Posteriormente, su vibración atrajo a unos seres constituidos en un grupo familiar de cuatro personas, de otro país latinoamericano con creencias y culturas muy distintas, uno de ellos, se fraternizó mucho con Afrodita, quien la tomó como parte suya, sin saber que con el paso del tiempo sería traicionada. De esa amistad, uno de los hijos de nombre Cyril, quien era de contextura obesa, moreno claro, nariz perfilada y olía como a ajo, se obsesionó con Galilea hasta tal punto que hizo que su madre de nombre Cyrilla, hablara con Afrodita para que convenciera a Galilea que se hiciera novia de su hijo; a lo que Afrodita muy sabiamente contestó: “El tiempo de Dios es perfecto, y si mi hija está para tu hijo, no habrá cielo ni tierra que los pueda separar”; sin embargo, esto se lo dijo de manera diplomática porque sabía que su hija estaba destinada a realizar grandes cosas en armonía con el Universo y bajo la Gracia de Dios, pero esto sería por un lapso en que viviría sola y luego si encontraría su compañía permanente hasta que la muerte los separe, pero en ese camino Cyril, no ocupará el lugar que él quiere.
Cyril, obsesionado con Galilea, la empezó a cortejar; a lo que ella con su gracia y encanto, le seguía el juego; un día salieron a pasear por un parque cerca de su casa y compartieron un helado, hablaron de varios aspectos de la sociedad, de la familia, de los intereses en común; y se rieron hasta de tonterías; a lo que Galilea no negó que la pasó muy bien, aquella tarde; sin embargo, al caer la misma, llegando a casa, en una calle con poca luminosidad, Cyril sorprendió a Galilea con un beso; ella respondió pero no le gustó y de inmediato se separó de su cuerpo y de sus labios. En esa oportunidad, Galilea comprendió que la forma de saber si un hombre verdaderamente le gustaba y pudiera funcionar con ella, era a través de un beso.
A Galilea no le gustó el beso, pero para Cyril si fue lo máximo, y su obsesión se hizo más grande, hasta el punto de realizar encantamientos para que Galilea se enamorara de él; lo que no sabía es que Galilea desde que fue engendrada siempre está protegida por Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo, por fuerzas celestiales y por el poder vibratorio del Universo. Por estas razones, jamás será manipulable por fuerzas externas.
De esta situación, se dio cuenta Galilea y Afrodita y por ello, decidieron alejarse de este grupo familiar, porque no eran seres de luz. Y así cierto día, estando Galilea en un campeonato de Karate de espectadora que la habían invitado unas amigas, observó que iba a participar Cyril y también vio que Cyril tenía novia, por lo que se alegró; sin embargo, Cyril, cuando estimó la presencia de Galilea se tornó furioso, haciéndole mala cara y tomando una actitud ofensiva, vociferó palabras en contra de Galilea. Por eso, Galilea sólo tomó aire y su espíritu, le indicó que se cerrara los ojos, y en ese momento sintió como se abstraía de aquella escena y la envolvía una agradable brisa, deseando que en ese instante Cyril, se cayera y efectivamente se cayó, fracturándose algún miembro de su cuerpo durante su primer encuentro en la competencia, por lo que no pudo participar más, siendo necesario que saliera de ese gimnasio a la brevedad posible, para ser atendido medicamente.
Desde esa oportunidad, Galilea afianzó mas sus creencias que ella tenia una fuerza poderosa en su ser, que Dios se la había concedido y que ella estaba dispuesta a hacerla emerger; sin embargo, Galilea sintió que esa fuerza podía ser tan malévola como benévola y por ello sintió miedo.