From Zero - Desde Cero

Capítulo I: Inicio Del Cronómetro

Hola, mi nombre es Anthie. Yo llevaba una vida que no era nada especial, como una persona tranquila, dentro de un mundo normal.

«Todo eso cambió un día antes de mi cumpleaños...»

Un 26 de agosto de 1,968.

Cuando digo que todo cambió, me refiero a que mi vida dio un giro que alteró mi perspectiva de la realidad en la que estaba viviendo.

«¿Comenzamos?»

Luego de traer a memoria el recuerdo de esa bella mujer y ese hermoso parque, decidí dormirme luego de hablar conmigo mismo. Así que, al momento de despertarme, ya había llegado el día siguiente.

Era un día soleado como para salir de casa, el viento corría de manera fuerte y el sol podría derretir a cualquier persona que tratara de escabullirse afuera; nadie en sus completos cinco sentidos pensaría en salir para hacer algo el día de hoy, aunque eso no involucra a todos... como siempre (y para mi mala suerte); tuve que levantarme de la cama al ver la hora que marcaba el reloj.

Lunes, 26/08/68 - 7:32 h.

«Y ahora, te preguntarás... ¿Por qué me levanté?»

Es algo sencillo de responder para alguien que tiene mi edad.

Por obvias razones de un niño que tiene 10 años, iba a llegar tarde a mi escuela.

El gran instituto "HSUA".

Luego de darme una ducha, buscar un poco de ropa y salir de mi cuarto, bajé en dirección a las escaleras para recoger el desayuno que estaba colgando en la puerta de mi casa.

«¿Te preguntas el por qué hay una bolsa con el desayuno en la puerta de mi casa?»

Basándome en que mi padre nunca estaba en casa debido a su trabajo, mi desayuno era encargado a una mujer que siempre pasaba por aquí, y como ya se me había hecho costumbre el estar solo, esta era mi rutina diaria.

Desde que tengo memoria, mi vida se ha resumido a esto: sacar mi comida de la puerta, estar en mi cuarto, leer los libros del estante que está en la sala, mirar el parque del vecindario e ir al instituto.

«Y lo sé, sé que es una rutina simple y cotidiana, pero esa es mi vida».

—La vida... la vida... —suspiro mientras abro las ventanas del comedor—. Siempre he pensado que la vida se basaba en solo seguir caminando por un mismo camino y para ser sincero, pensé que eso nunca cambiaría.

Había vivido la mayor parte de mi vida entre cuatro paredes, viéndolo así, la única forma de conocer el mundo que me rodeaba era a través de los libros que había leído, y siendo justo, cada libro que iba leyendo era más fascinante que el anterior, pero sería raro compararlos; aunque ambos tenían una cubierta muy parecida, el contenido definía si valía la pena leerlo o no. Por esa misma razón, no podía opinar de un libro sin siquiera saber el contenido de este, aquel que juzga un libro sin leerlo, solo malgasta su tiempo; los libros están hechos para ser leídos.

De la misma manera, los seres humanos hemos sido creados por una sola razón, llegar a nuestro destino. De esa forma, podremos saber quienes somos mediante la huella que hemos dejado en la tierra, esa es la definición que he conseguido hasta ahora.

Luego de tomar mi desayuno de huevos revueltos, un medio corte de tocino y algo que parecía un pedazo de plátano frito; agarré mi maleta y me dirigí en dirección al instituto HSUA.

«¿Qué era el instituto HSUA?»

El instituto HSUA es una de las mejores escuelas de Estados Unidos, es considerada la élite de la élite, solo los mejores estudiantes, aquellos considerados como genios o niños "prodigio" llegaba a estudiar ahí.

Yo ingresé debido a mis notas, diplomas y reconocimientos de mí otra escuela. Donde por parte del director; me dieron una beca para estudiar allí.

Mi padre al ver que había logrado tal hazaña, no dudó en cambiarme de escuela, de manera que terminé estudiando dentro del instituto HSUA.

«Y como cualquiera que terminaba en ese instituto, cuando me cambiaron a la HSUA, me di cuenta de que estaba más cerca de llegar a convertirme en un genio»

Desde que tengo memoria, he anhelado serlo. Además, he tenido varias preguntas, todas ellas referidas a que es lo que significa ser un verdadero niño prodigio. Lo único que sé (en opinión propia), es que el ser un genio, tiene que ver con ser alguien capaz de ver la vida a través de su conocimiento; y puedo confirmar esa teoría al ver a los pájaros volar en el cielo hacia su destino, todo eso mientras estoy caminando hacia el instituto HSUA.

«¿Qué cómo puedo comprobar la vida mientras estoy caminando?»

De forma tan compleja como sencilla, al ver volar a los pájaros que vuelan por los aires y al verme caminar a mí, me doy cuenta de cómo funciona la vida de todos los seres vivientes. Ellos se dirigen en una sola dirección, avanzan a un lugar donde pueden ser ellos mismos, sin límites.

Son iguales que los humanos en eso. ¡Nosotros avanzamos hacia el futuro y no nos detenemos! Incluso en la misma muerte nos parecemos a ellos, no sabemos todo lo que pasará si hacemos algo; solo logramos suponer cosas.




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