Nunca se imaginó que de verdad necesitaba a Hayes para eso, no quería, no deseaba tenerlo como un aliado, pero él era su padre y la fuente de su nobleza.
Siempre tuvo que callar el nombre de los Louder, nunca tuvo la oportunidad de convivir con sus medios hermanos.
Oculta entre las sombras, al ser la hija de una esclava era tratada como tal, el amor entre su madre y el duque Hayes se deriva de una palabra, mentira.
Él la engañaba con un "te amo" y ella se llevó una idea equivocada, jurando que sí tenían un hijo, él la sacaría de su sufrimiento, si engendraron un bebé, pero no un varón.
La duquesa, si tuvo ese niño, por eso Hayes se olvidó que Eileen existía y nunca la nombró, o dio su apellido.
Sí, sí él ahora la aceptaba como hija sería una nueva noble, el título que le dieron sería real y nadie la volvería a menospreciar porque está dentro de la aristocracia.
Sus bebés estarían a salvo y el trono estaría más que cuidado.
He aquí el plan de Eileen.
Su vida técnicamente se resolvería con la aceptación del duque, pero no se dejaría convencer tan fácil. Habría una negociación intermedia.
—¿No estás cansada? —preguntó Bennett sacándola de sus pensamientos
—Sí, vamos a dormir —sonrió y sus ojos brillaron
***
Luego de llegar al palacio, Eileen solicitó inmediatamente la presencia del duque en sus aposentos, mandó a traer té para ser carismática, y Catalina era quien los servía.
Ordenó que todas sus damas se fueran.
Con una ligera excepción, de que Catalina se quedaría en la habitación escuchando, como testigo.
Solo quedaron ellos tres entre paredes dando un aire tenso.
—¿Cómo está, lady Eileen? Se ve radiante el día hoy —comentó el duque alagando
—Gracias, pero ahórrese esas palabras, no quiero escucharlo —respondió con un tono serio de voz
El duque rió ante la grandeza que tenía la mujer.
—Unos meses aquí y hasta tomas el tono de hablar de la alta sociedad en términos serios, dime ¿pensaste lo que te dije verdad? —inquirió acariciando el vello de la barba
—Sí, quiero negociar con usted —comentó
—Que interesante, ¿dígame qué es lo quieres? —preguntó el duque poniéndose cómodo en el sofá, con una sonrisa y al tanto de sus necesidades
—Quiero que me reconozca como su hija ante la alta sociedad, que me de el apellido Louder
—Eso es fácil, puedo hacer en una reunión frente a toda la aristocracia, pero dime, ¿qué ganaría yo a cambio? Si los nobles descubren tu origen, no van a aceptarme, si te ayudo. Tú me ayudas —comentó con una sonrisa oreja a oreja
Se quedaron pensando juntos, la mejor opción era mentir ante la alta corte, incluido el emperador. Por lo que con una sonrisa respondió.
—Mentiremos, ¿qué le parece una historia trágica? —hizo una pequeña pausa, el duque puso toda su atención en ella —Yo, su hija abandonada por su madre al nacer, viviendo en la burocracia, sin tener acceso a comida, agua o algún trabajo digno, moviendome con las ratas, siendo salvada por el emperador, usted en una visita al gran palacio imperial conoce a la amante de su majestad en los pasillos más lujosos apreciando el arte, la distingue y dentro de su corazón el amor de padre lo llena, pide a su majestad una prueba de paternidad y sale positiva dando así un último reencuentro en los jardines de rosas, ¿no le suena la idea? —narro con sentimiento conmovieron al duque
Formando en ellos una pequeña película, tenían gran parte solucionada, solo faltaba convencer a todos.
—De acuerdo, me gusta, pero sabes que debes ayudarme. Sí seré tu padre entonces asegúrate de mentir bien, los Louder se caracterizan por la actuación, demuéstrame que tan dramática puedes ser —se levantó del asiento apoyándose en su bastón —iré por mi rumbo, tú el tuyo, y en los jardines empezaremos a sentir empatía, prefiero cambiar tu idea de verte en los pasillos, eso no es muy común conociendo las medidas del palacio, déjame el tema de convencer al emperador —contestó dándose la vuelta, caminando a la puerta ignorando a Catalina
A ella no le importó, se acercó a Eileen y le susurró al oído.
Antes de que el duque se fuera, escuchó su nombre a sus espaldas.
—¡Espere! ¡No se puede ir así no más! —alertó la chica
Él giró su rostro preguntándose ahora qué era lo que quería.
—¿Qué pasa?
—Debemos hacer bien las cosas, podemos engañar al emperador, pero la emperatriz no es tan tonta, ella no pelearía conmigo, pero podría hacer una investigación afuera —comentó preocupada
—¿Qué clase de investigación haría la emperatriz? —inquirió él
—Sobre mi madre, yo no soy noble, solo usted me puede dar el título, pero mi maternidad podría alterarla —explico
—La emperatriz no se interesaría por eso
Catalina hizo un sonido con la garganta, llamó la atención del duque, se hizo a un lado de Eileen con el rostro serio y un porte fino.
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Editado: 24.01.2024