¿Saben? antes de conocerlo yo no creía en el amor, pensaba que enamorarse era una simple estrategia usada por las personas para hacerle una jugarreta a la soledad. Antes de conocerlo, mi vida solo eran reglas y costumbres, todo lo que me rodeaba era un extraño ciclo que he repetido la gran parte de mi existencia; la chica que todo lo quería hacer perfecto, aún cuando ella sabía que para nada lo era, la responsable, la chica que usaba sus emociones para manipular al mundo, para manipularse a si misma, la chica fría e indiferente, que dudaba de todo, hasta de sí misma, la chica que controlaba cada aspecto de su vida, pero no podía controlar sus pensamientos. La chica de esos meses no es la misma que ahora y eso es porque desde que él llego a mi vida ha producido muchos cambios y yo amo esos cambios.
No se si el conocerlo fue uno de esos tantos resultados que tiene la vida al ejercer sus tontos caprichos, cuando está, ya está cansada de la rutina; más aún, si este es o no uno de sus caprichos, me siento realmente feliz de que haya sucedido. Nunca pensé que, al coincidir en una clase con él, mi vida daría un giro de 180° y eso que en ese instante no era más que un extraño del cual consideraba que en un futuro, siquiera iba a recordar su rostro o acaso su nombre; sin embargo, me resultó con el tiempo, la única persona que calmaría mi ansiedad. Él hizo que mi mundo se colocara de cabezas y que por primera vez no tuviera el control sobre mis emociones, esas que tanto había intentado apagar, pero que él, con solo unos meses logro encenderlas y crear un gran caos en mi cerebro dejándome totalmente inestable.
Él siempre me resultaba un misterio, pocas veces sonreía y las veces que lo hacía me producía un extraño sentimiento, que en ese momento no pude explicar y que actualmente aún no le encuentro respuesta. Solo sabía y solo sé que me encanta ver su sonrisa, porque simplemente esta es tan perfecta. Desde el momento en que comprendí que, con un solo mensaje de él, mi corazón se aceleraba, sentí miedo, miedo a seguir compartiendo parte de mi tiempo con él y apegarme emocionalmente, cuando creía, que tarde o temprano él se marcharía. Recuerdo que, por dejarme dominar por mis miedos, decidí mantener mi mente ocupada en mis deberes para no tener que pensar en un chico, del cual consideraba que mientras yo no estaba, él no se acordaba de mi sola existencia. Pienso que, si él no tuviera tanta paciencia para tratar con una chica tan anormal como yo, las cosas no hubieran tomado el rumbo que tomaron y hoy no fuera la chica que gustosamente puede decir que es su novia.
En ningún momento se me paso por la mente que alguien lograría atraparme y hacerme sentir mariposas en el estómago, jamás pensé que yo iba a terminar diciendo frases clichés, típicas de los enamorados, pero sí, aquí estoy diciendo que de verdad sentí las tan mencionadas mariposas y en ese instante logre comprender que estaba perdida. Perdida en los sentimientos que crecían hacia su persona y sentía que no eran correspondidos; siempre que creo que algo es de un modo, en realidad no lo es, terminé llenando mi cabeza de mil dudas que no me di cuenta de lo que él estaba sintiendo por mí. Aunque bueno, él no es que me pusiera las cosas sencillas, lo que él decía me impulsaban a ocultar por completo mis sentimientos y ser tan reservada como siempre lo he sido, con la gran parte de las personas. Pensaba que me estaba gustando más de la cuenta, ese chico que decía que no creía en las personas y que no deseaba tener ningún tipo de compromiso con alguna chica, no voy a negar que para mí esa idea, para nada me disgustaba, por lo menos en ese instante, porque con el tiempo cuando se desarrollaron los sentimientos, solo podía sentirme molesta por su forma de pensar. Aunque yo mejor me tragaba mis palabras y le ocultaba lo que sentía, porque siempre se me hizo tan fácil ocultar las cosas y hacer como si nada pasara, cuando en realidad estaba pasando de todo.
Antes de conocerlo, yo solo contaba con un confidente, el cual, solo eran las páginas de una libreta que hacía las veces de amiga, una amiga que no podía darme un consejo o escucharme atentamente y que al final cuando me quebrace me diera un cálido abrazo; él ahora es mi único confidente y aunque no sabe todo de mí y aun me cueste soltarme por completo de mis ataduras, al menos lo intento, intento mostrarle la verdadera persona que esta escondida en mí y no la chica que fue creada para no ser lastimada por otros que no repararían el daño. No sé si hasta que punto él este en mi vida, ya que yo no conozco el futuro y aunque quisiera atraparlo por siempre, se que eso es poco probable, al menos puedo disfrutar, lo que él dure en mi vida.
Nunca antes me había enamorado, así que él constituiría mi primer amor y aunque todas las vicisitudes por las cuales he tenido que pasar me han llevado a no creer en nadie, hoy puedo decir que si creo en él. Se que él tiene muchas heridas que sanar, lo sé porque su personalidad me lo demuestra, también sé, que yo no quiero ser quien le cause una nueva herida; no se si las cosas que estoy haciendo son las correctas, no lo sé, porque, a decir verdad, cuando se trata de él, yo sé nada; se me olvida la razón y solo me dejo llevar por los sentimientos. Yo solo sé que quiere seguir viendo su sonrisa y el brillo de su mirada todas las veces que se me sea posible…
¿Saben? antes de conocerlo yo no creía en el amor, pensaba que enamorarse era una simple estrategia usada por las personas para hacerle una jugarreta a la soledad. Antes de conocerlo, mi vida solo eran reglas y costumbres, todo lo que me rodeaba era un extraño ciclo que he repetido la gran parte de mi existencia; la chica que todo lo quería hacer perfecto, aún cuando ella sabía que para nada lo era, la responsable, la chica que usaba sus emociones para manipular al mundo, para manipularse a si misma, la chica fría e indiferente, que dudaba de todo, hasta de sí misma, la chica que controlaba cada aspecto de su vida, pero no podía controlar sus pensamientos. La chica de esos meses no es la misma que ahora y eso es porque desde que él llego a mi vida ha producido muchos cambios y yo amo esos cambios.