Kaia se había vestido con más de tres capas de tela, sería una cebolla si no fuera por tratarse de vestidos, aunque no eran tan pesadas hacía un poco de calor a pesar de la mañana. Miriam salía otra vez más, aunque era común en las clases más altas, en mujeres con esposos de clase media, esto era raro.
Miriam por su parte tenía a William que era distinto en muchos aspectos a los hombres de este imperio. Cuando ella ya tenía su agenda libre, solía preferir salir a quedarse en casa, pero en el viaje a esta salida, Miriam no tenía la sonrisa de siempre, sostenía la mano de Kaia mientras miraba por la ventana del carruaje.
Acompañadas de la Sra. Licia, la doncella principal y la criada más joven de la casa, Jody. Bajaron del carruaje, el centro de la ciudad ya estaba activo, con nuevas noticias volando, la gente yendo y viniendo. En este escenario Miriam guío al resto a uno de los locales. "Lady's Vith".
La campanilla sonó al abrir la puerta. Fueron recibidas por la que era la dueña con emoción fingida. Una mujer esbelta, de cabello rubio platinado y de ojos amarillos, similares a los de Miriam, de no ser por el tono verdoso que tenían los de la segunda.
—Miriam!, Que te trae por aquí, hace mucho que no te he visto... desde lo de la boda.
Con molestia reprimida respondió—Esta el mayor Varess, no?
La sonrisa en la cara de la dueña paso a enojo al leer entre líneas las palabras de Miriam que luego de las mismas, barrio la mirada que tenía en la mujer a la puerta detrás del mostrador—se a dónde ir.
Dejando el área principal caminaron en silencio por el pasillo hasta llegar a una habitación espaciosa, iluminada por las amplias ventanas, había algunos libreros, sillones con patrones exquisitos y un escritorio en el centro. Junto a el un hombre que parecía ser de unos 59 años y que a pesar de su edad mostraba rectitud y fuerza, volteó a mirar a la mujer que entró a la sala.
—Miriam... digo Señora Ashbourne—sonrió con gentileza
—Mayor Varess—dijo mientras hacía una pequeña reverencia
Kaia había guardado silencio todo este tiempo pero su interior estaba muy activo con varias preguntas.
Wow que fué eso de hace rato y este ambiente? Uhm problemas familiares? Y quién es este señor?
Su figura apenas era visible mientras los adultos daban inicio a la plática antes de ir al tema que importaba.
—Espero que Rachel, se haya comportado
Miriam mostró una sonrisa torcida—sí...
—Entiendo, lamento eso. Mi hija no ha educado muy bien a la suya—bajo la mirada y encontró a Kaia quien estaba detrás de las faldas de su madre—Ella
—Es Kaia, Kaia Ashbourne—presento con cuidado y orgullo a su hija.
—Ojos rojos, son igual a los de Wiliam—sonrió para a luego dirigirse a Miriam—No quiero hacerte esperar así que seré directo, regresa, no te pido que dejes a tu familia, solo deja está ciudad, me basta con saber que puedo ayudarte...
—No—respondió la mujer con calma y seguridad
Kaia se sorprendió con todo esto e incluso gritó por dentro
Qué?!! Espera... regresar a dónde? y por qué no...qué está pasando? no puedes decirle que no, parece alguien poderoso o al menos lo suficiente como para ordenar "que le corten la cabeza"
Aún así se mantuvo atenta a las siguientes palabras del mayor que tras un silencio, sonrió tristemente.
—Deberias al menos considerarlo
—La familia...—El hombre interrumpió—Tú también eres parte de ella.
Miro a Kaia y continuó—Al menos puedo conseguirle un maestro, se que no la dejarías seguir ingenuamente las reglas.
—Ya tiene a su Padre—respondio con calma Miriam mientras mantenía un rostro amable.
—Entonces...
—Se lo enseñaré yo cuando llegué el momento...estoy bien, no hace falta que se preocupe, patriarca.
—Niña necia... entonces si es así no te detengo en tu día... cualquier cosa...—Miriam conocía las siguientes palabras pero aún así no interrumpió— No dudes en buscarme, sabes cómo contactarme.
—Gracias, mayor Varess.
Con una sonrisa cordial se despidió por última ves del hombre y volvió a la sala principal del local. Se encontró con la dueña quien se acerco a comentar.
—No esperaba que este fuera uno de los motivos por el que tuve que acompañar al patriarca.
Sin embargo no tuvo respuesta, de la mujer que se dirigía hacia la puerta. Con fastidio Rachel ordenó preparar el carruaje para irse de esa ciudad mientras volteó a ver a la pequeña que iba detras.
Horas después, tras el regreso en carruaje, Miriam y Kaia había llegado a la casa de los Levine. Se sorprendió de ver otra vez a la Sra Born ya que era raro verla, considerando que solo estaba en la ciudad por el verano y que después de dos meses volverían a la capital.
Está vez Violeta Born había elegido vestir colores azules claros al igual que Miriam, siendo la Sra. Beatrice Levine la única que vestía colores verdes.
Esta última al tener conciencia de la presencia de la mujer poco cercana, inició la charla siguiendo el orden a la hora de socializar, mientras su amiga la seguía en este teatro. Se reunieron en la sala principal de la casa y los niños estaban en la habitación de María, al cuidado de la sirvienta personal de la misma.
Violeta era una mujer con presencia, su rostro que parecía demasiado severo, el cabello negro que siempre solía ir recogido y su vestimenta pulcra era su sello personal. Quién pensaría que está mujer suele tener dificultades para expresarse sin parecer molesta, incluso hoy dió un comentario algo mal aplicado.
—Su vestido, combina con el mío... es bonito
Un silencio algo incómodo cayó por unos segundos, cuando Beatrice agregó
—Comparten un buen gusto hoy —aligerando el ambiente—Elijamos un color la próxima reunión
—Sí—con una afirmación rígida respondió la Sra Born, aunque ya se había dado cuenta de que su tono no aporto mucho a su comentario
Ay, San Aeseur, debí prestar más atención a las clases, creo que tenía que sonreir cuando dije eso
#1763 en Fantasía
#5778 en Novela romántica
reencarnacionmagiafantasiaromance, desarrollo de personaje, sistema de poder
Editado: 19.05.2025