Play ► Performs “Fix You” (Coldplay cover)

Podía ver nuestros rostros reflejados en aquel enorme espejo lleno de pequeñas luces destellando. Nuestro cuerpos permanecieron inmóviles, sintiendo el calor de nuestras miradas cruzadas y la calidez de nuestras manos entrelazadas. 

—Lo siento muc-... 

La voz del chico hecho de azúcar helada parecía quebrarse. Apoyé mi frente contra su espalda, su respiración estaba acelerada, pero su fragancia inundaba mi nariz. ¿Cómo puede ser malo algo que te hace sentir tan bien? 

Existía un nosotros, aunque fuese en la oscuridad, en los camerinos después de cada actuación, con cada mirada cruzada en medio de la alta sociedad. Estábamos destinados a destruirnos, la vida nos estaba dando demasiada lluvia y yo, yo…

—Yo… todo esto…

Aquella presión en el pecho estaba ahogándome, me encontraba al filo del precipicio, no tenía paracaídas, pero si una mano que me sujetara, o eso creo. 

—Lo se, todo esto te supera, ¿No?— Dijo el chico azúcar antes de darse la vuelta para quedar cara a cara frente a mi. Las rayas que tenía pintadas en las mejillas características de Naruto, estaban difuminadas. ¿Ha estado llorando?  

Estiró su brazo y puso su mano sobre mi mejilla acariciándola con delicadeza, analizaba mi rostro como si quisiera aprenderse de memoria cada una de mis pecas, cada uno de mis lunares, cada una de mis fracciones. 

Aquella caricia era tan calidad como un día de sol en pleno invierno, cerré los ojos y me deje llevar pegándome a él, rozando nuestros labios con la timidez del que besa por primera vez. 

Electricidad.

Eso es lo que recorría y embestía mi cuerpo, una conexión que llegaba al cosmos. 

— Estás preciosa disfrazada de catwoman pero…  

Aquel tirón de ropa reventó la cremallera que cubría mis pechos dejándolos al descubierto. 

Un pequeño jadeo salió de mi boca, pero rápidamente él se ocupó de callarlo con sus labios. 

Con el frenesís del momento Yoongi se deshizo sin problema de mi disfraz, dejándome sentada sobre el tocador totalmente desnuda. A pesar de no ser la primera vez que me veía en esta situación tuve el acto reflejo de cubrirme con mis brazos, me daba un poco de vergüenza. 

—Eres perfecta, no te cubras, por favor…— Su voz era jadeante, desesperada, ansiosa. 

Retiro con cuidado mis brazos y él se pegó a mi para besarme como nunca antes me habían besado. 

Estaba claro que ambos ardíamos de deseo, nos necesitamos.

— Yoongi... — Jadeé al sentir como sus manos comenzaban a acariciar mi vagina antes de empezar a jugar.  Siempre fue delicado, parecía que se reprimía todo el rato. Pero esa mirada con la que observa mi rostro cada vez que me provoca un gemido, jamás la había visto antes. 

Parece que no soy la única que está ansiosa por follar. 

Desabroché la bragueta de su pantalón e introduje mi mano para sacar su polla dura de aquellos pantalones. 

Le dí miles de caricias mientras el me acariciaba a mi, pero ninguno de los dos quisimos terminar, asi que cuando estabamos a punto de llegar al clímax parabamos… 

Su manos agarraron mis muslos con fuerza superandolos, me dedico una mirada llena de deseo y una sonrisa pícara antes de hundirse entre mis piernas. Sus besos por la parte interna de mi entrepierna hacia que me estremeciera, que deseara unirse a él de una vez, y formar uno en este increíble juego. 

Aquella lengua húmeda y caliente labia con delicadeza mis labios mayores y menores, hasta cubrirme de su caliente baba. Mi clitoris esta hinchado, y yo estaba por las jodidas nubes. 

No quería pensar en nada, ni en que pasara despues ni en cómo será mi regreso a casa después de esto. Solo quería disfrutar de este momento, disfrutar de él, y de mi misma. Del maravilloso placer que su boca me estaba produciendo. 

Hundí mis dedos en su alborotado pelo y lo agarré con fuerzas, estaba a punto de explotar, él lo sabía y por ello aumentaba el ritmo. Quería que yo me perdiera en el placer electrizante de llegar al clima, de llegar al orgasmo con la deliciosa boca de Yoongi. 

Sus labios volvieron a besar los míos, estos estaban algo salados por mis fluidos. Sus manos agarraron mis caderas y me bajo de la cómoda, me apoyo en esta, dándole la espalda. Deslizó sus dedos por mi columna haciendo que me inclinara hacia delante, dándole una perfecta vistas de mi trasero. Lo miré por encima del hombro y sonreí, jadee ansiosa cuando metió sus dedos en el interior de mi vagina. 

—¿Tienes condones?—Preguntó y agarró mi bolso antes de obtener respuesta, estaba tan extasiada que apenas podía articular palabra. 

De mi boca salió una pequeña protesta cuando sacó sus dedos de mí, aunque me recompensó por hacerme esperar, ya que unos segundo después notaba la punta de su dura polla en mi entrada. No la introdujo, se dió el placer de jugar con ella en el borde de mi vagina. 

—¡Hazlo ya!

Supliqué desesperada.Y ¡Zas! 

Con un empujón la metió de una sola estocada, me agarré a aquella cómoda con todas mis fuerzas, me flaqueaban las piernas. Yoongi empezó a moverse, luciendo sus dotes como bailarín de kpop, menudos movimientos de caderas… 

Los productos que estaban sobre aquella estancia de madera comenzaron a moverse, un bote lleno de brochas se cayeron al suelo. Pero ninguno les dio importancia. 

—Míreme Venus…—Exigió agarrando mi pelo como si su mano fuese una goma del pelo, tiró hacia atrás, sin usar la fuerza bruta, bueno, solo la suficiente para que yo levantara la cabeza y mirara hacia el espejo, donde me encontré con aquellos oscuros iluminados por las luces que rodeaba al marco de la cómoda. — Así… así… 

Gruñó. 

Griñán después de cada embestida, 1, 2, 3, 4…

Nuestros cuerpos eran resistentes, apasionados, hechos de pecado mortal. 

Lamió mi hombro para después posar un pequeño beso y sonreí. Estaba embrujada.