Fire Island 1º Hasta que te conocí

Capítulo 9º Pensamientos

Es domingo Brenda acaba de salir de trabajar, ya son más de las doce de la madrugada cuando llega al apartamento.

Rápidamente pone la correa y saca a Otto al parque, está cansada y quiere acostarse.

Lleva cinco minutos en el parque cuando ve a lo lejos una silueta, no logra distinguir muy bien quien es, por la oscuridad, pero, sin embargo, si ve a Turco, el perro de Lucas.

Al aproximarse Lucas la ve y se dirige hacia ella.

—Buenas noches, ¿Qué tal Brenda? —Le pregunta.

—Buenas noches Lucas, cuanto tiempo sin verte por aquí—le contesta Brenda.

—Si, he estado ocupado haciendo el inventario en el negocio de mi padre—comenta Lucas.

—¿A qué te dedicas? —Pregunta tratando de conocer algo más de él.

—Trabajo con mi padre, él tiene una ferretería industrial a las afueras y le llevo todo lo de los pedidos y encargos.

—¿Vives con ellos? —Le pregunta ella.

—Si, con mis padres y mi hermana—alguna vez la habrás visto por aquí con el perro.

—Si, un día vi una chica con Turco, aquí en el parque, se sentó en el banco junto a mí.

—Si, pues esa es mi querida hermana—alguna vez la tiene que tocar a ella, traer a Turco ¿No crees?

—Claro, a ella también le gustara estar con el perro, como a ti.

Lucas está empezando a atraer a Brenda hacia su terreno, ya tiene todo planeado y sabe que no le va a costar mucho, la nota y la siente débil y fácil de manejar.

Brenda por fin respira tranquila porque la chica misteriosa, es la hermana de Lucas, ella tiene ahora el campo libre para conocer mejor a su amigo, a su deseado amigo.

—¿Tomamos algo Brenda?, es domingo, nos da tiempo a tomarnos una copa.

—Bueno, tengo que llevar el perro al apartamento y prepararme.

—No vamos a estar mucho tiempo, no quiero que tus padres te regañen por mi culpa...

—Mis padres fallecieron en un accidente de coche, antes del verano, vivo sola junto a Otto, mi pastor alemán.

—¡Vaya! lo siento mucho Brenda—disculpa.

—Tranquilo, no pasa nada, y pensó en sus padres...

—¿Quedamos en quince minutos, en el portal de tu apartamento? ¿Te parece bien Brenda?

—Me, parece bien—afirmó.

Brenda se dirigió hacia su apartamento que quedaba nada más pasar la calle y en la misma avenida.

Lucas paso la calle se subió a su coche y desapareció...

Brenda se viste con unos pantalones negros de cuero muy ceñidos que exaltan su figura, y una blusa blanca de seda, se maquilla y se peina su largo cabello, se pone unos zapatos de tacón rojos y coge su bolso.

Lucas llega al portal, justamente cuando Brenda sale.

—Estas guapísima—le dice.

—¡Gracias! —le contesta ella sonrojada.

Vayamos a ese bar, suelo ir, y ahí muy buen ambiente, ponen música muy tranquila.

—Perfecto, vamos ahí entonces —le contesta ella.

Se dirigen al bar, entran y van directamente a la barra.

—¿Qué quieres tomar? Yo me voy a pedir un buen vino tinto.

—Una copa de vino blanco, para mí— dice ella.

Lucas le pide al camarero una copa de tinto para él y una de vino blanco para ella

El camarero les sirvió las copas de vino.

—Brenda vamos a sentarnos en aquella mesa —le dice él.

—Si, estaremos más cómodos —le contesta Brenda.

Sentados en aquella mesa en el fondo del bar, ambos se están contando sus vidas, Brenda le abre las puertas de su corazón, a cada pregunta que Lucas le está haciendo, al igual que él le está contando cosas de su vida.

Brenda se siente la chica más feliz y afortunada del mundo.

Lo que Brenda no sabe, es que las palabras, que todo lo que le está contando Lucas, es mentira, lo que ella no sabe es que está haciendo un pacto con el diablo, que le ha entregado las llaves de su corazón a un traidor...

¿Se dará cuenta a tiempo? O ¿Será demasiado tarde?...




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