CAPITULO VI

Ahora bien, Minerva la gata convertida en mujer en las noches, y por la conexión que tenía con Galilea, saboreó la dulzura de Zeus, el ímpetu de Jupiter; la lujuria de Poseidon; y la caballerosidad de Dan. Pero también, pasó algo extraño, sólo con Minerva, conoció a un hombre llamado Hermes, que era un mago blanco en un cuerpo musculoso, con ojos grises y cabello del mismo color; con este hombre Minerva experimentó la inmadurez de un hombre, la inseguridad emocional, y la testarudez; éste mago-hombre tenía poderes especiales, pero no sabía como controlarlos y de ello Minerva se aprovechó, le absorbió parte de su energía, lo enamoró y lo dejó con ganas de más; sin embargo, Minerva, cuando obtuvo lo quería, ella sólo se alejó.

Hermes, supo lo que pasaba e intentaba retenerla pero no pudo, solo obtuvo más alejamiento y con el tiempo se dio cuenta que él debería volver al mundo de fantasía de donde salió; en este mundo, él era importante y poseía una familia y unos amigos que podía manipular. Hermes trataba de lanzar hechizos a Minerva, pero ella por ser guardiana y bruja a la vez, no le pasaba nada; y más aún teniendo conciencia que existe una fuerza más poderosa en ella que la protege y es Dios; y como hija de Dios, es ser y tiene el poder de cambiar su mundo interior y exterior.

Pocos fueron los encuentros con Hermes; ella quiso compenetrarse en un principio con él, y ser sólo de él, pero observó que no la merecía, entonces utilizando sus encantos, tomó lo que quería y sin mediar palabra se alejó. Hermes no lo aceptó y nunca lo aceptara porque es un hombre – brujo orgulloso; pero supo que Minerva es indomable.

Minerva con la Lujuria de Poseidon, aprendió muchas cosas; y supo que él se había enamorado de Galilea y ella de él, pero sus destinos y cruces de camino eran temporales. Poseidon sabía como halagar a una mujer; con su olor peculiar, su piel blanca, su sonrisa irresistible y sobre todo su tierna mirada con la elocuencia de su inteligencia, lo hacía un hombre encantador; que provocaba comérselo y no sólo a besos.

Poseidon y Galilea, siempre estarán unidos de corazón, pero físicamente cada quien tomara su camino, porque debe ser así. Probablemente en otro tiempo se conocerán libres y allí se unirán por siempre, porque la atracción espiritual y física, es fuerte porque son almas gemelas.

Galilea tiene alma de gitana, y se enamora fácilmente; sin embargo, sólo dejaron huellas Poseidon y Dan, éste último porque conoció con él, el amor en otra versión. Un amor incondicional, con un toque de lo vivido con Zeus, Jupiter, y Poseidon. Galilea, quiere estar con Dan, porque los dos se necesitan; pese a que Dan, no lo consideraba; sólo para él, en el inicio hubo atracción física; pero para Galilea, vio más que eso; ya que le conoció su olor integral y parte de sus mañas y lo quiso cuidar hasta viejtos, se vio con él así.

Se puede decir, que Galilea, vivía desde otra perspectiva el amor; pero Minerva, si era la lujuria, personificada en mujer; y la experimentaba intensamente con cada hombre que compartía con Galilea.

Galilea, entendió luego de pasar por varias experiencias el sentido de la vida, y teniendo en su ser magia blanca, inició su proceso de evolución, dejando atrás varios conceptos y prejuicios de la existencia.

Comprendió que todo lo que se haga desde el amor, genera más amor. Que todas las personas tenemos la capacidad de cambiar, mediante los procesos de creer y crear. Somos hombres y mujeres notables.

Por ello, Galilea, luego de graduada de Licenciada en Educación, obtuvo un lugar dentro de la plantilla de la Universidad; iniciándose su ascenso, obtuvo muchas cosas favorables, ocupó el lugar más alto de autoridad en la Universidad, viajó por varios países en compañía de Dan, escribió libros académicos y otros de inteligencia emocional, obtuvo premios tanto económicos como reconocimientos en esculturas; así como credibilidad y respeto en el mundo jurídico. De esas experiencias, aprendió a hablar perfectamente el inglés, y fue próspera y exitosa; sin perder el sentido de humildad y sencillez que la caracteriza.