━━ I. Et iterum te viderunt oculi mei

Violette Mévouilet miraba desde el mirador más concurrido en Francia, el atardecer y los colores cálidos que comenzaban a formarse en el cielo, le gustaba verlo, se sentía libre de todo rencor, odio e insultos de aquellas personas que la criticaban por el simple hecho de nacer con un color diferente de ojos, si bien cuando era niña sus ojos eran de tonalidades azules, con forme paso el tiempo tomaron el color violeta que ahora poseé, y realmente le gustaban, la hacía sentirse especial; una pequeña señal de que nunca sería como los demás, solo pocas personas la entendían, entre ellos sus padres.

La torre Eiffel, a parte de ser el mirador más concurrido en Francia tenía las mejores vistas que el ser humano podría admirar, las alturas eran su lugar especial en todo el mundo, Violette siempre encontraba algo muy raro y especial en las alturas, algunas veces se llegó a cuestionar si en alguna vida pasada fue un ave libre surcando los cielos y disfrutando el aire fresco que rozaba su plumaje.

Era un raro pensamiento, pero le gustaba creerlo.

El viento hacía que su cabellera ondulada en tonalidades castaño claro cubriera su rostro, ella con cuidado tomo los mechones y con una liga del cabello que tenía en su muñeca izquierda recogió su cabello.

En su cuello sujeto por una correa se encontraba una cámara; Canon AE-1.

La Canon AE-1 es una cámara réflex para aficionados avanzados que emplea película de 35 mm. La fabricó Canon en Japón desde abril de 1976 hasta 1984. Posee control electrónico de disparador, un obturador de plano focal electromecánico con un rango de tiempos de exposición de 2 s a 1/1000 s, además de exposición continuada —"pose" o Bulb— y sincronización con flash electrónico con una velocidad de sincronización máxima de 1/60 s. La cámara mide 87 mm de altura, 141 mm de ancho y 48 mm de profundidad y pesa 590 g. La mayoría se fabricó en color negro y metálico y algunas completamente negras. El lente provisto de serie era de 50 mm 1:1.8

Las cámaras réflex tienen pentaprisma, un sistema de espejos que te permite ver por el visor lo mismo que ve el objetivo, así estamos viendo la toma real de cómo quedará la fotografía. El obturador en las cámaras réflex es mecánico no electrónico, en una compacta suele ser electrónico no hay una cortinilla.

Y sí, Violette era una aficionada del Arte y fotografía.

Desde joven tuvo el interés por el arte, ese tipo de arte que uno puede admirar en un museo o incluso ver con el lente de una cámara lo que otros no logran captar, y eso le gustaba, aunque no tuviera nada que ver su hobby con la profesión que estudia.

Violette tomo su cámara entre sus manos, en un simple movimiento hizo que lo que está viendo en ese preciso momento fuera captado por la cámara, después de tantas tomas que hizo solo tendría que esperar a revelar el rollo y poder ver cómo habían quedado lo que su ojos vieron esa tarde, y aunque la cámara que poseía era algo vieja, tomaba unas fotos bastante interesantes.

Soltó su cámara dejándola colgando, con una sonrisa en su rostro decidió admirar lo que restaba del atardecer.

Muy cerca de ella alguien la miraba, aquel hombre alto y robusto de ojos azules observaba a la castaña, creyendo ver un fantasma se acercó a ella quedando a un lado de la barandilla, miro momentaneamente el paisaje del atardecer y después se fijo en la chica a su lado.

—Bonsoir —dijo él para comenzar una conversación.

Ella lo miro y le sonrió —Bonsoir.

Violette regreso su mirada a la puesta de sol, no quería que aquel hombre —que resultaría atractivo para cualquier mujer a simple vista — se le quedará viendo como un fenómeno extraño de la naturaleza, cualquiera en su mayor razonamiento diría que usaría pupilentes, pero la teoria resultaría erronea una vez que ella mencionara todo lo contrario.

Los dos se quedaron en un profundo silencio, incómodo para ella, extraño para él.

Violette no acostumbraba socializar demaciado y lograr entablar una conversación con alguien le resultaría complicado, lo introvertida lo tenía desde casi toda su vida, o mejor dicho, desde que ingreso a la escuela.