Fine Glass Of Wine

SHINY

Una nueva semana empezaba y con eso nuevas activas por desarrollar y días cansados por delante.

  • Mamá, hoy iré a ver mis calificaciones y a buscar un trabajo – le dijo Dalia mientras ponía la mesa para desayunar.
  • Y es necesario? – le pregunto su madre, pues ella trataba de ayudarlos a todos con sus estudios. Tenia tres hijos y Dalia era la mayor, la que seguía era Desa que estaba en el colegio y el menor Leo que estaba en primaria. A los tres les daba todo lo primordial. Pero en casos como estos ya no alcanzaba…
  • Si – dijo Dalia. Luego de ver a sus hermanos sentarse y comer mientras la miraban como dos suricatas con las orejas bien levantadas – es que necesito comprar una nueva computadora para el siguiente semestre, una que se adapte a los programas de diseño que ahora nos piden. Sabes que termine el semestre metida en la casa de Kayla para hacer mis trabajos – le tiro una cuchara a su hermanito por jugar con el pan mientras le decía con la mirada “ya estas grande para eso” a lo cual él solo encogió los hombros y siguió comiendo.
  • Está bien – le dijo su madre, que también estaba lista para salir – tengo un cliente que esta necesitando alguien que limpie su laboratorio dental por las noches, de 8 a 10. Le puedo decir que te contrate. No te pagara mucho, pero puedes buscar algo de medio tiempo para completar.
  • Seria genial – le dijo Dalia – yo también buscare.
  • Ok, tu serás la última en salir así que cierras todo y limpias – le dijo a Dalia mientras levantaba sus cosas junto a sus hermanos – y ustedes, vamos. No quiero que lleguen tarde.

Ambos levantaron sus mochilas y se rieron – hoy me toca recogerte – le dijo Desa a su hermanito – y tenemos una cita en la heladería – sonrió.

  • O en los video juegos – le dijo Dalia. A lo que su hermana le saco la lengua
  • pero llego a la hora y nos cuidó – le respondió Desa mientras salía por la puerta.

Dalia solo pudo reír por lo que escucho y empezó a limpiar tal como le ordenaron para después salir.

***********+

  • no entiendo por que vienes si ya sabes estas aprobada – le dijo Kayla, una de sus mejores amigas. La otra era Eliana. Las tres se conocieron cuando empezaron la universidad, así que se llevaban muy bien.

Estaban esperando al docente mientras Dalia peinaba y maquillaba a Eliana, la cual tenia una cita con un chico que no era del agrado de sus amigas – a mi me conviene que estes por aquí – le dijo Eliana.

  • No estoy aquí para que me peinarte – le dijo, mientras le jalaba un mechón a modo de juego – solo vere mi promedio y luego iré a buscar trabajo.
  • Eso quiere decir que tendré una mesera menos – le dijo Kayla.
  • Si, yo también tengo que conseguir esa computadora y debo dejar de trabajar por diversión – hizo un puchero.

Kayla sacudió la cabeza con desgano – yo estaré trabajando para mi mamá hasta que termine la universidad.

  • Ya solo falta un año. No es mucho – le dijo Eliana. La cual no tenia esas preocupaciones, pues su familia era mas o menos acomodada y sus padres le daban todo lo que pedia.

Dalia solo sacudió la cabeza al escucharla hablar. Es que para algunos es fácil decirlo.

  • El profesor dice que llegara de una hora – grito uno de sus compañeros. A lo que los demás respondieron con bulla por la larga espera – Dalia, hay una chica que te esta buscando en la puerta principal – le dijo – se ve que no es de aquí.
  • A mí? – le respondió, mientras se señalaba con un dedo.

Su compañero se rio un poco – si no supiera como eres, pensaría que me estas coqueteando con ese gesto – le guiño un ojo a modo de juego y se fue.

Dalia le arrojo el peine que tenia en la mano en la cabeza – oye no lo vayas a perder, es mío – le dijo Eliana.

  • Pues corre a recogerlo porque yo ya terminé – le dijo Dalia, dándole un ligero golpe en el hombro.

Kayla observo a Eliana buscar el dichoso peine en el suelo – deberías buscar trabajo en un spa – le dijo a Dalia. A lo que ella le dio una mirada confundida – no me mires así porque estas desperdiciando tu talento en una chica hueca que ni siquiera sabe decir gracias – señalo a su otra amiga.

Dalia sonrió por lo que escucho y coloco la capucha de nuevo en la cabeza – lo sé, pero en esos lugares                quieren que tengas experiencia, y esa chica hueca es la única que tengo – le dijo. Luego saco su celular y cerro su mochila para luego darle a Kayla – cuídamelo. Iré a ver quién me busca – le mostro el celular y salió.

Llego a la puerta y busco con la mirada a alguien que sea remotamente familiar, pero no encontró a nadie. Así que estaba por irse, pero fue detenida por una voz que llamaba su nombre – tu eres Dalia, ¿verdad? – le dijo

Dalia dio la vuelta y vio a una chica con un pañuelo en la cabeza y grandes lentes de sol en el rostro. Parecía más marciana que persona – sí. ¿Te conozco? – le dijo, de forma directa como siempre.

A lo que la otra parte sonrió – sí, yo soy la chica del otro día – le dijo.

Dalia la observo por un rato, hasta que recordó la razón por la que llego tarde a su casa – Aileen?

Aileen asintió con una sonrisa – sí. Creo que tu y yo no nos hemos conocido de la mejor manera, pero quería venir a darte las gracias por la ayuda que me diste. Y si existe alguna forma en la que pueda pagar tu ayuda me haría muy feliz.

Dalia se cruzó de brazos y lo pensó por un momento – la verdad es que no te ayude para que me debas algo, pero justo ahora estoy necesitando un pequeño favor – le dijo, mostrándole con sus dedos lo pequeño que sería – si puedes ayudarme a conseguir un trabajo, te lo agradecería infinitamente.

Aileen se quedó sorprendida, porque pensó que le iba a pedir dinero, no un trabajo – pues…

  • No tiene que ser hoy mismo – le dijo Dalia – yo iré a buscar mas tarde, pero igual si encuentras algo me avisas – le mostro su celular, el cual era con las justas táctil – me das tu numero?
  • Ok – le dijo Aileen, aun sorprendida. Lo cual se le quito una vez que digito su número. Solo pudo sonreír y sacudir la cabeza – eres alguien interesante.




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