Narra Annie
Ni bien termine de merendar me encerré en el cuarto para usar mis redes sociales, me cansaba tener que hablar de Dios con papá.
Me acosté en mi cama, prendí mi laptop y puse a usar Twitter, mi segunda red social favorita. En ese momento entre todos los posteos que leía, veo algo que me da pánico y miedo, era un Twitter de la señora René que decía:
"Otra noche más sin poder dormir y esperando buenas noticias de mi hija, Dios escúchame y salva a mi pequeña"
Al leer ese posteo de René, me puse a llorar y pensar en mi mejor amiga Sally, la extrañaba mucho, era imposible que ella hubiera despertado, luego de aquella noche, donde yo fui la única culpable.
Todavía recuerdo de verla inconciente en el suelo y yo intentando despertarla. En un momento luego de varios intentos haciéndole respiración boca a boca, le empezó a sangrar la nariz .Desesperada empeze a llorar, me sentía muy nerviosa y no sabía que hacer, empeze a gritar pidiendo ayuda.Nadie me ayudó aquella noche, la gente solo nos rodeaba para ver qué había pasado, como cuando hay una pelea callejera y quieren saber quien va a ganar. Recuerdo que los invitados solo miraban, hasta que Danna se acercó hacía nosotras y la vio a Sally, echo a los invitados de la fiesta, luego llamo a la ambulancia para que nada le pasara.
Me sentía culpable.
Cuando llegue a la clínica, la llevaron de urgencia a una sala y la doctora al salir me dijo que en su sangre le detecto Burundanga. Una de las drogas más peligrosas que podía existir.
Cómo era la única persona que estaba presente, ella misma me pidió explicaciones, lo único que le dije fue:
— No lo se, de un momento a otro ella se descompuso asi. Quién le metió la droga en su bebida, es una persona muy macabra—
Estaba con mucho miedo y me temblaban las piernas, la doctora me miro de manera sospechosa, como si fuera la culpable y luego me comentó que eso fue lo que provocó que terminara en coma.
Cuando dijo que Sally estaba en "coma" quedé sorprendida, no pensé que iba a terminar de esa forma, la doctora me comentó que necesitaba la autorización de un adulto para internarla y no sabía que hacer, no podía decirle así a su mamá, pero tenia que contarle, tome el iPhone de mi cartera y cuando le conté todo, ella rompio en llanto, lo único que decia fue "pobrecita mi bebé, no me puede estar pasando esto".
Recuerdo que cuando llego estaba la madre viuda con los ojos rojos al verme me abrazo muy fuerte y volvió a llorar. Esa noche fue la peor de todas mis salidas.
Cómo todo lo que ocurre en una fiesta, todos se olvidaron pero cuando Gloria la mensiono en el auto, no sabía que contestar, temblaba de miedo, temía que se diera cuenta.
Un golpe en la puerta de mi habitación me distrajo de mis recuerdos, me acerque a ella para abrirla y del otro lado estaba mi papá.
—¿Querés la cena?—me preguntó
Le respondí que si y lo seguí.
Papá siempre fue un hombre atento, me daba los mejores regalos para mí cumpleaños, navidad, por la mejores notas, día del niño, Pascuas, etc. Él quería ocupar ese vacío que tenía en mi corazón con la muerte de mi madre.
Durante las vacaciones de verano, me llevaba a diferentes lugares para vacacionar, que les puedo decir muchos de los países que conocí fueron gracias a mi papá.
Pero nuestra discusión principal, siempre fue que no me gustaba ir a la iglesia, él quería que fuera de su religión y como no quería me decia que Dios me iba a castigar, jamás creí que podía existir un ser superior.
Entramos a la cocina y lo primero que se veía al ingresar era la mesa redonda de madera de pino, colocado tenía un mantel blanco con pequeños bordados de rosas rojas, en cada punta con tres flores rojas, alguna vez fue de mi mamá. Jamás entendí como podía él, seguír conservando sus cosas. Me ponía mal verlas y saber que ella ya no estaba por más que había pasado mucho tiempo, la necesitaba. Aunque debo admitir que aún conserva sus collares que los tenía guardados en una cajita de madera , cuando tengo una fiesta los usó, al usarlos me sentía cerca de ella.
Me senté frente al plato de ravioles con salsa blanca y empeze a cenar . Papá colocó en la mesa el pan y el queso para la pasta y se sentó. Siempre en la hora de la comida charlabamos, papá decía que mirar la televisión te volvia adicta a la caja boba. Nunca le gustó la idea de mirar los documentales porque iba encontra de sus creencias . Para él, la ciencia no existía solo era un lavado de dinero.
Mientras comíamos él me contó cómo le había ido en la misa de la iglesia y que se había cruzado con René. Ella comentó que su hija se estaba recuperando. Papá y la mamá de Sally eran mejores amigos desde siempre y como ambos habían sufrido perdidas iban a la iglesia porque de alguna forma ellos sentian que era un buen lugar donde nadie podía juzgarlos de sus " culpas".
A lo cual me confesó papá que verla en la iglesia fue algo inesperado.
Yo misma en mi mente pensaba que no quería que despertara, porque todos sabrían la verdad.
—Que bueno saber eso de Sally—dije nerviosa, fue lo único que se me ocurrió por decir y enseguida empeze a deborar la comida más rápido.
—Estuve analizando la situación y saque la conclusión de que debes alejarte de esas fiestas —menciono mi papá, siempre odió que saliera de noche. No entendía cuál era su problema porque si vamos al caso el también consumía alcohol y peor porque volvía borracho a casa.
—El problema no son las fiestas—dije enojada un poco, me generaba bronca que siempre por algún lado buscaba la forma de que entrara en razón,como si fuera que la culpa fuera de ellos.
—Annie, vos estuviste en la fiesta con Sally, viste lo que le pasó, tuvo suerte que estuvieras ahí sino moria—dijo serio y sentí un nudo en el estómago, Delfina y yo sabíamos la verdad.
—Lo que pasó ese día fue culpa de su propio descuido, Sally es una puta, se acuesta con cualquiera que ve en las fiestas que ella terminara así fue porque ella se lo buscó—dije enojada y echandole la culpa a Sally , me frustraba, ella siempre fue la estrella de la escuela.