Obsesión Enfermiza

Un Fanfic De: Kimetsu No Yaiba

Título: Obsesión Enfermiza.

Personajes:

Zenitsu Agatsuma

Nezuko Kamado

¡ADVERTENCIA!

Esta historia contiene alto contenido de: +18, acoso, violencia, sangre, descripciones graficas y violaciones. Leer bajo su propia responsabilidad. Por favor, si no te gusta este tipo de temas, abstente de leerlo.

Este relato está situado después de que Zenitsu e Inosuke se unieran a Tanjiro.

Los personajes no me pertenecen, son exclusivamente de Koyoharu Gotouge, también llamado el “asesino de personajes favoritos”.

Espero disfruten.

   -¡Ne-zu-ko-chan!-. La voz chillona y molesta de cierto rubio se escuchaba por toda la misión de la casa de las glicinias-. ¡NEZUKO-CHAN! ¡NO SEAS MALA, NO ME IGNORES!-. Cierta pelinegra con ese nombre, al escucharlo, comenzó a caminar rápidamente a otro lugar lejos de él-. ¡NEZUKO-CHAAAAAAAAN!

   La insistencia del rubio hacia que le produjeran escalofríos a la otra, dándole una sensación de que tenía que alejarse de él. Camino a paso apresurado hasta la habitación en donde se hospedaban todos. Su objetivo era llegar hasta su caja, meterse y no salir hasta que llegara su hermano.

   -♫Ne-zu-ko-chan…♪-. Le susurraron al oído por detrás, haciendo que se pusiera en guardia y volteara en dirección de donde provenía el sonido. No había nada-. ¿Nezuko-chan pensó que sería más rápida que yo?

   Los ojos de ella se agrandaron de la sorpresa de tenerlo nuevamente detrás de ella, no lo había sentido ni escuchado. Parecía un fantasma.

   Su guardia se activo nuevamente pero no le sirvió de mucho, un fuerte golpe en el estómago y luego en los tobillos hizo que terminara en el piso. Con el rubio encima, impidiéndole cualquier movimiento.

   -¿Nezuko-chan? ¿Por qué me desprecias tanto? ¿No ves que estoy herido? ¡Necesito de tu amor…!-. Su voz melosa y alegre no cuadraba en absoluto con los ojos carentes de luz que poseía Zenitsu en ese momento. Parecía una persona completamente diferente a él-. ¡Hey…! ¿Sabes? No me gusta que me ignoren. Eso duele. ¿Sabes cuánto me duele tu deprecio, Nezuko-chan?-. El insistente forcejeo que ella hacía para zafarse del agarre no lo desalentaba en lo absoluto. Al contrario, le incitaba a seguir-. Te puedo dejar ir si quieres…

   Él suelta su agarre de ella y pone sus manos a los lados de su cara con una pequeña sonrisa ladina surcando su rostro. No paso ni un segundo y el pelirrubio ya se encontraba estampado contra una de las paredes de la habitación. Nezuko estaba en posición de defensa.

   -¡jum! ¡jum!-. Profería molesta por el comportamiento del otro.

   -Ya te dije que eso me duele… Nezuko-chan, disfrutemos esta noche llena de soledad. Tanjiro e Inosuke no están. Los dueños de este lugar también se fueron. Sería un desperdicio no aprovechar esta gran oportunidad-. Sus ojos tenían un brillo rojo lleno de malicia. Sus planes no eran nada buenos y ella lo presentía.

   Salió corriendo hacia otro lugar lejos de él. No quería tenerlo cerca y aunque no entendiera por completo todo lo que le dijo, tenía el presentimiento que nada bueno saldría de estar cerca de ese chico.

   Un destello a su lado la alarmó volteándose enseguida y deteniéndose en el momento.

   No había nada ante ella.

   -Nezuko-chan… ¿Estamos jugando a las escondidas?-. Un dolor punzante se hizo presente en su cuerpo. Al mirar hacia sí misma encontró la espada de Zenitsu atravesando su pecho. No podía moverse, sentía que una descarga eléctrica pasaba por su cuerpo inmovilizándola-. No creo que quieras jugar conmigo. Soy un cazador después de todo… -. Le susurraba peligrosamente cerca de su oído, rozándolo, casi como un beso.

   Sus garras crecieron considerablemente antes de atacarlo directamente a los ojos. Él lo esquivó sin ningún problema, solo con uno que otro rasguño en la mejilla. Al estar a una distancia considerable alzo entre sus manos algo que le pertenecía a ella.

   Nezuko quedo atónita al verse a sí misma y encontrar que le habían cortado las manos. El dolor no la paralizó y comenzó a alejarse nuevamente.

   Zenitsu era un humano y a los humanos tenía que protegerlos, no lastimarlos. Por eso, prefería evitar luchar con él.

   -¿Oh? ¿Me sigues evadiendo?-. Alza las partes de ella que tenía en sus manos hasta su cara-. No importa… Así es más divertido-. Saca su lengua lentamente para lamer la carne que goteaba sangre constantemente. Un escalofrió de placer recorrió todo su cuerpo-. ¡Oh! ¡Nezuko-chan es tan dulce!