Flor de cristal - Entre el amor y la amistad - 2024

Capítulo 2

En una habitación pequeña con una ventana igual, sobre una alfombra desgastada que ni se observaban los patrones, la princesa Melody seleccionaba su ropa para el viaje. Lo hubiera hecho sobre la cama, si ese patrón de color amarrillo del cubrecama no fuera un dolor de cabeza para su vista. 

Melody suspiró. ¿Por qué se quedaba con esa habitación siempre? Podía ser la princesa del reino sol, pero detestaba ese color. 

“La princesa del reino luna es muy fuerte” “¿Es en serio que la princesa Melody será su compañera en el viaje?” “Escuché que es un viaje al que no pueden ir más de dos personas” “Pero. Porque lleva a esa princesa, sería más útil algún guardia o la misma bruja Callista " "Nadie lo sabe. Es la mejor amiga de la princesa Ambrielle. Algo bueno debe tener”

— Sólo la audición, debe ser lo único bueno —dijo tapando sus oídos, estaba harta de escuchar todo lo que pasará a su alrededor—. Ya sé que nadie en este castillo confía en mí. 

Melody lo sabía. En el Reino Luna, los rumores sobre ella se centraban en que era débil e incapaz de gobernar su propio reino. Por supuesto, ya lo escuchó. Por eso en cada baile, sólo se limitaba a quedarse junto a Ambrielle y no mezclarse con la gente de ese reino. 

Pensó por un momento: “Realmente saldré a conocer otro reino”. Melody mejor que nadie conocía los peligros de salir de los tres reinos base, afuera les esperaba un mundo desconocido lleno de penumbra y ansiedad. 

— Mira que salir a buscar un milagro. —susurró y se acostó boca arriba sobre la cama. Las voces en el pasillo comenzaban poco a poco a aumentar su volumen. 

“Toc, toc” el sonido de la puerta la alertó, se quedó sin respirar escuchando hasta el más mínimo detalle. Sin éxito, dijo con voz segura: 

— Sé que no eres uno de mis guardias —Melody los había enviado a su reino. Desconfiada se levantó sin hacer ningún ruido—. No, no recibo visitas anónimas. 

“Toc, toc” nuevamente la persona al otro lado de la puerta insistió. Melody sintió un destello de magia sobresalir por debajo de la puerta, eso no significaba nada bueno para ella. 

Las maldiciones en el reino Luna, estaban a la orden del día con lo ocurrido a Kenaz eso quedó bastante claro. Súbitamente, escuchó un ligero sonido, un sobre se deslizaba con dificultad por debajo de la puerta, además de unos pasos que se alejaban apresurados. 

— Dudo que sea Ambrielle. 

Caminó hacia el sobre, sintiendo como un pequeño aroma se hacía presente en la habitación, podía distinguirlo: el lodo en un día lluvioso y los olores de un establo. Se arrodilló frente al sobre. 

— ¿Será de una sirvienta? —susurró confundida, luego suspiró y tomó con ambas manos la daga—. Mira que enviar malas vibras, con quién creen que tratan. 

Sólo bastaba clavar la daga para alejar cada una de esas maldiciones o encantamientos que quedaban en objetos o personas, Melody lo sabía muy bien, así que lo hizo y dijo un hechizo de protección:

— “Soy hija del sol, brillante y poderosa, la oscuridad no se apoderará de mí.” —notó un pequeño escalofrío recorrer su espalda, se trataba de magia débil. Melody estaba más confundida. 

Al tener el sobre se dio cuenta que se trataba de una simple carta, no había nada especial en el papel. Excepto lo que estaba escrito con tinta rosa. Eso le llamaba la atención, así que lo leyó en voz alta.

“Princesa Melody. La carta fue encantada, esto es para que nadie aparte de usted pueda leerla. Sé que decidió viajar con la señorita Ambrielle, le pido que reconsidere su relación con ella antes de que sea demasiado tarde para usted. 

Por favor, aprenda a ver y escuchar con el corazón.”

— Las sirvientas juegan a darme miedo. Que original —en un segundo, convirtió la carta en una bola de papel—. Dejaré esto como prueba de que siempre ven algo en lo que molestarme.

Melody debía hablarle de esto a Ambrielle, que mejor que guardar la prueba en el bolsillo de su vestido hasta ese momento. 

“Toc, toc, toc”. Tres toques eso significaba para Melody que se trataba de Ambrielle. Ella le abrió de inmediato, sonrió al ver a Ambrielle feliz. 

— Mel, dime que ya terminaste. 

Ambrielle observó la habitación y vio el bolso abierto sobre la alfombra, vio fijó a su amiga y le dijo: 

— ¿En serio? Mel, debemos salir ya. —le comentó.

En un sólo movimiento, Melody agarró un vestido y lo guardó en su bolso, lo levantó y puso sobre su hombro. 

— Listo. 

— Bien, vámonos. 

Salieron ambas de la habitación. El pasillo por el que caminaban era bastante extenso y oscuro, los grandes ventanales estaban cubiertos por cortinas que no dejaban filtrar ni un poco de luz. 

— Ah, sabes lo que me acaba de pasar —Ambrielle la interrumpió. Melody cerró su boca lentamente. 

— Ya Callista bendijo a nuestros caballos. No tendremos problemas con las maldiciones o demonios fuera, claro aunque de todos modos nos aconseja no alejarnos de ellos. —dijo despreocupada. 

Melody se detuvo en medio del pasillo, corrió la cortina, los rayos del sol la dejaron ciega por un momento. Observó como el pasto verde se extendía hasta perderse en el horizonte, además estaba acompañado por rosas rojas cubiertas por gotas de rocío. 




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