Brenda y Dina se han hecho muy amigas, y estos días salen a tomar un café o un chocolate caliente con un buen trozo de bizcocho.
Lo pasan muy bien juntas y disfrutan de su juventud, Brenda al menos está pasando unas vacaciones, que no se esperaba.
Son compañeras de trabajo y ahora también compañeras de aventuras, son jóvenes con ganas de vivir y disfrutar, así que planean muy bien lo que hacen cada día, aprovechando que tienen vacaciones en el trabajo y tienen muchísimo tiempo libre para disfrutar.
Este sábado por la noche han ido a The EDGE en Hudson Yards es el bar en una azotea más alto de la ciudad y la terraza al aire libre más alta del hemisferio occidental. Ubicado en el piso 100, presenta un diseño único con paredes de vidrio en ángulo y una plataforma triangular que sobresale 25 metros del costado del edificio, la plataforma está a más de 330 metros de altura.
Brenda y Dina se ponen en el borde y desde allí, observan todo, como si estuvieran en la cima del mundo, es increíble ver New York de noche.
También han paseado por la noche por Time Square y disfrutado en la bolera de Bowlmor Lanes.
Y para terminar la noche han decidido ir a una discoteca Le Bain es un llamativo club con terraza y un bar en la azotea del cercano Standard Hotel. Le Bain tiene un sistema de sonido de última generación y a menudo lleva DJs de fama mundial., por lo que es el mejor lugar para disfrutar de música en directo, les encanta bailar y no se piensan ir hasta que le duelan los pies, la noche es joven y el ambiente anima a quedarse, Brenda hace tiempo que no disfruta de esos momentos de locura, tanto tiempo que habían quedado en el pasado de sus recuerdos, cuando todavía vivían sus padres y ella era simplemente una universitaria.
Ahora todo es diferente, tiene que trabajar para costearse los gastos, ahora solo esta ella, que lleva el cargo de todo, y que nunca sale, nada más que de su apartamento para ir al trabajo y a la universidad, aparte del supermercado y de pasear a Otto.
Agradece tanto a Dina, que este junto a ella, lo está pasando genial, está viviendo momentos mágicos, momentos de vivir la noche, de trasnochar hasta la madrugada, está reviviendo momentos de su juventud, que ha dejado atrás.
—¡Lo estoy pasando genial—le grita a Dina!
—¡Me alegro, yo también! Amiga.
—¿Quieres tomarte otro Cosmopolitan? Voy a pedirme otro para mí.
—¡Si! Dina, ¡Por favor, pide otro para mí! ¡Gracias!
Dina se fue hacia la barra a por los dos Cosmopolitan, mientras Brenda se quedó en la pista bailando, saltando, dando brincos, como si fuera una niña, la pista está llena, hay muchísima gente.
Las vistas desde la terraza son impresionantes y muchos clientes echan fotos, ver el amanecer desde allí es un privilegio.
Dina suele ir a Le Bain en verano ya que tiene jacuzzis y una terraza abierta que en verano se convierte en crepería, y también tiene una piscina instalada en el centro de la pista que está abierta en verano, ella suele traer aquí a sus primas cuando vienen de Alemania, a pasar quince días a su casa de vacaciones.
Ya está amaneciendo, se ven los primeros rayos de sol, Brenda y Dina ya se marchan, ha sido una noche maravillosa, lo han pasado en grande.
Brenda llega a casa, cariñosamente Otto la ladra a su llegada.
—Si, amigo ¡Ya estoy aquí! Me echabas de menos ¿Eh?
El perro está contento de alegría y gira sobre Brenda.
—¡Anda, vamos al parque! Estarás deseando salir.
Brenda le pone la correa a su perro, cruzan la carretera y pasan al parque que está situado en frente, le suelta y Otto comienza a correr de un lado para otro, Brenda coge un palo del suelo y se lo lanza jugando con él, lo coge en la boca y se lo lleva a su dueña que se lo vuelve a lanzar.
Otto cae rendido en la fina hierba y se tumba.
Brenda se ha sentado en un banco a pesar de que hace frio, esta tan tranquila, no hay ningún ruido, solo el canto de los pájaros en las ramas de los árboles.
Brenda está disfrutando de ese silencio...
A su mente le vienen esas palabras que le dijo Lucas por primera vez, esas palabras que, a ella, le suenan tan bien "Té Quiero", esas palabras que ella quiere oír de los labios de él, cada día.
Cada día lo echa más de menos, lo quiere tener más a su lado, disfrutar de grandes paseos, ir al cine, a visitar un museo, desayunar juntos, cenar en un restaurante, lo quiere compartir todo con él, no quiere estar tanto tiempo sin verlo. Quiere amanecer cada mañana a su lado, lo quiere en su vida, junto a ella.
Se levanta del banco, y coge a Otto y regresa nuevamente a su apartamento. al entrar se dirige a su habitación y se pone un pijama beige y una bata de invierno, y se va a la cocina a preparase un buen café calentito y tomarse unas cookies con chocolate.
Después se echa un rato en la cama, no tiene pensado salir más de casa en todo el día.
Mientras Dylan, esta de lo más feliz del mundo, ha conocido a Kate, poco a poco tienen citas en la que ella regresa cada domingo a Castroville, dan grandes paseos por los hermosos senderos, incluso a veces preparan una gran cesta con bocadillos, bebidas y hacen picnic al lado del rio, otros domingos Dylan la invita a cenar a un restaurante.
Kate es una chica muy independiente, con la vida solucionada y un buen trabajo, lo único que le amarga la vida es su exnovio, motivo por el cual ella escapa todos los domingos de su ciudad para venirse a Castroville,a disfrutar de este entorno, de esta tranquilidad y sobre todo para encontrarse con Dylan, este chico con el cual se siente tan a gusto.
Pasa momentos muy agradables con él, no tiene nada que ver con su exnovio, Dylan es diferente, sus suaves palabras la envuelven, es tierno, sencillo, siempre pendiente de ella, muy cortes y educado.
Todas sus miradas son para ella.
Y eso le gusta a Kate,