Capitulo 1

La academia de combate.

Es una agradable mañana, el día de hoy; el clima es bastante reconfortante después de varios días nublados. Salgo de mi casa y tomo rumbo hacia la academia de combate "Mizuna", a la cual asisto; esta se encuentra en las afueras de la ciudad cercana a un gran lago. La historia de la ciudad comenzó hace casi un milenio, durante una catástrofe que azoto a diferentes partes del mundo, una enorme sima se abrió en las cercanías de un pueblo de agricultores que veneraba a "Mizuni", diosa del agua y los recuerdos; la gente le rogó por ayuda y ella respondió a sus plegarias, inundando la fisura por la que las bestias brotaban del subsuelo, impidió su avance y que trajeran la calamidad a su pueblo. Compartió su sabiduría con la gente  y junto a los líderes del pueblo trabajo para crear la gran ciudad de "Zare".

Desde entonces se dice que el agua de dicho lago tiene la característica de erradicar el mal, este tiempo después recibiría el nombre de "Mizuna" por los habitantes de Zare.

En mi camino a la academia cruzo por la plaza central de la ciudad, durante esta hora del día muchos estudiantes se dirigen a su escuela, hay numerosos grupos de estudiantes, aunque la mayoría son de la academia mágica. En esta plaza hay muchos locales de todo tipo, por ello todo el día suele haber mucho ruido aquí. Continuo caminando por la empedrada calle, mientas logro observar en la lejanía la puerta norte de la ciudad y el enorme muro de piedra que la acompaña, el cual aparenta hacerse más grande conforme me acerco hasta que finalmente cruzo la puerta.

Al salir de la ciudad veo a dos guardias a cada lado de la puerta, ambos voltean para confirmar si alguien salió de la ciudad.

— Buenos días.

— Buen día Ao — el guardia haría el saludo característico de los caballeros de Zare —. ¿Cómo va todo en la herrería? 

— Va todo muy bien, no nos ha faltado trabajo gracias a sus encargos.

— La calidad de su trabajo habla por si solo, pero no te entretengo más.

— Suerte en la escuela Ao.

— Muchas gracias — hice una reverencia —. Cuídense.

Los guardias me conocen, ya que mi padre es el mejor herrero de la ciudad, por lo tanto, siempre recibe encargos de todo tipo, principalmente de soldados de la ciudad, aventureros y nobles. Aunque con estos últimos suele ser más reservado, por algún motivo que desconozco y del que prefiero no indagar. En ocasiones soy yo quien atiende la herrería cuando mi padre tiene encargos de más, en un principio lo hacía todo solitariamente, sin importar la cantidad de trabajo que tuviera, pero con el tiempo le convencí de que me entrenara y me permitiera ayudarle. 

Se rio con la petición que le hice, cosa que me desconcertó porque él no suele reír mucho, pero acepto sin pensarlo mucho, desde entonces he sido su aprendiz.

— ¡Buen día, Ao!

— Buen día, Kon.

La persona que me acaba de saludar es mi mejor amigo, es un chico alto, no más que yo; y con un cuerpo fuerte, y destaca principalmente por su gran destreza en combate acompañado de una fuerza asombrosa.

— ¿Cómo va todo en la herrería? — Me preguntó —. Escuche que han tenido muchos pedidos últimamente.

— Así es, hemos estuvimos muy ocupados los últimos días, pero finalmente terminamos todo antes de tiempo.

— Sorprendente.

Mi padre ocasionalmente me dice que sigo siendo un novato; sin embargo, siempre muestra plena confianza en mí durante el trabajo, lo que me hace sentir seguro y me ayuda a terminar todo de manera impecable.

— Eres muy bueno en eso, tal vez en los próximos días te haga un encargo, ya que mi padre quedo fascinado con las herramientas que nos hiciste la última vez y quería hacer nuevamente un pedido.

— Recuerda acordar el pago con mi padre, y comenzaré lo antes posible.

— Por supuesto.

Ambos continuamos dirigiéndonos hacia la academia tranquilamente, vamos por un camino que justo rodea el lago y conecta la ciudad con la academia. La vegetación que cubre las orillas del camino es de un tono verde muy claro, hacia el sureste hay una hermosa vista del lago, que refleja claramente la luz del sol junto al demás paisaje que le rodea; mientras que al noroeste hay un pequeño bosque frondoso en el cual hay un sendero que conecta con una entrada lateral de la academia.

La academia a la que nos dirigimos lleva por nombre "Mizuna", en honor al gran lago. En esta academia se busca que los jóvenes perfeccionen su dominio sobre la academia y habilidad en combate con armas. Para ello decidieron dividir a sus estudiantes en cuatro clases ordenadas por colores.

Los de clase roja son aquellos que son pésimos en combate o en su control mágico, los de clase verde tienen un balance entre el combate con armas y su control en la magia.

Los de clase amarilla son sobresalientes en ambos ámbitos, y por último los de clase azul son aquellos estudiantes que tienen una habilidad superior a los demás, tanto mágica como en el combate armado. Tanto clases amarillas como azules tienen mayores privilegios en algunas cosas dentro de la academia, como poder usar el campo de entrenamiento en cualquier momento, por ejemplo.

Debido a un mal desempeño en los combates de posicionamiento quede en la clase roja, por ello una parte de los estudiantes de la academia me evitan por no "estar a la misma altura" que ellos. Aunque no es un problema, ya que otra parte realmente no le importa, mientras que otra si le toma mucha importancia, principalmente la clase amarilla, suelen ser, principalmente, los más molestos que se meten con clases inferiores.