Febrero

CAPITULO 19

Ver a Mavie con Bernardo y ver al estúpido de su exnovio aquí. Vine a desestresarme, estos últimos días he estado en el límite entre Marjorie y sus constantes amenazas de llevarse lejos a mi hija. Dejé la casa que compartía con Mavie por esa razón. Me pregunto cómo fui tan tonto. Tantos años con Marjorie y nunca me di cuenta de la clase de mujer que era. Lo que más deseo es que mi hija no esté más con ella, no quería hacerlo, pero voy a quitarle a mi hija. Sé que Molly sufrirá, pero no quiero que le haga daño en el futuro. Tuve que sacrificar dejar a Mavie, pero quiero que Marjorie piense que está logrando lo que quiere: tenerme.

—Braulio, ¿por qué no trajiste a Molly? —Enrique me pregunta.

—Se ha ido a casa de su madre —contesto.

Mavie me ve de reojo. Tengo ganas de acercarla a mí, para que no esté cerca de Bernardo, pero no puedo hacerlo, tengo que fingir que no estoy con ella hasta que mi abogado y yo tengamos todas las pruebas para obtener la custodia total de Molly.

—Ojalá pueda verla pronto; la última vez que la vi, ¿tenía ocho?

—Si ocho ya tiene doce, y es muy alta para su edad.

—Mírate tú, eres alto.

—Marjorie también es muy alta y tiene un cuerpazo. —Catalina se une a la conversación.

Desde que llegué me he mantenido alejado de ella, aunque intenta acercarse a mí, pero no me interesa, no después de ser la amante de un hombre comprometido.

—No sé por qué Braulio la dejó ir —Bernardo también se mete a la conversación.

—Bueno, amigos, no venimos a hablar de la vida íntima de Braulio, sino de un festejo. ¿Cuántos años cumples, Enrique? —Thiago cambia la conversación, es el único que sabe la razón por la que dejé a Marjorie. A pesar de que tengo más tiempo de conocer a Bernardo, siento que ahora no estamos en la misma sintonía y, después de que le dije que no se acercara a Mavie, se ha distanciado un poco.

—Ya llegué a esa edad, en la que ya no se dice. Aún soy joven, es todo lo que diré.

—Con permiso, iré al baño. —Catalina se levanta.

El estúpido de Liam no deja de vernos, ni a mí ni a Mavie.

—Braulio, prepárate; en menos de un mes tú y Mavie estarán en todos lados.

—¿Cómo? —Su esposa se interesa.

—No te lo había dicho, Mavie y Braulio son la imagen de una marca de perfumes, ya tenemos todo listo para el lanzamiento.

—Felicidades, no sabía que participabas en tus propias campañas, Brau.

—No lo hacía, pero ahora al parecer lo he hecho. —Digo

—A mí también me sorprendió cuando me lo dijo Thiago —musita Bernardo.

—A mí igual, nunca pensé que Mavie se atreviera a hacer algo así.

Es la primera vez que habla Liam, Mavie lo mira. Le da una mirada fulminante que hasta hace que Liam agache la mirada.

—Me atreví a estar contigo, puedo atreverme a cualquier cosa.

Todos miramos a Mavie, no imaginé que le fuera a contestar.

—Con permiso. —Mavie toma su bolso y sale del privado.

Primero pensé que iba al baño, pero no, la veo ir hacia la salida.

—Iré al baño, con permiso. —Salgo del privado.

La encuentro afuera.

—¿Te vas?

—Si

—¿Has venido con Bernardo?

—Sí, me iré en Uber.

—Te llevaré a casa.

—No, gracias, ya estoy pidiendo el Uber.

—Déjame llevarte, por favor.

—No, no quiero que me lleves, has estado evitándome estos días; sigue así, por favor.

—Mavie…

— ¿Qué? ¿Qué?

—Te lo diré todo, pero ven conmigo.




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