Falsa emperatriz

La llegada del rey

Al cabo de dos semanas llegó el rey del imperio de las bestias divinas, ese día todo el palacio mostró elegancia y un buen porte, Alysa estaba casi lista, llevaba puesto un vestido verde con piedras alrededor del escote, la falda era larga y un poco esponjosa, como joyas llevaba aretes con esmeraldas incrustadas. Su cabello lo organizó con una diadema y en su dedo el anillo que representaba su matrimonio.

Bennett la estaba esperando en un salón cerca a la entrada del palacio, Alysa lo tomó del brazo y caminaron juntos hasta la entrada, donde vieron el carruaje del rey, de este salieron dos hombres musculosos con aspecto amenazante, abrieron la puerta del carruaje y salió su invitado.

—Bienvenido al imperio de Melione, rey Adrián —Dijo Bennett con una sonrisa

—Gracias, emperador Bennett —Distrajo su mirada en Alysa

—Un gusto rey Adrián —Sonrió de forma amable

—El gusto es mío, emperatriz —Extendió su mano, Alysa la tomó y su mano fue besaba con suavidad

Entraron al palacio donde las mujeres se sentían atraídas por el rey, un hombre con piel morena, ojos azules y el cabello plateado y lacio, parecía estar en buena forma. Su vestimenta era un traje negro con pequeños pigmentos dorados, llevaba consigo un broche de oro que tenía la cabeza de un zorro y encima una corona.

Alysa se sintió atraída por su broche, pero lo disimuló.

Detrás de ellos estaban los escoltas de Adrián, ante tanto Alysa se sintió incómoda y con tensión en su cuerpo.

—Debe estar cansado por el viaje, le parece sí descansa un poco y nos vemos al medio día —Le indicó Bennett

—Muchas gracias por su amabilidad su majestad, aceptaré —Sonrío amablemente

Alysa le indicó a uno de los sirvientes a comparar al rey a su habitación y atenderlo en lo que necesitará, para así darle una buena impresión de su amabilidad después de todo, el tiempo máximo sería un mes de estadía.

***

Adrián y sus escoltas estaban en la habitación apreciando la vista y el buen trato de Melione.

—Su majestad, usted cree que es conveniente haber venido a este imperio —Decía Marcus, su mano derecha mientras organizaba unos papeles

—Ya habíamos hablado de esto, fui yo quien solicitó la visita y la negociación, no me puedo echarme para atrás ahora que estamos en Melione —Respondió

—Entiendo esta parte, pero en sus planes estaba invadir otros países. Como por ejemplo Melione y sus aliados ¿Por qué de repente quiere negociar? —Lo miro alzando una ceja

Adrián sonrió al escuchar la pregunta

—Mi inocente y confianzudo amigo, aun no podemos asegurar una unión entre imperios, si no me convencen y no me parece un imperio favorecedor, atacare. No perderé mi oportunidad de atacar; así como hace 40 años ellos intentaron atacarnos ¿Ya lo olvidaste? —Giro su rostro para ver a Marcus dándose cuenta de que estaba pensativo, y con cabeza baja, pero después sonrió y con el ceño fruncido afirmó con la cabeza

Siguió observando el paisaje que les propinaba el balcón, observo dos pájaros, uno era un colorín azul y el otro un ave amarilla, la cual tenía el nombre de doradito tratando de comunicarse; sin embargo, una hembra de colorín azul se acercó a ellos y se quedaron sumidos en sí, el macho la miró y se alejó de ella dejándola con ave amarilla.

Adrián se confundió bastante con lo que acababa de ver, esperaba un escenario más sangriento entre las aves, aunque parecían ser de especies pacíficas. 

Dejó de observar la ventana y se acostó en la cama, se quitó el broche que traía consigo y lo observó, pensando en lo que vio en Alysa y Bennett, una pareja perfecta la cual desbordaba de amor. Recordó a su reina y sonrió deprimido.

***

Llegado el mediodía, en el salón comedor se encontraban los monarcas de los imperios, aprovechando el momento del almuerzo para hablar sobre las ventajas de cada imperio, así se la pasaron hasta que todos terminaron.

Después se dirigieron a un salón donde disputarán sobre la alianza, Alysa se sentó a un lado de Bennett. Mientras que Adrián estaba frente a ellos.

—¿Por qué quiere una alianza? —Preguntó Bennett

—Para fortalecer los vínculos entre nuestros estados, no cree que en los últimos años hemos pasado por mucho, con nosotros como aliados nuestros enemigos temblaban. También podemos ayudarnos económicamente —Explicó

—He escuchado que su imperio es bueno en la dotación de armas, joyas y demás. Están en las capacidades de apoyarnos si tenemos un enfrentamiento con distintos países en un futuro —Alysa estaba sería y su rostro no parecía reflejar ninguna emoción

—Por supuesto —Contestó Adrián seguro de lo que decía

—Sí ustedes rompen con el acuerdo y nos traicionan, no dude que nuestra respuesta será inmediata. Está dispuesto a aceptar las consecuencias —Bennett con un rostro frío se dirigió a él de tal manera que Alysa muy pocas veces lo veía así

Adrián se sintió ofendido con esas palabras, pero aun así, mostró firmeza y asintió con las cabezas. Luego la tensión fue puesta sobre la sala y las miradas inquietantes empezaron.

***

—Lo esperamos para la cena su majestad —Dijo Bennett

—Claro —Respondió

Camino por los pasillos del palacio y se detuvo, cayó arrodillado al suelo apoyándose se una cortina.

«De todas las alianzas que he hecho esta definitivamente es el la peor, debí reconsiderar mi idea y haber atacado»

Se levantó y observó por la ventana, distrajo su mirada sobre la emperatriz, que estaba con otras damas de compañía, estaba sonriente y parecía alegre.

—Para tener un rostro tan hermoso pareciera que le faltarán emociones —Mencionó

Siguió caminando y llegó al jardín, se confundió bastante al no estar en donde se suponía que debía estar, Marcus debía estar preocupado por él y esperando las últimas noticias, Eileen que lo observaba a la distancia se sintió atraída por él y se le acercó.

—Hola, ¿eres de la nobleza? —Le preguntó mientras se acercaba a él




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