Fire Island 1º Hasta que te conocí

Capítulo 30º Luce el sol

Brenda regresa del supermercado, son las once de la mañana, camina con las bolsas de la compra, cuando por detrás toca la bocina un coche.

Se da la vuelta, y ve que es su amado Lucas, ella se asoma por la ventanilla del copiloto, toda extrañada de que el, este por ahí a esas horas.

Pero Lucas, sabe muy bien lo que hace, no es tonto...

—¿Hola que haces por aquí a estas horas? Es temprano ¿No?

—¡Tenía ganas de verte! No me he podido resistir

—¿Y dónde vas? A visitar algún cliente imagino.

—¡No Brenda! ¡Te busco a ti!

—¿A mí, a estas horas? Siempre vienes los jueves o domingos.

—¡Vamos sube! ¡No perdamos tiempo! —Le dice él —guiñándola un ojo y sacándola la lengua.

Brenda tiene una venda en los ojos que no le deja ver bien, quien es verdaderamente Lucas. y lo que ella significa verdaderamente para él.

Brenda sube al coche, con las bolsas de la compra, sin dudarlo ni un minuto,

Lucas arranca el coche, camino del apartamento, donde como siempre será el encuentro, cada vez que a Lucas le apetece.

Entran en el apartamento, ella se dirige a la habitación, donde comienza a desnudarse sin que Lucas le diga nada.

Lucas va a la habitación con una enorme sonrisa, Brenda yace desnuda sobre la cama, el trae unas copas de champan y unas fresas en un plato.

El comienza a despojarse de su ropa, queda completamente desnudo y se tumba junto a ella, le da la copa de champan, beben unos sorbos, él le recoge la copa y las posa sobre la mesita de noche, le da una fresa, que Brenda se mete en la boca.

Lucas le pasa todas las fresas por el cuerpo a Brenda, frotándoselas por cada parte que recorre y luego se las come.

Su mirada era de deseo, se comía a Brenda por los ojos, saciaba su cuerpo, introduciéndose en el de ella.

Su mano entra en su parte intima, haciendo que Brenda se encoja y su cuerpo baile al ritmo que él, le marca.

Sus cuerpos brillan de sudor, se frotan y resbalan juntando sus cuerpos, frotándose el uno con el otro.

Cada momento que pasa Lucas con ella, el hace lo que quiere, la posee, a su antojo, como quiere y cuando quiere, sabe que Brenda es suya.

Después de haber saciado su sed, con el cuerpo de Brenda, Lucas la lleva nuevamente a su apartamento, allí la deja y como siempre desaparece, no volverá a saber de él, hasta que él no quiera.

Brenda vive cada momento, saciada por él, le gusta sentir su cuerpo, le gusta cuando hace de ella una marioneta surcándola toda, Brenda adora esas sensaciones, esas vibraciones de su cuerpo, que la dejan completamente satisfecha.

Brenda cada día quiere más ...

 




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