«El amor no conoce barreras; salta obstáculos, vallas y penetra en muros para llegar a su destino lleno de esperanza»
—Tristán
Trato de correr tras ellas, la veo doblarse el pie, pero aun así no se detiene, al final de las escaleras la veo jadear y cortar en seco a Alexandra. Trato de apretar los puños cuando la veo cortarle la palabra y mirar con odio a sus padres.
Sale de manera brusca de la casa, mientras escucho su grito a la salida y me maldigo por permitir que esto pasara. Me lo merezco, sé que erre, debí haberle llamado para hablar con ella y haberla abandonado.
Todo se ha vuelto demasiado tormentoso, a mi alrededor ha habido varios rumores, pero lo cierto es que es todo mentira. Cuando encuentras a la chica de tus ojos, haces no solo todo lo posible para protegerla sino para demostrarle lo mucho que vale para ti. Le permito escaparse porque sé que pronto ella no podrá huir y todos los malos entendidos se resolverán; cualquier duda será disipada.
Esta noche es la fiesta, es mi momento y se siente como un jodido Deja Vu. Abro el cuarto de ella para sacar mi traje y veo a Alexandra entrar mientras niega con la cabeza. Ella es mi pequeña hermana menor. Hace poco me entere de ella ya que mi padre no es que fuera informado que tenía una pequeña relación extra matrimonial.
Mi traje de punto junto a mi capa, mascara y bastón están en su lugar. Es momento de comenzar mi cacería por la chica que me ha robado mi corazón desde hace mucho tiempo. Mi hermana me da un beso en la mejilla, le sonrió de manera agradecida y decido bajar de manera rápida. Los padres de Emma están allí, sé que ellos son los más afectados en esto y no se imaginan cuanto se lo agradeceré. Fui el primero en llegar para dejarles en claro mis sentimientos, también para presentarles a mi hermana y convidarlos a su boda. Al principio creyeron que era mi boda como todos y es que verme con ella escogiendo su vestido de novia junto a los demás arreglos dio mucho que decir.
Calle a todo, sabía que mi nombre en el mundo de los negocios retumbaba y que los paparazis estaban detrás de mí. Mi hermana, su esposo y yo reímos cuando veíamos el periódico mientras escuchábamos las quejas de un Mateo Cabreado porque lo habían declarado el violinista.
Entro en mi carro, conduzco de manera suave, llego un poco tarde, las manos están completamente sudadas, pero me felicito por haber manejado con esta ansiedad. No soy de fiestas, pero esta no es cualquier fiesta. La mujer de mi vida esta allí matándose con rumores que no son verdad.
Quiero que me vea solo a mi
Que me ame solo a mi
Deseo verla a mi lado pro el resto de mi vida.
Quiero dejarle bien el claro que la quiero y solo para mí. Tal vez estoy más loco que antes. Sigo pensando que me tomo mucho tiempo en volver. Una parte de mí se maldice por haberle permitido pensar mal de mí, pero todo pronto estará en su Lugar. Mi mente recuerda su sonrisa dándome mas esperanza de lo que hare. Cuando entro Mateo esta allí junto a los chicos les asiento mientras lo saludo de manera breve
—A por lo nuestro ¿Salud? —Digo a lo que todos brindamos
Todos nos distribuimos unos vienen a disfrutar y otros como yo a recuperar lo que se nos ha quitado. Me mezclo con los demás, me alegra que muchos compañeros vinieran sino fuera porque estoy ocupado me gustaría hablar con ellos. La música es alta, el piso ya está lleno de bebida y muchos ya se encuentran comiendo los pequeños pasabocas. Encuentro la zona de licores por lo que me dirijo allí, necesito una buena copa de algo fuerte, necesito calmar el calor que hay en mí. La falta de claridad tal vez me juegue en contra. Necesito tener claro mi plan para tomar lo que es mío
Tomo mi bebida a medio terminar y me adentro aún más a la fiesta. Hay personas por todo lado, pero esta vez es más calmado, las personas beben, pero ya no tienen sexos como si estuvieran en el apocalipsis. Escaneo la habitación busca a mi Sexy caprichosa. Trato de evitar gruñir cuando veo a mi mujer acompañada de dos idiotas que en este momento me caen mal. por lo visto no soy el único por el que gruñido de Mateo me hacen saber que no soy el único molesto. Tengo unos celos terribles
Me acerco suavemente a donde ella está, pretendiendo estar lo más tranquilo del mundo mientras la observo. A falta de experiencia en la coquetería tuve que leer para aprender como ligar, pero quería que la próxima ves que viera a Emma no se me trabara la lengua y poderle corresponder a sus coqueteos sencillos. Estoy a punto de llegar siento a alguien abrazarme por la espalda
—Te pille —Murmura mi hermana pequeña con una voz dulce — ¿Ya la encontraste?
Recocho su tono meloso, algo me dice que me busco mas es porque le gano la curiosidad. su mano pequeña toma mi mano mientras me señalaba para que la lleve donde ella esta.
Antes de que pueda responderle ella está por pasar al lado mío, pero Mateo intercede les hace un traspiés a ambas. Emma cae encima de mí y Heliana encima de el
El juego de la seducción ha comenzado —Si yo fuera sabido que las hermosuras caen a mis brazos fuera llegado más temprano —Digo con coquetería tomándola por la cintura mientras la pego a mi pecho. Se ve molesta, pero por más que deba temer por mi vida me encanta la sensación de verla celosa.
—Idiota —Dice con furia, trata de separarse, pero no le permite —Oye —Dice mi hermana mientras le sonríe, hace pucheros al ver que ella trata de evadirla —Tristán por que conociste a una chica tan celosa, ella no me quiere —Comienzo a reírme por su pataleta y ella parece aún más molesta —Deberías defenderme como un buen hermano mayor. Yo me debo llevar bien con mi cuñada
— ¿Hermana menor? —Pregunta y por un momento entro en pánico al verla tan pálida. Sé que esta sacando sus conclusiones, pero el verla así me llena de un sentimiento fuerte de protección hacia ella.
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Editado: 26.04.2022