Stella vs Luna

Si hubiesen sido otras las condiciones, y conducida por toda la rabia que tenía acumulada, Stella habría atacado de inmediato sin dar ninguna oportunidad a su enemigo. Sin embargo, esta vez la situación era muy distinta a lo que solía estar acostumbrada.

No podía comprender y ni siquiera entender qué era lo que planeaba Luna. Primero, había ido a verla a la celda donde estaba recluida. Muy amablemente y casi preocupada por ella le habló con compasión, para solo minutos después lastimarla con un puñetazo en la boca y múltiples patadas en las costillas.

Creyó que la tortura solo estaba comenzando, pero después la llevó a su habitación y no la volvió a lastimar. No solo había curado las heridas que ella misma le había causado, sino que también le permitió refrescarse bajo un chorro de agua y alimentarse como correspondía. La carne y las semillas le recuperaron las fuerzas para moverse con un poco más de naturalidad.

Estaba sorprendida por los constantes cambios de personalidad de Luna y no sabía qué esperar al respecto. Lo único que podía vislumbrar con un poco de claridad, era su muerte al final de un camino indeterminado.

Le enseñó bastante sobre los Invasores y la vida que llevaban, hasta el punto de, en cierta parte, sentir lástima por todos los que ha matado. Además, le había dado el privilegio de volver a caminar al aire libre, lo cual quitó toda la pesadez que había acumulado tras dos semanas encarcelada. Ya cuando habían llegado a la salida de la ciudad, podía sentir el cuerpo casi con normalidad.

"¿Qué pretendes? ¿Solo pelear conmigo por una revancha sin sentido? ¿Para eso me trajiste a este lugar? ¿Solo con este fin mataste a tanta gente inocente? ¿Quieres asesinarme con tus propias manos? ¡¿Qué es lo que quieres, maldita desgraciada?!"

Tras liberar su espada, la sensación de sentirla en su mano era increíble. ¡Cómo la extrañó! Activó de inmediato su Percepción y Defensa Espiritual. Esta vez, más que presentimientos era capaz de percibir la enorme energía maligna de Luna y que crecía a cada segundo. Estaba mayormente concentrada en sus manos, casi como si se tratara del poder de Alex, pero usando magias de dos tipos a la vez.

Sentía que el tiempo se detenía a la vez que respiraba con más dificultad. Si en la ciudad hacía calor, el desierto era casi el mismo infierno. De vez en cuando, se escuchaban monstruosos rugidos provenientes del interior del planeta. ¿Cómo tenía pensado pelear en un ambiente tan hostil?

Luna aun no realizaba ningún movimiento aparte de tener sus manos alzadas a la altura de la cara. Sin embargo, reconocía aquella mirada. Solo reflejaba el deseo de realizar el primer ataque. Estaba segura de que se sentía igual que ella. El sonido del fuerte viento le recordaba al de una campanilla que le indicaba que el combate ya había empezado y tenía que atacar antes de darle mayor control a su rival.

Solo miraba con atención, esperando el momento oportuno. ¿Por qué estaba dudando tanto? No lo sabía.

Era tal su concentración en lo que podría hacer Luna, que no se dio cuenta que un meteorito estuvo a punto de golpearla. Alcanzó a esquivarlo a duras penas. No era lo único de lo que tenía que preocuparse. Tampoco podía permanecer tanto tiempo inmóvil porque las arenas del desierto se agitaban bruscamente y trataban de engullirla hacia lo más profundo de aquel planeta. Para empeorar el panorama, a lo lejos se acercaban peligrosamente múltiples tormentas.

"Luna tenía razón. Este desierto es un caos. Ahora entiendo por qué no han construido nada fuera de los muros de la ciudad. No solo tengo que estar atenta a ella, ahora debo prestar atención al ambiente. Cualquier cosa podría pasar. Y aquellos ruidos subterráneos dan escalofríos".

―Stella ―pronunció Luna. Su tranquilidad era abrumadora. Sin embargo, estaba tan ansiosa como su contrincante. Este momento lo esperaba desde que la vio sentada mirando tras la ventana de la celda―. Esta batalla será muy distinta a la que tuvimos en la Tierra. Me he vuelto más fuerte y experta en el uso de la magia. He aprendido bastante viviendo con Invasores.

"No me interesa si te hiciste más fuerte, tengo que matarte para escapar".

Stella aún seguía inmóvil esperando la oportunidad de atacar. ¿A qué le tengo miedo? Se preguntó constantemente mientras tragaba saliva sin parar. Quería arremeter, cortar en pedazos a la Reina y tirar su cabeza a la ciudad con un mensaje claro de que con ella nadie se metía. Sin embargo, algo se lo impedía. Era una sensación que iba mucho más allá del ambiente y de las técnicas mágicas que estaba desplegando su rival. Era algo que yacía en el interior de Luna y que le causaba mucho temor y disgusto, un sentimiento de miedo que nunca había tenido cuando se había enfrentado a Duriel ni a ningún otro enemigo. ¿Era solo porque la podía catalogar como una Invasora rango cero? ¿Era solo eso? No, sentía algo mucho más intenso y poderoso.

No tuvo tiempo para reaccionar ni pestañear cuando todo su cuerpo estaba siendo abrasado. Solo se dio cuenta que Luna había movido levemente la mano en dirección hacia ella y tronaba los dedos para que unas intensas llamas la rodeada.

Liberó un poco de su Energía Espiritual para apagar el fuego, y aunque intentó pasar al ataque, se vio en la necesidad de solo defenderse con escudos mágicos. Luna le lanzaba continuamente hechizos de hielo y fuego. A pesar de que ninguna le acertaba, podía sentir la intensidad de estas.

"No puedo seguir defendiéndome. A este paso, consumiré toda mi Energía Espiritual creando Escudo. Tarde o temprano, me alcanzará y me hará mucho daño".

Intentó lanzar un hechizo de rayo directo a la cabeza de Luna, pero esta se defendió a tiempo, mientras levitaba y seguía lanzando sus técnicas.

"Está usando cuatro magias distintas al mismo tiempo... Levitación, Escudo, Hielo y Fuego. ¡Ha mejorado muchísimo! Creo que en nuestro anterior combate apenas podía usar dos técnicas a la vez. El problema principal es que está levitando, con lo cual puede desplazarse libremente en el campo sin necesidad de preocuparse por la arena... ¡Maldición! Si tan solo estuviera en óptimas condiciones. Me siento muy cansada y débil. Aun no me he podido recuperar completamente. No puedo alargar mucho esta pelea o estaré acabada. Tengo que buscar la forma de terminar esto pronto".