Falsa emperatriz

La ficha del imperio

Segundo capítulo de la actualización cuádruple por navidad y año nuevo 

 

Al día siguiente de su ceremonia, Bennett recibió a Hayes con Ossian en su oficina.

Como agricultor Ossian sabía todo sobre tierra y siembra, técnicas antiguas que podrían ayudar con la crisis económica. 

Esa mañana se discutieron temas relevantes sobre la economía.

—Cómo lo sabrá él es el mejor. Vamos muchacho no te sientas tenso ante la presencia de su majestad –Hayes rió

Ossian lo observó con respeto, tenía un portafolio el cual dejó sobre el escritorio de Bennett, dentro del maletín se encontraban semillas, escritos, un libro de siembra y por descuido un retrato de su madre. 

Bennett miró por un segundo aquel dibujo y la mujer era parecida a Alysa, llamando su atención. 

Ossian empezó a sacar todo lo que tenía, sus pertenencias más importantes y cómo lograría ayudar, tomó el dibujo de su madre y lo guardó en uno de los bolsillos.

—En este papel se encuentran las instrucciones para hacer que la tierra sea fértil, también en el libro hay una página sobre hechizos para hacer más eficaz la fuerza de la siembra –explicó 

Bennett puso atención a sus palabras, le llamó la atención el libro que tenía en las manos y empezó a leerlo, era la primera vez que lo veía. 

Lo analizo guardándolo dentro de uno de sus cajones, puso sus manos en el escritorio y observó a Ossian con seriedad.

—¿Tienes más estrategias? –preguntó

—Podríamos sembrar en tierra virgen, tengo algo de conocimiento sobre áreas del imperio que no han sido vistas y que se encuentran entre la pureza natural. Ahí debemos sembrar. 

—¿Cómo conoces sobre la tierra virgen? —Bennett volvió a preguntar 

—Mi madre me contaba historias sobre una tierra pasando la montaña, nunca la entendí hasta ahora. No es una montaña, es el palacio, el palacio tiene tierra virgen y si se sigue un camino podremos hallarla, creo que la emperatriz podría ayudarnos –comentó Ossian 

La sola mención de su esposa no le pareció, aun así, ella debía estar allí. 

—De acuerdo, duque Hayes podría dejarme a solas con él 

—Por supuesto su majestad –se levantó del asiento sonriente –, ¿quiere que llame a la emperatriz?

—Si eres tan amable, entonces sí —contestó 

Él asintió con la cabeza y salió de la habitación dejando a Ossian con el emperador.

Ossian estaba nervioso, tenía un nudo en la garganta el cual quería soltar, pero es impedido por su moral, no era capaz de pronunciar las palabras que quería decir. 

Por eso dentro de lo más profundo de su corazón oculto sus sentimientos, su verdad.

Bennett noto ese nervosismo, era muy estúpido para ocultarlo, y recordando aquel dibujo que cargaba el joven en su bolsillo, llamo su atención con un sonido que hizo con su garganta.

Ossian lo miró extrañado, pensando que había hecho algo malo, en ese momento la mirada de Bennett no era para nada amigable y eso lo puso tenso, Bennett movía sus dedos en una onda de sonidos que estaban llenando a Ossian de muchos pensamientos. 

No podía estar tranquilo mientras el emperador lo miraba. 

—Dime Ossian, ¿por qué tienes un dibujo de mi esposa en tu bolsillo? —preguntó con una sonrisa 

Él tragó en seco 

—No es la emperatriz, su majestad, ella es mi madre —respondió con educación, algo tímido 

—¿tu madre? Déjame ver el dibujo, Ossian —comentó en voz alta 

Él accedió y sacando de su bolsillo el dibujo, lo desdobló, mostrándolo al emperador.

Bennett al ver las facciones de la mujer en el papel no dejó de pensar en Alysa, ambas eran idénticas, al igual que el joven que estaba sentado enfrente de él.

Observó a Ossian con el ceño fruncido intimidando lo con la mirada. 

Recordó las palabras de Eileen y sus sospechas aumentaron, algo dentro de su ser le decía que aquel muchacho sabía la verdad.  

—¿Ossian tienes algo que decirme? —sus ojos brillaron al decir esas palabras

—No su majestad —respondió con un ligero temblor en su voz 

No estaba convencido de sus palabras, estaba seguro que le estaba mintiendo, pero antes de poder siquiera hablar la puerta de la habitación fue abierta lentamente por Hayes.

El duque tenía una mirada seria, que luego pasó a una de preocupación, dobló el ceño y entró con lentitud a la sala.

—Majestad, su majestad la emperatriz se niega a venir. Dijo que no es de su interés ya que estaba ocupada con otros asuntos —Hayes hablo con pesar

Bennett se levantó del asiento enojado, llevándose para atrás el asiento cuando se levantó, rodeó el escritorio e hizo a un lado al duque, que en el mismo momento que salió de la sala sonrió.

Hayes había manipulado las palabras de Alysa.

Ossian que estaba aún sentado tomó el retrato de su madre y la observó detallando cada uno de sus rasgos.

«Entonces la emperatriz es idéntica a mi madre, creo que es el momento de usar la verdad a mi favor» pensó 

Ossian parecía un joven realmente amable, bondadoso y carismático, pero después de saber la verdad con su hermana, quien era la emperatriz del imperio. Tomó una actitud calculadora, sería y fría.

Siempre quiso sacar provecho de su verdad y confirmar, trató de vender en muchas ocasiones el nombre de la emperatriz con la historia que una vez le contaron. 

Pero siempre lo trataron de mentiroso.

Ahora que estaba con el emperador y sabía que el matrimonio no estaba funcionando quería sacar provecho de la situación. 

«Es el momento de exponer a la emperatriz por unas cuantas monedas de oro» sonrió Ossian dentro de su pensamiento, en donde la emperatriz reinaba 

*** 

Alysa estaba tomando un ligero descanso en una habitación, se recostó en el espaldar de la silla para luego recostar su cuerpo contra el sofá.

Cerró los ojos un poco por el cansancio y pronto, empezó a rendirse en la comodidad del sofá

—¡Así que por eso no querías ir a hablar con el agricultor, holgazana! —grito Bennett, caminando hacia ella con paso fuerte 




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