Confusión en un solitario corazón

―¡He llegado a casa! ―vociferó fingiendo que alguien lo estaría recibiendo con los brazos abiertos, pero solo la soledad y oscuridad de su vivienda le dieron una sombría bienvenida.

Su grito, lleno de emociones sin sentido y como acostumbraba a ser, fue con tanta fuerza que las paredes retumbaron y los perros de sus vecinos ladraron sin parar por casi una hora. Siempre que Max estaba cerca, los animales del barrio estallaban en bramidos sin cesar.

Lo primero que hizo tras cruzar el umbral, fue cerrar la puerta fuertemente con una patada. Logró percatarse de un leve quejido de esta, pero no le prestó mayor atención. Se sentía muy molesto y el mutismo de su departamento solo le empeoraba la bilis que se acumulaba en su conducta.

Tras matar a los últimos Invasores que habían aparecido después de dejar solos a sus amigos para que dieran rienda suelta a un posible romance alocado, se quedó recorriendo a pasos sosegados gran parte de la ciudad. Mantuvo la vista mirando el suelo y las manos ocultas en los bolsillos de su pantalón durante gran parte del camino. En cierta parte se sentía muy aburrido con la vida que llevaba.

Durante las últimas vacaciones solo hizo tres cosas en específico: matar Invasores, entrenar y buscar a Luna. Tampoco es que tuviese algún otro panorama interesante. Dos semanas después de egresar de la secundaria había perdido contacto con la gran mayoría de sus compañeros de colegio, con algunos aún mantenía solo conversaciones por redes sociales. Yuuki era la única con quien sostenía una relación estrecha. Lamentablemente estuvo durante un mes sin verla y eso lo afligió mucho.

Cada cierto día, cuando tenía tiempo libre, repasaba materia universitaria para estar preparado.

"Yuuki... Yuuki... Yuuki... Eres una mujer tan odiosa".

La culpa de su confusión actual la tenía Alex, solo él. Su cabeza era un remolino de ideas contrapuestas tras la pregunta que le había hecho.

"Es imposible que alguien como ella me guste... No seas idiota, Alex. Si la estoy extrañando es solamente por todo el tiempo que hemos estado juntos. Es normal que me pase cuando ha sido una gran amiga".

―¡Y yo que te estaba ayudando, hijo de puta! ―siguió gritando en su desamparado hogar―. ¡Dale de una vez la oportunidad a esa estúpida de pelo violeta! ¡Me tienen cansado con sus dramas amorosos!

Se derribó en la cama completamente agotado. Quería pensar en cómo seguiría su vida en los meses venideros. Pese a que las clases las empezaría en las siguientes horas, quería dejar tiempo para buscar a Luna a como dé lugar. Aun se sentía responsable por la desaparición de ella. Pensaba que, si se hubiera dado cuenta a tiempo de la verdadera identidad de Axel, podría haber cambiado los hechos. Recordar aquellos eventos en los que estuvo a punto de morir le causaba mucha frustración. Sabía muy bien que si el Jefe no hubiese llegado a tiempo, habría muerto solo por culpa de su ingenuidad y debilidad.

"Tengo dos teorías posibles. La primera es que Luna quedó muy impactada por todo lo que le pasó que se vio en la necesidad de aislarse. Creo que es lo más probable. El problema principal está en el hecho de que nadie en el mundo la ha visto. Ni siquiera ha servido la considerable cantidad de Cazadores Espirituales que la han estado buscando. La segunda hipótesis que barajo es que Balam sobrevivió y se llevó a Luna a Inframundo, que al parecer era lo que quería. ¿Si quedó tan lastimado cómo es posible que haya sido capaz de llegar a la casa del Jefe antes que nosotros? Aunque, a decir verdad, también estábamos muy cansados. Recuerdo que ese día, pese a que tratamos de caminar rápido, nos era muy difícil por el estado de nuestros cuerpos".

No dejaba de darle vueltas al asunto, había muchas cosas que no podía entender. Si tan solo pudiera encontrar alguna solución... A diario durante las vacaciones, estaba por varios minutos concentrado usando la Percepción Espiritual. Trataba de sentir la energía de ella en cualquier lugar de la ciudad. Sin embargo, siempre fracasó. O desapareció de Lyon o estaba escondiendo muy bien su presencia.

"Necesito pensar y recordar bien lo que sucedió ese día. Cuando llegamos al campo de batalla, Alex estaba a punto de morir a manos de Balam y Luna estaba desmayada. Naomi la tomó en brazos y se la llevó a la casa del Jefe... Continuamos con la pelea y fuimos capaces de derrotarlo. Causó una enorme explosión y gracias al jefe escapamos. La Energía Espiritual de Balam se desvaneció totalmente y lo dimos por muerto. Es lo más lógico, pero creo que hay algo que estoy pasando por alto..."

Estaba boca abajo en la cama con la cabeza enterrada en la almohada, a tal punto que se estaba asfixiando, pero estaba tan concentrado en el flujo de sus pensamientos que no se percató de ese detalle. Trataba de buscar una avería o cualquier extrañeza de los sucesos ocurridos. Sabía que algo no concordaba.

Se levantó de golpe cuando ya no era capaz de estar acostado sin respirar, pero en realidad lo hizo porque se dio cuenta qué era lo anormal.

"Espera... espera... algo no encaja en esos hechos... La casa del Jefe está a cinco kilómetros del punto donde peleamos. ¿Cómo lo hizo Naomi para dejar a Luna ahí y volver a ayudarnos en la pelea? Fue demasiado rápida y ella no tiene las habilidades para hacerlo. Recorrer ida y vuelta esa distancia le habría tomado mínimo media hora... ¿Cómo lo hizo? Es algo que seguro nadie se lo preguntó. Es normal, nadie sospecharía de Naomi... No tiene sentido que dude de ella porque la máquina del Jefe reconoció que estuvo su Energía Espiritual junto con la de Luna... Oh, mierda.... ¿Y si es una Invasora y nos ha engañado todo este tiempo?"

Se sentía muy perturbado al pensar en una posible traición de Naomi. No quería dudar de ella. Sin embargo, lo que encontraba más extraño es que sentía que ya había tenido aquellos pensamientos en algún momento, pero no recordaba cuándo.