CAPÍTULO 4.

CAPÍTULO 4

SOOK

—¿Tu? —chillo bajo, sorprendida de volver a ver ese molesto chico— ¿qué haces aquí?

Helios rueda los ojos para después mirarme una expresión obvia, algo como ¿acaso no es obvio?

— ah, nada solo me gusta ponerme este uniforme porque considero que me hace lucir increíble y vengo a desfilar delante de todos para que vean lo bien que me veo. —su tono es más que sarcástico mientras limpia una pelusa invisible del saco de su uniforme.

Miro su aspecto desde mi posición y aunque su uniforme esté desaliñado eso no le da un mal aspecto, digo, lleva la camisa por fuera y su saco va abierto del todo, además del hecho de que su cabello está completamente despeinado, sin embargo, eso no lo hacía lucir mal, más bien le daba un aire rebeldía que lo hacía lucir bien.

—y por cómo te me quedas viendo sé que también piensas que me veo genial. —me dice con arrogancia antes de sonreír de manera socarrona mostrando sus dientes y noto que sus colmillos son inusual mente pronunciados.

Yo infló mis mejillas en desagrado y lo miro con el ceño fruncido.

—claro que sí.  asiento finjo estar de acuerdo con el— si verse bien para ti es parecerse a un espantapájaros mal vestido.

El frunzo el ceño antes de dar un paso hacia mi, su altura junto con mi baja estatura hace que tenga que subir la mirada para verle la cara, de seguro mi cabeza llega un poco más debajo de sus hombros.

—¿tú que vas a saber de buen gusto? —me da una rápida mirada de pies a cabeza y bufa— apuesto que a aún usas ropa para niños.

Frunzo el ceño y aprieto los puños ante su burla. No es de su incumbencia si aun puedo usar ropa de la sección infantil.

—¡pero tu….

— shuuuuu. —me interrumpe una chica sentada en la fila frente a nosotros —estamos tratando de escuchar a el sunbae Aysel— se queja ella dejándome con la palabra en la boca.

—sí, no podemos escuchas sus bellas palabras por ustedes, si quieren discutir váyanse al fondo— nos dice otra chica con molestia.

Las miro apenada y bajo la cabeza en disculpa un par de veces. No sabía que estaba haciendo tanto escándalo.

Cuando me doy la vuelta Helios ya no esta a mi lado y se ha ido a sentar a las últimas filas junto con un grupo de chicos, los cuales lo reciben con sonrisas y el tópico “choca lo cinco". Lo miro molesta y desde su posición el me da una sonrisa arrogante y además triunfante mientras que tengo que morderme la lengua para no soltarle una maldición o mostrarle me dedo medio.

—estúpido Helios. —murmuro antes de salir del auditorio para ir al baño.

De todos los institutos en Seúl, tuve que venir a estudiar donde esta el más pesado y arrogantes de los chicos.

Genial.

…

En mi nuevo salón de clases escojo sentarme junto a la ventana en la fila del medio, así es más fresco y cuando me aburra de la clase puedo simplemente ver por la ventana. Una chica con gafas, coleta alta y pecas me da una tímida sonrisa antes de sentarse junto a mi, le devuelvo la sonrisa y veo como saca de su mochila una libreta color rosa, junto con un libro teórico y una cartuchera blanca con dibujos de pequeñas rosas.

Tomo una pequeña respiración antes de tomar la iniciativa de presentarme primero ya que ella se ve muy tímida —más que yo— como para hacerlo primero. Y no es que yo sea la persona más sociable del mundo, solo que me prometí a mi misma que trataría de ser un poco más sociable con mis nuevos compañeros y haría amigos. Hasta ahora las personas se han mostrado muy amigables, a excepción por el estúpido de Helios.

— Hola, mi nombre es Choi Sook, soy nueva. —me presento estirando mi mano con una sonrisa amigable.

— Hola. —la chica acomoda sus gafas antes de estrechar mi mano — soy Shi Dae. —  me sonríe aún de forma tímida— y ya sé que eres nueva, yo vivo a un par de cuadras de tu casa.

Parpadeo estando sorprendida por esa nueva información y detallo su cara a ver si la he visto antes pero no, es la primera vez que veo a esta chica.

—¿enserio? —pregunto incrédula y ella asiente.

— las he visto a ti y a tu hermana varias veces, entiendo que te sientas confundida ya que no me has visto a mi…es solo que no salgo mucho de casa. —confiesa bajando la mirada.

— ya veo. —murmuro para después sonreírle ampliamente— bueno ahora que nos conocemos podemos ser amigas he irnos juntas a casa— señalo con entusiasmo y ella asiente feliz.

Al parecer le gustó mi idea.

La clase comienza cuando una señora de traje elegante y de color oscuro entra al salón, se presenta con la profesora de historia y nos hace levantarnos uno por uno para presentarnos ante la clase a pesar que la mayoría ya se conozca, admito que eso me dio algo de miedo, pero lo mismo pasa con el profesor de física y la profesora de biología, ya para tercera clase no sentía tanta pena y pude hacerlo con más confianza. Todos profesores parecen serios estrictos y que a la hora de dar su clase son ágiles, rápidos y concisos, me hacen pensar que los profesores en mi antigua escuela no eran tan serios.

Cuando he hace la hora del almuerzo Dae me guía hasta un pequeño balcón del edifico de edificio este, desde el cual se puede ver todo el patio. Ella me dice que suele comer ahí ya que no se siente a gusto comiendo rodeadas de mucha gente y lo entiendo, a un compañero de mi antigua escuela le pasaba igual.

Nos sentamos una frente a la otra en los bancos y ambas abrimos nuestros almuerzos, sonrió ampliamente al ver la comida y rápidamente comienzo devorarla, moría de hambre.

—¿Entonces tu papá es el entrenador del equipo de básquetbol? —pregunta antes de comer las pequeñas bolitas de pollo en su embace.

Asiento y con la boca llena y espero a tragar para contestarle. Cuando veníamos hacia acá le conté un poco de cómo llegué aquí.

—acababa de entrenar un equipo en la universidad de Seúl cuando un amigo lo llamó, le dijo que surgió un problema en su familiar y tuvo que salir del país y que necesitaba con urgencia que alguien se hiciera cargo de su equipo. —tomo un poco de arroz— y así fue como terminé aquí, con la mitad de una beca académica— me encojo de hombros y lleno mi boca de comida.