El sol pegaba fuerte en la Playa de Buceo, y la arena caliente se filtraba entre mis dedos mientras observaba cómo todos se acomodaban. Era un día "informal" para la facultad, una especie de encuentro entre todas las carreras de la FADU: Comunicación Visual, Arquitectura, Diseño Industrial... hasta Artes Escénicas estaba ahí. La excusa oficial era pasar el día juntos, pero todos sabíamos que el verdadero objetivo era competir en fútbol y vóley, y de paso socializar un poco.
Traje mi bolso con lo esencial: agua, toalla, algo de comida para compartir. Por un momento me sentí nerviosa, no por la gente, sino por Zayn, que estaba a mi lado desde que llegamos y se veía... demasiado cómodo tomándome la mano como si realmente fuéramos novios.
Mientras caminábamos hacia la playa, sentí un leve escalofrío. No era por el viento, sino porque entre la multitud apareció Lisa, la ex de Mike del año pasado, conocida por sus comentarios sarcásticos y su manera de dejar a todos incómodos. Verla ahí me hizo recordar aquel cumpleaños de Mike, cuando sus palabras me habían dejado expuesta frente a todos.
—¡Vaya, vaya! —dijo con esa sonrisa calculadora que nunca llegaba a ser amable—. Charlotte, me alegra verte... claro que la última vez no fue realmente placentero.
No podía evitar sentir cierta tensión. Lisa no venía sola; estaba con su grupo de amigas, listas para interrumpir la paz. De algún modo, me había convertido en su objetivo personal y ni siquiera había interactuado mucho con ella.
—Bueno, bueno, Lisa... pensé que los vampiros no podían salir de día —dijo Lara, burlándose.
Lisa ni siquiera parpadeó; sus ojos se clavaron en mí.
—Porque no me extraña que tu prima aún pelee tus batallas —dijo, acercándose más de la cuenta—. No te olvides que al final siempre me eligen a mí, y a vos... bueno, nadie realmente quiere a una indecisa que ni puede defenderse a sí misma.
Apenas había susurrado las palabras, pero sentí como si las hubiera gritado a los cuatro vientos para que todos la escucharan. Esta vez no iba a dejar que algo así volviera a pasar; iba a marcarle su límite.
—Te veo demasiado preocupada por lo que hago, Lisa. ¿Acaso Mike ya no te da atención?
Me alejé completamente de ella, sin darle la oportunidad de responder. Lara soltó una risa entrecortada mientras volvía para alcanzarme, dejándola atrás.
—Bueno, primita, sí parece que por fin muestras las garras —dijo Lara, riendo—. Lástima que no la pusiste en su lugar en su momento.
El recuerdo me golpeó sin pedir permiso, arrastrándome de nuevo a esa sala iluminada, con música de fondo y el murmullo de risas.
Flashback
Llegamos con Lara a la casa de Mike, una hora más tarde de lo que nos había dicho, y aun así el lugar estaba completamente vacío. Deberíamos haber avisado con tres horas de anticipación si queríamos que llegáramos puntuales.
Tocamos el timbre y salió a abrirnos la puerta, recibiéndome con su típico abrazo, echándome completamente a su pecho y rodeándome con sus brazos unos cuantos segundos.
—Bueno, no sé para qué vine yo, me voy a la mierda si quieren —dijo Lara, sarcásticamente.
Me desenredé de su abrazo para mirarla bien; tenía una sonrisa burlona y no parecía para nada molesta con la situación.
—Perdóname, enana, te juro que no discrimino —se rió Mike, atrayéndola para un abrazo de costado.
Agarré de mi bolso su regalo de cumpleaños; me había pasado toda la tarde asegurándome de que estuviera perfectamente envuelto. Era el CD de su grupo favorito, el primero que salió a la venta. Me había tomado más de un mes encontrarlo, sobre todo porque ya no los hacen, pero había valido la pena.
Se lo extendí para que pudiera agarrarlo, sintiendo la sangre subir a mis mejillas.
—Espero que te guste, es parte de las dos —dije, sonriéndole.
Mike tomó el paquete de mis manos, tocando mis dedos y enviándome un escalofrío por la columna.
No importaba cuánto tiempo hubiera pasado, seguía afectándome de la misma forma.
—No puedo llevarme mucho crédito, Lottie hizo la mayoría del trabajo —Lara pasó por nuestro lado, adentrándose en la casa, dejándonos solos.
Mike sonrió, comenzando a desenvolver el CD, abriendo los ojos al darse cuenta de lo que era.
—Mierda, Lottie, debe haberte tomado una eternidad encontrarlo —sonrió tanto que pareciera que no le entraran los dientes—. Eres la mejor amiga del mundo.
Me desenredó el pelo que tanto me había costado arreglar solo para este momento y volvió a entrar a la casa, como si no me hubiera clavado un puñal en el corazón al dejarme en la friendzone. Maldito lugar oscuro.
Al final resultó que no éramos las únicas; Lisa, la novia actual de Mike, ya se encontraba ahí.
Presente.
Los profesores entraron a llamarnos al centro del lugar, empezando a formar equipos que iban a competir. Si bien el evento no era obligatorio, todos participabamos para conseguir la pequeña cantidad de créditos que se otorgaban por venir.
—¡Buenas tardes, alumnos! ¡Vamos a comenzar con la repartición! —La profesora Abby se encontraba con un megáfono dando las primeras instrucciones—. ¡Empecemos haciendo las dos filas! ¡Luego los dividiremos por equipos!
Como la suerte nunca parecía estar de mi lado, terminé formando equipo con Zayn, Lara, Mica y Diego, además de algunos alumnos que no conocía.
Mientras tanto, tendría que competir con Lisa, Mike y el resto de su grupo de amigas.
La arena estaba caliente bajo mis pies y el sol caía sobre la playa, pero apenas lo sentía: estaba concentrada en la pelota. Zayn corría a mi lado como si cada paso fuera natural, como un jugador profesional que parecía anticipar cada movimiento. Cuando me pasaba la pelota, el tiempo parecía ralentizarse; su precisión era increíble.