From Zero - Desde Cero

Capítulo IX: Paradoja Del Tiempo

Luego de pensar en las posibilidades futuras del cronovisor, (y ver el tipo de construcción de las pirámides), el director nos mostró unos visores. Según él, eran una evolución más elaborada del cronovisor original.

Experimento #4: Beta Crono visores «Beta visores».

Estos visores eran la última evolución del cronovisor original, y teóricamente servían para viajar de manera virtual al pasado o al futuro. Aunque como mencionó el director, estaban en modo de prueba.

Entonces el silencio fue interrumpido por el hombre que había traído el director.

—¿Alguno de ustedes quisiera ir en persona a ver las pirámides? —preguntó Wernher.

Aunque estaba asustado y sorprendido, no había tiempo para pensar. Quería ir y ver el pasado con mis propios ojos, quería ver a esos dos militares que construían las pirámides y quería saber el motivo por el cual las estaban construyendo.

Muchas dudas aparecieron frente a mí, estaba a punto de pararme sobre mi asiento y ofrecerme como voluntario, pero, uno de los niños del cuarto, (con nombre único N.° LE-11) me ganó. Él dijo que quería ver la formación de las pirámides desde cerca.

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Wernher sonrió diciendo que estaba bien, que harían la prueba con N.° LE-11.

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Justo en ese momento, uno de los Greenders se acercó a N.° LE-11 y desde donde él estaba nos otorgó indicaciones sobre los visores:

1. Los Beta-Cronovisores, son visores electros ópticos con base al cronovisor original.

2. A diferencia del cronovisor original, este nos llevará virtualmente hacía el tiempo específico y ya no solo a través de una pantalla.

3. Al estar en fase de pruebas, aún se experimentan pequeños fallos, no obstante, se van a corregir con el tiempo.

Al decir eso, pude confirmarlo. Estos nuevos cronos visores eran una posible máquina del tiempo (aunque solo fuera de manera virtual).

De esa manera, si el cronovisor original solo nos dejaba ver parte del pasado o futuro, la ambición del ser humano había hecho que los Betavisores nos llevarán de manera virtual (o eso es lo que ellos trataron de explicar).

En todo caso, ¿Los Greenders estaban a punto de sobrepasar la teoría del tiempo-espacio? Frente a esto, solo quedaba una posible respuesta. La tecnología y la ciencia nos estaba demostrando que esto era algo sumamente lógico y que todas las posibles teorías podían ser reemplazadas por otras más verídicas.

De acuerdo con los Greenders, todo se debía al tiempo específico. Este tiempo específico (TE), era definido por los horarios puestos en los costados de los visores, donde había siete botones, uno para cada efecto. Hora, día, mes, año, pasado y futuro, el séptimo botón se dijo exactamente que no se tocara (era una opción de prototipo que aún estaban desarrollando).

Wernher le preguntó a N.° LE-11 si ya estaba listo para iniciar con el viaje al pasado, él respondió que sí. Entonces, se dio inicio a la prueba de los cronovisores.

Los visores se encendieron; Wernher se acercó a él y le dijo que por lo que más quiera en el mundo; no tratase de interferir en el pasado. Solo debería observar los acontecimientos de lejos, ya que, si cambiaba algo, podría cambiar drásticamente el futuro o crear una línea paralela al presente que estábamos viviendo en ese momento. Además, le prometieron que el aparato era seguro, pero que, por precaución, no se hiciera alguna lesión (esto porque podría dañar los cronovisores).

N.° LE-11 aceptó los términos que le dieron, de esta manera, iniciaron la prueba de los cronovisores.

En ese momento preciso, apareció otro N.° LE-11 frente a nosotros, mientras el N.° LE-11 que tenía los visores desaparecía de la sala lentamente.

Fue entonces, que le preguntaron al N.° LE-11 (que apareció en la sala), que es lo que le había sucedido; a lo que él respondió:

—Aparecí cerca de los trineos, y de repente, uno de ellos se desvió y las rocas que estaban encima del trineo, cayeron sobre mí, fue horrible.

Ante lo dicho por N.° LE-11, Wernher sacó una teoría. Según él; cómo N.° LE-11 había sufrido daño, dio un salto al presente y por esa razón se encontraba con nosotros (esto se debía a un método de defensa del artefacto encargado de proteger al usuario destinado).

Luego de decirnos eso, no pasaron ni unos segundos, cuando N.° LE-11 empezó a botar sangre por la boca y terminó desmayándose.

Wernher pidió a los Greenders que se llevarán a N.° LE-11 para una revisión médica, y después de que ellos se fueron con N.° LE-11, encendió el cronovisor y se dirigió al tiempo específico de la construcción de las pirámides. Justo allí, vimos a N.° LE-11 en el mismo lugar por donde pasaban los trineos.

—¡Esto era algo que no debía pasar! —Exclamó Wernher.

Según los cálculos del espacio dentro de los cronovisores, N.° LE-11 debía de estar un poco más atrás de donde había aparecido. Sin embargo, había ocurrido un error en los cronovisores (el cual lo llevó al lugar exacto por donde pasaban los trineos).




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