme Fabricio tu mesa está lista, Julio como estás. Invitados.

Llegan a la mesa y se le pide discreción y Fabricio dijo que no se nos interrumpe vamos a trabajar.

-Como digan que les traigo,

-Primero almorzamos y luego trabajamos les parece.

Y lo hicieron de esa forma al retirar los platos Alessia ya estaba molesta con la camarera.

-Les traigo lo de siempre Fabricio.

Alessia tocó el brazo de Fabricio y dijo yo me encargo amor.

-Señorita sirvanos capuchinos sin azúcar, uno con vainilla, otro con menta, y dos con canela y nuez moscada.

-Chicos pay de manzana, y canolis más tarde, así está bien mi amor.

-Y señorita cuando se dirija a mi prometido que sea como señor Belucci.

-Si, disculpe señorita pero Fabricio y yo nos conocemos...

-Ahhhh, si señorita se conocían pero ahora es el señor Belucci.

-Si, disculpe señorita como usted diga. Les traeré su pedido.

La mesera se retiró que le salía chispas de lo enojada que iba.No volvió a molestar.

-Fabricio siempre será así.




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