Capítulo XXVIII: Bóveda Irreversible

Ya con el amanecer entrando por la ventana, y con la falta de cosas para hacer durante el día, vinieron dentro de mí algunos recuerdos que tenía con mis padres cuando era pequeño.

No sé cuando me alejé de ellos para ser exacto, y aunque sea poco científico, aún tengo en mente que mi madre seguirá viviendo dentro de mi corazón, o bueno... Eso es lo que decía ella si por alguna razón le pasase algo, solo repito sus palabras para hacerme creer que aún existe esperanza de volver a verla.

Si pudiera usar los betavisores para regresar y descubrir la causa de su muerte, lo haría. Aunque, para ser sincero, no sé cómo terminaría eso, quizás afectaría mi futuro de alguna forma o tal vez no sucediese nada en este presente en el que me encuentro.

María... María... El nombre de mi madre es muy nostálgico, lo único que resalta de todos mis recuerdos de parte de ella, es la forma en como me contaba historias de pequeño, aun recuerdo como acariciaba mi cabello y como me daba las buenas noches, pero aun sabiendo que no regresará conmigo, quisiera al menos por una última vez, volver a ver su rostro sonreír.

Por otro lado, Klauss, mi padre. Amó demasiado a mi madre cuando estuvo con vida, ambos tenían un par de investigaciones que comenzaron cuando se encontraron en Alemania. Ya para mi nacimiento, eran reconocidos por la mayoría de científicos que trabajaban a la par de ellos.

En estos dos días, me he preguntado que habrá pasado con mi padre.

Según Isaac, mi padre ha sido informado por la H.S.U.A. de que yo estoy aquí, así que no creo que haya algún tipo de problema, y si por alguna razón me viese afectado o sucediese algo conmigo, sé que él me ayudaría a salir sano y salvo de esto.

Siempre quise ser como él, alguien respetable, que trabaja para salvar a los demás. Alguien que usa sus conocimientos para curar enfermedades y que crea artefactos que evolucionan el método de medicina. De cierta manera, me siento orgulloso de ser su hijo.

Y no solo por ello, también se debe a que su último proyecto, en el que trabajaba con mi madre antes de su muerte y el cual sigue en pie hasta ahora, era una especie de medicina capaz de extender la vida de las personas haciendo que sus células dejen de avanzar a gran escala, o bueno... Eso es lo que me explicaba él cuando yo aún era pequeño.

No he vuelto a escuchar más del tema. Además, no es como si lo viese todo el tiempo que quiera, mis conversaciones con él tiene base en las cartas que nos mandamos mutuamente. Por esa razón, siempre que podía verlo, trataba de que me contara más acerca de lo que hacía. Me pregunto que estará haciendo ahora, seguro a de estar enfocado en los proyectos que tiene pendiente o tal vez esté descubriendo la cura de alguna enfermedad, aunque sé que estoy alabándolo demasiado, quizás solo esté de vago disfrutando la vida.

De cualquier forma, sé que está atento a las cosas que hago, él estuvo feliz cuando me llamaron para ingresar a la H.S.U.A. Seguro que también le han avisado de los tipos de experimentos que se hacen aquí, así que estos trabajos con experimentos en el tiempo le encantarían.

Recuerdo que él soñaba con poder cambiar el pasado, algo que trataba de investigar. Lastimosamente, su investigación no dio frutos y tuvo que dejar ese pasatiempo; aun así, con esos inconvenientes, solíamos ver las estrellas al anochecer; él me contaba un montón de cosas referentes a ellas, como que la estrella Alfa Centauri está a mil setecientos días y era la más cercana a la tierra o que la estrella denominada Ícaro, era la más lejana e incomprensible de ver.

Para ser sincero, lo que más me llama la atención de él, es su fe.

"Algún día verás a tu madre de nuevo, Anth". Es lo que mi padre siempre decía, hubo un momento en el que le creí, que tal vez podría verla en un futuro, pero nada más lejos de la realidad.

«Ella ya no está aquí».

A veces quisiera actuar como si nunca hubiera ocurrido la muerte de mi madre, y es que sinceramente, aún no se descubre la causa por la que falleció, tampoco encontraron el cuerpo, solo tenemos una vasija con los restos de sus ropas, la cual está ubicada en la sala de mi casa.

Según entendí por mi padre, se debía a algunos problemas con otros científicos, yo en ese tiempo aún no lo entendía, tal vez hubo un problema interno y le hicieron daño a mi madre, por lo que terminó muriendo o quizás la mataron.

El punto clave de esto, es que ella siempre me recordaba que pasara lo que pasara siempre me estaría viendo. ¿Eso funcionaría ahora que no está? ¿Podría verme a pesar de que yo no la veo? Solo enciendo las esperanzas de que su muerte solo fue una ilusión y que todo esto es un sueño donde ellos me siguen sosteniendo como lo hacían cuando era niño.

¿Por qué digo esto? Por una razón especifica, tanto mi padre como mi madre decían que yo era una bóveda que habría el corazón de ambos, una pieza fundamental que ellos sostenían, algo que solo ellos protegían y que solo sería entendible cuando fuese necesario.

De ahí mi nombre, Anthie. Aquel que carga con la responsabilidad del espacio y de las estrellas.

Según mi madre (antes de fallecer) el nombre había sido escogido en uno de sus sueños, en los que se veía caminando al lado de un niño en un puente, al parecer, a mi padre no le gustó. Él prefería que yo me llamase Anthony o Antonio, "Anthie" le sonaba muy inadecuado para nuestro tiempo. Sin embargo, después de unas discusiones mi madre ganó la batalla y me nombraron así.