Fantasía de un último deseo

Presentimiento

El domingo en la mañana la alarma lo despertó, pero al revisar el mapa ya no había nada. Aquella situación se repitió tres veces más. La última vez que sucedió, ya se estaba vistiendo cuando el Invasor desapareció nuevamente del mapa. Lo primero que pensó, y sin duda alguna, fue que Max los estaba derrotando. No tenía sentido que fuera pelear.

Se volvió acostar en la cama mirando el techo de su habitación. ¡Cómo estaba cambiando su vida en menos de una semana! Tenía ganas de contarle todo a sus amigos. Como el Jefe no le había dicho de que mantuviera todo en secreto, pensó en contarlo. Pero al instante desechó ese pensamiento al recordar de que los poderes de los Cazadores eran invisibles al resto de los humanos.

Trató de volver a dormir, pero el calor sofocante de abril lo obligó a levantarse. Muerto de curiosidad prendió su computadora para revisar sus redes sociales. En Facebook, Yuuki le había mandado una solicitud de amistad. La aceptó de inmediato. Descendió por una serie de publicaciones sin sentido, bromas y vídeos interesantes de videojuegos. Una de las noticias le llamó la atención.

"MASACRE AL SUR DE LYON"

Una familia compuesta por ocho integrantes fue asesinada hace dos semanas en una granja ubicada al sur de Lyon. Todos los cuerpos habían sido estrangulados. El principal sospechoso era el hijo mayor que se había dado a la fuga. Un alto contingente policial se ha desplegado para encontrarlo.

Alex consideró la posibilidad de que fuera obra de un Invasor, pero el hijo mayor de la familia había escapado. De seguro él los mató a todos. Y como es de suponer en estos casos, lo más probable es que se haya suicidado.

Y como si hubiese sabido desde un principio toda la historia, debajo de esa noticia se encontraba otra, con información de último minuto, acertando en el suicidio.

Hoy en la madrugada encontraron el cuerpo del hijo mayor, completamente estupefacto. Había envejecido al menos ochenta años. ¿Cuánto tiempo llevaba en descomposición? El medio de noticia local entrevistó al jefe de policía y se cree que el sujeto se mató después de cometer la masacre, por lo que llevaba casi dos semanas en descomposición. Iban a llevar el cuerpo al Centro de Medicina Forense para saber más sobre su muerte.

"El caso ya está resuelto. Aunque hay algo raro en todo esto..."

Un grito, que no era de su madre, lo llamó. Provenía de fuera de la casa. Era Nicholas. Recordó que habían acordado juntarse hoy. Lo había olvidado por completo.

Alex disfrutó todo el día con su amigo. Estuvieron conversando de todo, vieron vídeos muy graciosos, jugaron tenis de mesa y se viciaron a los videojuegos. Muy entrada la tarde, Nicholas tocó el tema que aquejaba a Alex.

―Y, ¿qué tenías que contarme? ―preguntó Nicholas. Estaban jugando a Super Mario Kart 8 Deluxe en la consola Nintendo Switch.

―Nada. La verdad es que confundí un sueño con la realidad. Me había quedado dormido en el bus y pensé haber visto seres sobrenaturales. Todo había sido un sueño ―mintió.

Ambos se hablaban, mirando fijamente al televisor. Nicholas llevaba la delantera en la carrera, pero Alex lo seguía de muy cerca, junto a un caparazón rojo, esperando la oportunidad para lanzarlo y ganar la carrera.

―¿O sea que el otro día cuando nos encontramos ibas a contarme sobre eso, pensando que había sido verdad? ―rio― ¡Hombre, estás chiflado!

Alex rio también. Se sentía aliviado de no haberle dicho por todo lo que ha pasado estos días. Si supiera la verdad, quizás que cosas le diría.

Cuando la línea de meta ya se lograba divisar, Alex lanzó el caparazón que impactó en el personaje de Nicholas. Aquella acción le permitió pasar al primer lugar y ganar la carrera. Celebró jubiloso con los brazos extendidos al aire.

―¡Hijo de puta! ―exclamó Nicholas.

Continuaron jugando en silencio por varios minutos. La siguiente carrera la volvió a ganar Alex.

―¿Cuándo tienes pensado tener novia? ―le preguntó, de repente, Nicholas―. Yo ya te tomé la delantera. Ya va siendo hora de que tengas una.

"De nuevo con esa cuestión. Ya me tiene cansado".

―Te dije que no estoy interesado en esas cosas. Nunca he tenido novia y no sé cómo sería con lo bruto y tonto que soy en ese tema.

―Tienes mucha razón. Te conozco muy bien. Eres demasiado tonto. En vez de darle un beso, le darías un cabezazo ―dijo su amigo volviéndose a reír.

―¡Te pasaste! ¡Eso ya sería muy estúpido!

―Y en vez de darle un peluche, le darías un cactus para que abrace todas las noches. Con lo sádico que a veces te vuelves, no esperaría menos que eso.

Ambos rieron escandalosamente. La risa era tal, que no podían mantenerse de pie.

―¡Cómo me dices eso! Soy tonto, pero nunca tanto para hacer esas cosas.

La risa se mantuvo por varios minutos más. Cuando ya pensaban que había pasado, volvían a estallar carcajadas. Cuando al fin pudieron tranquilizarse, Alex tomó la palabra.

―Soñé con ella.

―No me digas que con ella.

―Sí. Con Susan.

Nicholas suspiró. No esperaba que Alex volviera a decir ese nombre.

―Pensé que ya la habías olvidado ―dijo Nicholas en tono de reproche. Dejó el juego en pausa.

―Sí, ya la olvidé. Pero, de vez en cuando sueño con ella.

―Alex, a ti lo que te falta es conocer a personas, enamorarte de alguien y ya desterrar completamente a Susan.

―Me da miedo. Pensar que pudiera pasar por lo mismo otra vez, me da miedo. Volver a sufrir, volver a llorar, volver a perder la cabeza por una mujer. No. No me puedo volver a enamorar.

―Es que, Alex, así es la vida. Hay que saber arriesgarse. Y demostrar que después del fracaso amoroso que tuviste, aprendiste cosas y que ahora eres alguien más maduro.

La mirada de Alex era triste y parecía perdida en el espacio de su pequeño cuarto.

―Si me pasa algo, si me vuelven a dañar, voy a terminar recurriendo a ti para desahogarme.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.