·Susurro del viento·

Por las noches cómo una voz casi gutural puedo sentir el clamar mi nombre, puedo sentir el imán que me tira hacia allí.

 ¿debería asustarme? , quizás 

¿debería correr?, probablemente

Sin embargo mi cuerpo no responde a ello, todo lo contrario, el fuego de emoción crece en mi interior desconcertándome.

La mayoría se espanta solo de pasar frente la acera de aquella vieja mansión, repleta de historias que a mas de uno movilizaría, excepto a mi, desde que era pequeña había sentido atracción hacia ese lugar, gusto por lo misterioso y a su vez tenebroso..

Pasaba mis momentos libres tratando de comprender la burda complejidad de sus relatos sobre lo que podría haber ocurrido puertas adentro; Desde que tenia memoria, había oído múltiples teorías, casi conspirativas, podría decir, no obstante a ello no podía negar mis ganas de adentrarme allí.

Una de las tantas veces que creí escuchar en el viento mi nombre, casi como un susurro seductor, iba de camino a casa luego de una jornada de trabajo, frene en seco frente a la puerta, dudando, volví a oírlo, acto por el cual decidí aventurarme, inconciente de lo que podia pasar, inocente del destino que me deparaba solo una elección.

Abrí la puerta rechinante, moviéndome cual gacela, a punto de ser atacada, la oscuridad me absorvio, encendi la linterna de mi movil, sintiendo una euforia recorrer cada celula de mi cuerpo, podrían tildarme de rara y eso estaría bien para mi.

Cutres habitaciones se expandian frente a mi, cubiertas de polvo, telas rasgadas , simples rastros de lo que antes fue una blanca sabana que cubría aquellos muebles antiguos de la suciedad, era una escena digna de una película de terror.

Animé mis intenciones para escabullirme por el resto de la gran casona, con una mano sosteniendo mi bolso y la otra apuntando frente a mi, al traicionero suelo que por partes estaba carente de madera, dejando agujeros turbulentos en su lugar, resgistre cada habitación de la planta baja, con una pequeña sonrisa victoriosa en son de "Sólo es un hogar abandonado "

Subí por las escaleras intentando no embarrarme de mugre la ropa , girando mi cabeza a medida que examinaba cada ángulo, una vez allí, en ese pasillo tétrico rodeado de puertas, cuadros viejos y cosas obstaculizando el camino, opté por meterme a ver que contenían esas habitaciones, registrando cuál FBI la tercera y un sonido retumbo en el frío vacío del lugar.

Paralizandome de inmediato gire sobre mis talones y camine hacia la sexta puerta. Hacedora de terribles relatos urbanos, según decían, en esta casa vivió un magnate ucraniano, tan ermitaño como fuera posible, tan extraño como se imaginan, la historia decía, que cada noche salía a dar un paseo, sólo y en el trayecto si alguna mujer se le acercaba demasiado él, se volvía demente, llevandolas a su "humilde morada" reteniendolas como rehenes, torturandolas de maneras horrorosas , finalmente con el tiempo el sujeto desapareció, como si la tierra lo hubiese absorbido, dejando un enorme interrogante en la credibilidad del cuento, nunca creí que algo así sucedira sin más en este pequeño pueblo, por lo que no le di importancia

Sin hacerle caso a mi instinto de "alejate lo mas que puedas" coloqué mi mano en la perilla , un frío sepulcral rodeo mi cuerpo y suavemente logre entender "Davina...." sentí mi corazón desbocado golpeando el tórax y mis piernas flaqueantes imploraban mi reacción para salir de allí, con gran esfuerzo voltee para correr, tan rápido como mi cuerpo lo permitiera, logré llegar a la barandilla que recubría la escalera cuando sentí un fuerte jalón en mis tobillos, causando una caída dura

La desesperación creció como las acciones de Apple en pleno auge , rasgue la madera con mis uñas para generar estabilidad, aunque eso no funcionó como esperaba y mi cerebro estaba en algún tipo de shock, nuevamente me jalaron hacia atrás sólo que está vez, sentí con claridad las manos sobre la tela de mi ropa; arrastrándome hacia lo desconocido mi cuerpo colapso perdiendo el control de todo, dejando allí olvidadas mis pertenencias, mi vida y mi futuro.

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