From Zero - Desde Cero

Capítulo XXVI (Parte I): Eclipse de Anthie

Reinicio.

Jueves, 19 de noviembre, 1,863.

17:23 h.

Antes de usar los betavisores, Lukk me advirtió que habría cierta posibilidad de que me viera a mí mismo entre la multitud del discurso (esto se debía a que habría dos "yo" al mismo tiempo y en la misma ubicación de destino).

Me dijo que debía hacer lo posible para que mi "yo" de hace unas horas no me viese, y que, si por alguna razón, mi "yo" del pasado lograra hacerlo, podría generar una paradoja que arruinaría la línea del tiempo establecida, y con ello, sería impredecible saber lo que pasaría dentro de esta línea temporal.

Yo entendí el caos que podría generarse. Aunque siendo sincero, creía que sería imposible verme a mí mismo, no podía imaginarlo, era algo irreal. 

Y aún con esas dudas dentro de mí, le dije que tendría cuidado conmigo y que evitaría crear una catástrofe de tiempo.

Él, dudoso de que pudiera remediar esa posibilidad, me enseñó a reiniciar los cronovisores con la intención de volver al inicio de este día, también me dijo que le esperase a esta misma hora en este mismo lugar, el cual llamamos:

"Punto intermedio".

Luego de decidir eso, ya con todos los acuerdos previos, ambos decidimos reiniciar los betavisores y volver en el tiempo.

°°°°°°°°

Los betavisores se encendieron, y nuestro holograma se materializó en el pasado por segunda vez.

°°°°°°°°

Ciudad de Gettysburg.

Jueves, 19 de noviembre, 1,863.

08:53 h.

Al llegar a mi destino, volví a aparecer en otro lugar dentro del perímetro del discurso, y como era de esperarse, esta vez tampoco pude ver a Lukk en mis alrededores, sin embargo, lo que sí logré ver, fue una inmensa multitud vestida de negro. 

Estos estaban dando sus oraciones por los que habían caído en la guerra.

No quería ocasionar una catástrofe (tampoco quería molestar a Lukk), así que tuve que recordar cada uno de los lugares donde había estado antes de regresar en el tiempo.

Caminé lo más lejos de mis antiguos pasos y me vi obligado en ir en la búsqueda de Lukk. Esta vez me aseguré de que todo fuese correcto. De cualquier forma, terminaríamos reuniéndonos en "el punto intermedio" a más tardar las 17:30 horas.

Sin embargo, aun así ocurrió lo que no quería que ocurriera. Por más que intentaba alejarme de mi "yo" del pasado, algo me arrastraba a encontrarme cerca de los mismos lugares en los que ya había estado. Las mismas rutas que había caminado se repetían una y otra vez, y en más de una ocasión, pude verme a mí mismo desde lejos, hablando con los niños con los que me había reunido en el pasado.

Temía acercarme a él, y no solo porque podría generar un error en la línea temporal. Ese temor era alimentado al ver mi cuerpo desaparecer poco a poco cuando me acercaba más al lugar donde se encontraba mi "yo" del pasado.

Así que, con el temor a desaparecer y los posibles problemas que eso podría generarme, me alejé hacia otra multitud para reunir la información pedida por los Greenders.

La mayoría de personas a las que les pregunté, respondieron que habían perdido al menos un familiar dentro de la guerra y que debido a eso, estaban tratando de desearles un descanso en paz, no querían hablar de la guerra. 

Les parecía una falta de respeto que alguien desconocido les preguntara eso.

Con la idea de no interrumpir sus oraciones, decidí dejarlos seguir con lo que estaban haciendo y me alejé a uno de los costados de la multitud, para descansar un poco de todas las personas con las que había hablado y de tantas quejas que había escuchado.

Fue justo allí, donde volví a escuchar que comenzaría el discurso del orador, Edward Everett. Al parecer, la mayoría de la gente estaba dispuesta a escucharlo; se podía notar en sus rostros.

Discurso Principal.

Jueves, 19 de noviembre, 1,863.

09:48 h.

Seguí buscando a Lukk por la parte derecha del estrado. La multitud era inmensa, un aproximado de quince mil personas estaba presentes y se me hacía difícil localizar su paradero entre todo el gentío que escuchaba el discurso.

No solo eso, rodeé toda la ceremonia de consagración y pasé desapercibido frente a los lugares donde ya había estado antes. Nuevamente, llegué a la pequeña carpa de color blanco, donde logré ver por segunda vez al presidente Abraham Lincoln. 

Él también iba vestido de negro. Además, llevaba una banda y un sombrero del mismo color. 

Su rostro se veía triste, como si estuviese esperando algo, como si tuviera algún miedo o angustia. No obstante, prontamente sacó un pedazo de papel y empezó a practicar su discurso. En ese momento, cambió de cara, dirigió su vista hacia el cielo y regresó a donde estaba el avispero de hombres que no dejaban de hablar acerca de lo que seguía en la ceremonia.

Me alejé de allí, debía enfocarme en reunirme con Lukk. No obstante, tras varias horas de buscarlo; me encontré sin éxito alguno y terminé en la misma esquina donde había estado antes de volver en el tiempo (donde había muchos niños que estaban oyendo el discurso).




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