Capítulo 33

—Vaya, es algo complicado —señaló el director del orfanato luego de recibir la visita de Susana—. Generalmente no deberíamos dar este tipo de informaciones, pero está vez haremos una excepción.

La mujer se quedó en silencio, pensaba que iba a ser más difícil pero extrañamente el hombre no tuvo problemas en mostrarse dispuesto a entregarle la información solicitada. Mientras espera sentada frente al escritorio del director contempla de reojo las hojas del enorme árbol que cubre en parte la ventana que da al jardín trasero.

El lugar le trae recuerdos, e incluso nostalgia, no era el mejor lugar, pero tampoco el peor, salvo esos niños malos que pululan en todos lados, se podría decir que tuvo una infancia tranquila antes de ser adoptada por los Fave.

Le despierta curiosidad saber cómo habrá sido la vida de Antonio en el orfanato, él solo ha dicho que alguien de buena voluntad pagó su tratamiento y con eso logró recuperarse. Tal vez aun no sabe que su familia no lo abandonó en realidad por su enfermedad, sino que por sus supuestos problemas mentales. Si lo supiera quien sabría si se comportaría de forma más agresiva. O peligrosa…

—Sí —dijo de repente el director—, la señora Minerva pidió una investigación no solo de tus registros de salud, también de los registros de tu familia, he incluso pidió que te entrevistaras con un psiquiatra antes de iniciar el proceso de adopción.

—¿Eso acaso no es ilegal? —le preguntó arrugando el ceño.

Como respuesta el hombre solo se alzó de hombros, no era el director en ese entonces. Con esto la mujer comprueba que en verdad su abuela cambió a su nieto por otro niño con intenciones de evitar que los problemas mentales de los Fave siguieran siendo traspasados de una generación a otra. Quiso terminar con eso que ella llamaba maldición.

Se llevó la mano a la cabeza mientras abandonaba el edificio. Aunque no lo reconociera, en verdad, hubiese querido errar sus conclusiones. Siente que el asunto se ha complicado más al comprobar que Minerva Fave en verdad fue capaz de cometer la atrocidad de deshacerse de su nieto por unos supuestos. Tal vez si hubieran criado a ese niño con amor, nada de esto hubiera pasado. Antonio de seguro sería un buen heredero, su abuela seguiría viva, incluso su madre y su padre. Y quien sabe si hasta ella o hubiera sido adoptada por una buena familia o hubiera terminado de criarse en el orfanato.

Cualquiera de esas dos opciones era mejor a haber sido adoptada por los Fave. Con una abuela con doble intención, una madre adoptiva que nunca la amó, un padre que siempre la ignoró. Un nieto herido que solo volvió para vengarse y acabar con todos, incluso con quien tomó su lugar. Suspiró, pero detuvo sus pasos al sentir una presión en el vientre.

—Señora ¿Se siente bien? —le preguntó el chófer al darse cuenta de que se quedó a mitad del camino.

Susana no respondió de inmediato, se masajeó el vientre con cuidado y luego siguió hacia el auto.

—Sí, solo una leve punzada —respondió entrando al vehículo.

—¿Quiere que la lleve al hospital?

—No es necesario, volvamos pronto —señaló con seriedad.

El chófer inició el viaje de regreso, pero no había avanzado un par de metros cuando una mujer se atravesó de golpe frente al vehículo. Dio una brusca frenada, que los asustó a ambos. Susana aun no se recuperaba de la impresión cuando la mujer golpeó el vidrio al lado de su asiento.

—¡Hija! ¡Soy tu madre! Necesito hablar contigo, con urgencia, es tu padre… —señaló dolida y suplicante.

Susana apretó los dientes ¿Su padre? Debe referirse a su padrastro. ¿Con que descaro esa mujer viene a pedirle algo para ese mismo tipo que dio la idea de dejarla en un orfanato? Aprisionó ambas manos hasta que sus nudillos se pusieron blancos.

—¿Qué dirán todos si se enteran de como la esposa de Antonio Fave niega ayuda a su propia familia? —exclamó su madre al no recibir respuestas.

Se burló de la mujer al escucharla decir eso, sus ojos se detuvieron por primera vez en ella, y pese al vidrio polarizado pudo notar la mirada penetrante de su hija. ¿En verdad cree que a estas alturas le importa lo que digan de ella?

Otro punto, su matrimonio fue ocultado desde el principio, si habla de “esposa de Antonio” nadie sabrá quien es esa mujer, solo hay rumores, pero nada concreto. Nadie siquiera podría imaginar que la esposa de aquel hombre es la anterior heredera de los Fave.

—Vamos —le dijo al conductor sin intenciones de bajar del auto.

Luego le dirigió una última mirada a esa mujer.

“Quiero ver que lo hagas, ver hasta donde eres capaz de hacer por tu ambición” pensó tensando su mirada en el momento en que el auto inició la marcha ante la expresión confundida de su madre.

Es seguro que esa mujer pensaba que con esas palabras podría amedrentarla y hacerla bajar del auto. Pero después de perderlo todo ¿Cree en verdad que le importa su reputación? Ya no es una Fave, ahora es solo Susana Sáez, lo de esposa es solo un titulo temporal, ya que luego de dar a luz y arreglar su divorcio dejara de tener cualquier lazo con la familia. Cualquier lazo con Antonio. Bufó entrecerrando los ojos.

Ha sido un día agotador, el funeral de su abuela, comprobar sus dudas en el orfanato y la aparición de su madre biológica. Susana no pudo evitar dormirse en el camino. En medio del sueño tuvo una pesadilla, viendo a un niño pequeño de cabellos negros y penetrantes ojos azules aferrarse a su brazo, pidiéndole que no lo abandone como lo hicieron con ella. Luce triste y desesperado por no soltarse.

Susana se despertó de un sobre salto e instintivamente se llevó la mano a su vientre ¿Qué significara ese sueño? ¿Acaso aquel niño es su hijo?

Hasta ahora ha asimilado la voluntad de aceptar dar a luz, divorciarse e irse para no aparecer nunca más. Pero la sensación que le dejó ese sueño es tan amarga que ha comenzado a dudar si realmente sería capaz de separarse de la criaturita que hay dentro de su vientre. Más cuando no olvida esa mirada triste y esa desesperación en ese pequeño que le pedía que no lo abandonara. Le recordó a ella misma cuando suplicaba a su madre que no la dejara en ese orfanato y corría detrás del vehículo de su padrastro en el cual su madre subió y nunca volvió a verla hasta ahora.