Florece la Nieve

Capítulo 003.- lo que queremos esconder

El sonido de tu suave voz recorriendo el laberinto oscuro de mi mente, aquella canción era la que escuchabas mientras me mirabas estudiar, lo sabía porque siempre te observo y desde el primer momento en el que te vi llegar, mi respiración calmada se sincronizo con tu melodía, pero al percatarme del silencio me sentí incomodo levantándome de inmediato, mi fiebre había pasado tal como lo hacía siempre desde que tenía memoria, mi padre nos llevó a Estados Unidos pensando que tendríamos una mejor vida, pero se equivocó lo único que consiguió fue regresar perdiéndolo todo en el proceso, mi madre y yo enfermamos de esa ridícula fiebre, una que cuando me di cuenta se había vuelto más severa de lo que me imagine, las secuelas eran claras según el doctor, mis pulmones no se recuperarían fácilmente y probablemente algún día moriría por alguna falla en ellos.

Camine recordando aquello con total tranquilidad, en la mesa había dos panecillos, pero ningún rastro en la oscuridad de Yi Zhuin.

******************************el presente***********************************

—ya enviaron las escenas —escuche a mi representante balbuceando ojeando las cosas

—¿alguna interesante? —tome una pluma escribiendo algo en un papel

—Ninguna, todas son similares —continúo entregándome el memo y mi agenda para revisar el contenido

—¿compraste lo que te pedí? —extendí la mano sin mirarlo últimamente me sentía irritado

—¿para qué quieres eso? —me entrego la bolsa, podía sentir su mirada de reproche y duda al entregármela

—escuche unos cuantos rumores —tome uno mordiéndolo viendo su interior —Rojo —limpie la orilla de mi boca sintiendo el sabor dulce bailar en mi lengua

—¡agh! Esas no son más que mentiras Xi Feng, un panecillo realmente no tiene ese poder de destino sobre el hombre

—¿es así? Recuerdo haber comido uno durante la universidad

—¿y?

—¿y qué?

—¿Qué paso a eso me refiero con mi Y?

—fue como si el destino estuviese jugando con nosotros —repuse acercándome a la ventana pegando mi frente en el frio vidrio.

—¿ocurre algo?

—No, estoy realmente consternado en este momento

—¿con respecto a qué?

—Nada en especial

Continue mirando la hoja, llevándome el resto del panecillo a la boca, mirando el otro en la bolsa, lo tomé metiéndolo a la caja con la nota, volverlo a ver me traía recuerdos, aquella vez no pude hacer nada por protegerle, ya que era incapaz de protegerme a mí mismo, no contaba con la madurez suficiente para proteger el honor de alguien más.

—creo que se equivocaron en este —le entregue la caja colocando la tarjeta que decía para Yi Zhuin

—es raro que se equivoquen con tu correspondencia de fans

—sí, ¿podrías entregársela luego a su representante?

—¿a Wu? Odio a ese sujeto

Le entregue la caja con una sonrisa, yo también le odiaba, más que a nadie en este mundo, podía aplastar su cabeza contra el pavimento y hacerlo pagar lo que nos hizo.

—encárgate de no reñir con él, ya es bastante molesto recibir quejas sobre mi actitud para tener que aguantar las críticas sobre mi representante.

—Si, si entiendo, Zhuin simplemente debería deshacerse de él

La lluvia golpeaba fuertemente mi ventana y lo único que podía preguntarme mientras las gotas resbalaban por el vidrio era «¿abra llevado paraguas hoy?», suspire tomando mi teléfono buscando el horario de Zhuin en la red de la empresa, al parecer el en este momento estaría en casa, cerré mis ojos centrándome en el sonido de la lluvia afuera, era tan fuerte su impacto que podía sentir que atravesaba la ventana.

—dejaré esto en la caja de Yi Zhuin la próxima vez que vayamos al estudio junto a las cartas

—¿aun recibe cartas? —sonreí revisando mis correos

—Al parecer reciben mucha correspondencia de sus fans aún

—Vaya Yi Zhuin es realmente popular ¿eh?

—también lo eres Xi Feng, el número uno en la lista en redes —murmuró riéndose poniendo una pose de victoria

Voltee los ojos hacia arriba, realmente no me importaba todo eso de popularidad, por mi podían metérselo por el trasero, golpetee las cartas que había recibido, no podía ni tenía el interés de contestarlas, en cambio busque las llaves de mi moto rápidamente, pero sin éxito alguno.

—¿buscabas estas? —las llaves sonaron en las manos de Huang Rong

—Oye Rong, si me las devuelves te daré un premio

—¿un premio? ¿acaso soy un perro?

—No me refería a eso

—bueno, en realidad no quería hacer esto, pero prometí, que no dejaría te metieras en problemas de nuevo 

—¿a quién se lo prometiste? Meterme en problemas con una moto, ¿sabes lo absurdo que suena eso?

—lo lamento después de tu accidente no puedo dejarte usarla al menos por un tiempo




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