I

El creador de momentos exactos

En el universo mismo antes de su creación justo en el norte de lo que se conocía como la nada un ser nunca visto en el momento perfecto de su creación que en algún punto llamaría tiempo tomó la decisión de crear momentos exactos.

Algunas leyendas decían que siempre eran tres, otros incluso afirmaban que existían más, pero algo era seguro, y es que sin importar cuantos fueran los momentos, uno de ellos siempre lo atormentaría. Y es que aquel ser omnipotente y todo poderoso no era perfecto, aunque así mismo se llamase pues en algún punto siempre cometía un error.

Fue así como habían pasado tres eras y como siempre había sucedido desde el inicio de los tiempos y lo que se conoce como la nada existe un nuevo cabo suelto había quedado, pero nunca tan grande como el que acababa de crear. Se sabía que le gustaba retarse a sí mismo para ver qué tan capaz era de controlar todo aquello que alguna vez había moldeado, sin embargo, se decía en las profundidades de los pensamientos que estábamos en presencia de lo que podría ser el inicio de una era más grande que el mismo Creador.

Se decía a susurros y cantos de voces altas en medios de gritos que había llegado el momento de derrocar al que nadie conocía. Que la era que había creado y que apenas comenzaba traería consigo una guerra, un alma descarriada, tres almas que se volverían una misma, una verdad que nadie debía conocer y la alianza de almas malditas que juntas darían fin y muerte a quien no puede morir.

¿Cómo sería todo esto posible? ¿Será este el fin de los momentos exactos de El Creador del universo?

Será entonces que las líneas del tiempo iniciarían su rebelión en contra de su inventor, ¿O será un momento exacto más en su lista de posibilidades?