Fantasía de un último deseo

Diario de vida IX

 

Lunes 8 de octubre de 2018

Pese a todas las dificultades que hemos tenido, logramos seguir con la investigación gracias a la información que me compartió Naomi. Eran cinco jóvenes desaparecidos de quinto año de la carrera de Medicina. Todos ayudantes del Doctor de Embriología, Snader Bolt. Hoy nos acercamos a él y amablemente nos explicó lo sucedido.

Se mantuvo la misma dinámica de lo ocurrido con el Doctor Cars. Insistencia de los alumnos y luego, después de que él accedía a darles información, desaparecían (de hecho, uno de ellos fue encontrado muerto y el resto sigue sin ser hallado). También nos contó que una copia de sus informes de investigación se perdió sin explicación alguna.

¿Qué información contenían esos informes? Pues detalles precisos del desarrollo embrionario del ser humano, explicada paso a paso y con indicaciones para saber en qué momento se puede alterar la formación.

El Jefe me dijo que probablemente (según la información con la que disponemos), Duriel quiere alterar de alguna forma a los seres humanos y lo más seguro es que está utilizando como conejillos de india los cuerpos que ha usado como reservorio.

Hasta el momento no tenemos indicios de que haya más Invasores como Duriel. Pero he estado pensando en los profesores que están desaparecidos. Ellos durante mucho tiempo se han hecho pasar por seres humanos. La pregunta es... ¿Desde cuándo? ¿Cómo han podido estar en el mismo cuerpo tanto tiempo si Duriel lo cambia cada semana? ¿Por qué lo hace entonces si no lo necesita? Algo no tiene lógica en todo esto.

Quizás solo son Invasores que han sabido convivir y ocultar su presencia muy bien... y tienen el mismo aspecto que nosotros. ¿Será posible?

¡Estoy tan confundida!

El Jefe y yo creemos que sí tienen un aspecto humano, aunque barajamos la opción de que tengan un comportamiento similar al de Duriel. No podemos descartar nada aún.

Lamentablemente aquellos Invasores escaparon y no hay rastro de ellos. Me pregunto en qué cosas estarán metidos y si tendrán alguna relación con Duriel.

Olvidé comentar un asunto que me tiene intrigada. Hoy vi a un extraño individuo rondando en la Facultad. Parecía estar buscando a alguien sin éxito alguno porque daba vueltas sin sentido y se le veía muy contrariado.

Era alto y tan musculoso que la ropa de colegio que traía puesta le quedaba apretada. Llevaba un gorro que ocultaba parte de su pelo, pero estoy segura de que aprecié mechones rubios que trataban de escapar por su nuca. En algún lado lo he visto, pero no recuerdo dónde.

Miércoles 10 de octubre de 2018

Con Naomi hemos podido dar un nuevo paso y creemos que estamos muy cerca de Duriel. Lo más seguro es que esté haciendo todo lo posible para que no lo encuentre. Sin embargo, el camino está claro. O probablemente me equivoco y la facilidad de las cosas se ha dado porque quiere que nos veamos las caras muy pronto. Al fin y al cabo, él ha controlado todas las jugadas.

―¿Estas nerviosa? ―preguntó Naomi mientras íbamos a reunirnos con un compañero de clases de una de las personas desaparecidas. Accedió a hablar con nosotras al enterarse de que estamos tratando de resolver el misterio de la Facultad.

―Mas o menos. Aunque en realidad estoy emocionada y deseosa de matarlo de una vez por todas. Está situación de seguir su rastro por las personas que van muriendo me está desesperando ―dije seriamente.

―Esperemos que todo resulte. Lamentablemente la Asociación no ha enviado respuesta alguna.

El alumno de quinto año de Medicina apareció con su bata médica. Venía de su práctica clínica. Se le notaba un tanto nervioso y preocupado, mirando a su alrededor con mucho recelo. Sus manos tiritaban a cada momento y no dejaba de tocarse su pelo largo y sus brazos. Al parecer todo lo que ha sucedido le ha causado un trastorno adaptativo. 

Nos relató que su compañera empezó a sufrir cambios drásticos de personalidad. Y no solo eso, a cada segundo hablaba sobre extraños experimentos que le gustaría realizar, deseando que algún académico la considerada porque el Doctor de Embriología la estaba tratando de chiflada.

―¿Qué tipo de experimentos? ―consultó Naomi. Traía, como siempre, una libreta donde anotaba toda la información que recopilábamos.

―Decía cosas muy raras como convertir a los seres humanos en otra especie. Transformarlos en un ser más poderoso e inteligente. ¿Acaso es eso posible? Decía que sus experimentos ya estaban siendo montados en un laboratorio súper secreto, pero quería hacerlos aquí porque disponía de todos los instrumentos e información adecuada. Las últimas veces que hablábamos me estaba poniendo muy tenso e incluso me llegó a amenazar con matarme si es que decía algo al respecto. No sé me ha quitado aquel miedo tan profundo... No sé si seguirá con vida, solo espero no verla nunca más. Es curioso... Antes de que tuviera ese cambio de actitud me gustaba mucho ―guardó silencio para tragar saliva. Se le notaba cada vez más asustado―.  No sé qué habrá pasado. Y por lo que me he enterado no es solo a ella. A lo largo de este año han sido muchas personas las afectadas por este extraño síndrome. Es como si un bicho se les metiera por dentro y les empezara a comer hasta matarlos o desaparecerlos del mapa. Estoy muy angustiado, cada mañana me despierto asustado pensando que quizás me convertiré en alguien muy distinto como le ha pasado al resto.

Tiene toda la razón. Es un puto bicho llamado Duriel que se apodera de las personas siguiendo ambiciones que aún no logro descifrar.

La historia que nos contó el muchacho es lamentable y quizás cuantos más han pasado por lo mismo. Tengo que detener esto como sea.




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