CAPÍTULO 3

Su mirada estaba conteniendo una furia, tal vez esa furia hacia que su cuerpo se calentara y le ayudara a no sentir tal horrible frío en el puerto de embarcaciones. Su mente se mantenía en el pasado, le vinieron flashes, él sujetando un arma, el cuerpo de Roxana tirada sobre la nieve, una mujer con el cabello negro amenazándolo mientras tenía a Roxana como rehén, un testamento, un video reproduciéndose, dinero bañado en sangre y él nuevamente con el arma soltando un disparo.

Cerró los ojos y gimió, le producía un dolor de cabeza de tanto pensar, entonces escuchó el toque de un par de botas, el sujeto se colocó a su costado y ambos miraron el mar, las aves revoloteaban.

-¿Tanto tiempo para reunirnos en un mugroso puerto?

-¿Qué parte no entendiste que no te metieras con mi familia? -preguntó calmado.

Recorrió el viento fuerte, alborotando su cabello negro, la mujer sonrió hacia un lado y vaciló.

-Discúlpame amor, pero no lo entiendo, estoy cumpliendo con mi parte del trato –después se giro a ver a Axel y lo encontró muy serio -¿En qué he fallado?

-¿Qué haces últimamente Miriam?

-Amor ¿Desde cuando estás tan interesado por mí? –preguntó coqueta –Será que tu esposa no te atiende lo suficiente y esta será una excusa para poder verme.

-Miriam –pronunció su nombre con una voz seria y casi gruñendo.

-Calma amor, pues si lo quieres saber, sigo trabajando como abogada, estoy en un nuevo caso y por supuesto alguien metió la pata, estoy con mucho papeleo, amor, no te imaginas tan cansada que me encuentro.

-¡Déjate de tus payasadas! –exclamó furioso Axel, al mismo tiempo sujetándola bruscamente de sus mejillas y amenazándola con un cuchillo.

-¡Acaso enloqueciste! –le reclamó -¡Axel me haces daño! ¡Basta!

-¡Tú! ¡Tú me mantienes loco! –ella sonrió ante tal comentario -¡¿Crees que estoy bromeando?! –ella tomó fuerza y se abalanzó hacia los labios de Axel.

Este al principio forcejeo pero no lo suficiente para que al final, ambos se plantaran un peligroso y apasionado beso.

-Sabía que no te ibas a olvidar de mí Axel –sonrió Miriam, acariciándole su rostro –Sigues manteniendo esa chispa, esa locura, esa pasión...

Él frunció el ceño y la empujó bruscamente, al ver el pintalabios de la mujer arruinado, se limpió los labios.

-Axel, no seas terco, sabes bien que siempre estaré contigo...

-¡No! ¡No Miriam! ¡Basta! –le amenazó con el dedo –Escúchame bien maldita víbora, no te acerques a mi familia, no sé qué nuevos planes tienes pero ¡Lo voy a descubrir, tarde o temprano! ¿Me oíste?

-¿Qué te pasa Axel? –preguntó entristecida y acercándose lentamente -¿Qué es lo que te perturba?

-¡Aléjate! –le amenazó y ella llegó a él, acariciando su cuerpo, este soltó un suspiro y cerró los ojos, disfrutando tal toque prohibido

-Dime –le susurró al oído y le dio una leve mordida

-Mi hijo Matt aún no sabe la verdad, aunque sospecho que ya investigó lo suficiente y ahora me mira con unos ojos maliciosos y juzgadores.

-Juzgadores no amor, en eso tal vez te equivocas –le dio un beso en el cuello –Sabes amor, él te admira, se notaba desde pequeño ¿Hay algo más?

-Le llegó una nota, sé que no fue dirigida para él, quizá nos incluye a todos, bueno, en especial a Roxana y a mí –la mujer bufó al escuchar el nombre de la esposa.

-Ahora entiendo amor, pero no te preocupes, lo que tengo entendido es que tu hijo y tú tienen una buena comunicación –lentamente movió su cabeza hacia atrás y ella alzó su rostro para poder besarlo –Déjate llevar amor, esta vez confía en mí y déjame entrar...

Cerró los ojos, tal rozamiento le hacía viajar al pasado, en tiempos rebeldes. Sin embargo, una risa le llegó a su mente, su corazón latió, lo sintió cálido y escucho su nombre "Axel", la voz de Roxana rebotaba en su mente, su aroma, su tacto, su sonrisa y sus labios, ella era a quien amaba. Regresó a su presente y frunció el ceño, sintió las manos de Miriam paseando por su cuerpo hasta llegar a su parte íntima.

Él le tomó con suavidad sus manos y la alejó.

-Sabía...

-Te equivocas Miriam, fuiste y serás un error, yo amo y adoro a Roxana con todo mi alma, decidí pasar el resto de mi vida con ella, no voy a arruinar a mi familia por un momento de placer ni mucho menos con una víbora como tú –se alejó sin decir más y se dio media vuelta –Te quiero lejos, no te acerques a mi familia, no empieces una guerra que sabes que vas a perder, pierdes tu tiempo queriendo destrozarme.

Se miraron desafiantes por un corto tiempo y ella negó con una sonrisa maliciosa.

-Nadie puede escaparse de su pasado, quiero ver quien pierde, Axel.

-Te metes con la familia equivocada –finalizó y cerró la puerta de su auto.

...

Al otro lado de la ciudad, se abría la puerta de un auto y salía Alison frente al cementerio. Estando frente a la tumba de su difunta y querida amiga, su rostro se tornó oscuro y serio, parpadeó varias veces para no derramar ni una lágrima y apretó su mano que tenía un pedazo de papel.

-No más siendo una niña dulce, Sharon, se acabó –soltó con un hilo de voz –Te juré que me iba a vengar y no lo voy a dudar, no voy a tolerar otra muerte –sacó un encendedor y quemó el papel –También tengo asuntos que arreglar, ya no puedo seguir disfrazándome de oveja –vio el papel arder sobre la tumba de su amiga y el mismo viento llevando las cenizas, le dio una sonrisa nostálgica y se dio media vuelta.

Cuando se alejó unas cuantas cuadras del cementerio, entró a una tienda de artefactos y compró una grabadora, en cuanto salió, pasó por un puesto en la cual vendían periódicos y decía lo siguiente.

"Una víctima más por el caso de cyberbullying. Autoridades ponen en marcha este serio caso ante insistentes protestas"

"Daniela Sánchez, pierde la vida antes de tres semanas de su graduación de universidad, por el cyberbullying"