Fruto del destino

Capítulo 30: Dejarse llevar

Olivia

—¿Te apetece que te lleve a un sitio? —dijo Nick.

—Nada me gustaría más—sonreí.

Me llevó hasta su coche y comenzamos con el camino mientras hablábamos y nos reíamos de nuestras desgracias.

—¿Tienes pareja? —me preguntó.

Yo me quedé mirando el cristal y vi el paisaje, la gente, estaba tranquila en aquel momento y antes de contestar respiré hondo—Se puede decir que no—dije

—Pues no lo entiendo, una chica como tú debería tener a quien quisiera en la palma de la mano.

Suspiré—Supones mal.

Paramos en el semáforo, él posó su mano en mi muslo y me miró—Seguro que es porque no te das cuenta, mírate, eres preciosa por fuera y por dentro.

—Hay personas que no saben valorar eso—me quedé cabizbaja.

—¿Un primer amor duro?

—¿Cómo lo sabes? —pregunté confusa.

—Por la forma en la que te tratas a ti misma, el primer amor es tan intenso que cuando se acaba te derrumbas por completo e intentas culparte por cosas que pasan sin más, cosas por las que ninguno tiene la culpa, te entiendo Olivia—miró al frente para seguir con el camino—Todo se supera con el tiempo. Todos acabamos superando a nuestro primer amor.

—Lo intento al menos.

—Déjame que hoy toda esa tristeza se convierta en felicidad, ¿confías en mí?

—Confiar en personas que no conozco mucho es uno de mis grandes problemas, pero, confío en ti—sonreí.

Seguimos el camino en el coche y ninguno de los dos se atrevió a soltar otra palabra, el silencio inundaba el coche mientras mi mirada estaba fija en los preciosos colores de la ciudad.

—¿A dónde se supone que me llevas? —pregunté confusa.

—¿No se supone que debe de ser sorpresa? Ni en broma te diré a dónde iremos, debes verlo tú misma con tus propios ojos.

—Pero ya ha anochecido lo suficiente y Becca y Lily siguen en el hotel esperándome.

—Tranquila, ya me he encargado yo de ellas.

–¿Las has matado?

—No, no—alzó sus manos en son de paz—Le he reservado un restaurante para cenar, nosotros iremos luego, pero no antes de visitar este lugar.

—No puedes dejarme con esta intriga, si me conocieras de verdad sabrías que no soporto las sorpresas.

—Pero como no te conozco lo suficiente—encogió sus hombros—Ya casi hemos llegado.

Yo crucé mis brazos por debajo de mi pecho y simplemente esperé a que llegásemos al destino.

Se hizo de noche y se podía observar todo el ambiente de la ciudad que era simplemente magnífico. Llegamos hasta una especie de descampado y salimos del coche.

—¿Qué sitio es este? —pregunté.

—Tú solo espera, ven por aquí—me indicó.

Le seguí hasta poder ver desde las alturas Los Ángeles.

—Mira hacia abajo—dijo.

Yo miré y a mis pies tenía el cartel de Hollywood. Era todo precioso, la ciudad estaba llena de luz y de vida, la noche estaba estrellada y preciosa.

—Me recuerda a un lugar de Hayron que tiene mucho significado para mí, pero sin duda este lugar es precioso—dije mientras recordaba aquel bosque de la otra ciudad en la que tantas cosas ocurrieron...

—Vas a pasar aquí el mejor año de tu vida.

—¡¿Qué?!—dije confusa.

—Lo que oyes, estás contratada Olivia, al parecer a Adam le gustó mucho tu actuación, serás la nueva Dina Harper.

Yo empecé a dar saltos de alegría, no podía creer que esto me estuviese ocurriendo a mí, a Olivia Shields, a una persona que llevaba escrita la palabra desgraciada en su nombre. Estaba tan emocionada que corrí hasta Nick y lo abracé lo más fuerte que pude en aquel momento.

—Gracias, gracias, gracias—exclamé abrazándolo y dándole sin querer un beso por la emoción—Lo siento—me aparté deprisa de la vergüenza que recorría mi cuerpo.

—Oh, no pasa nada—noté como sus mejillas se ruborizaron al instante.

Mi vista quedó puesta en la ciudad y luego en el cielo, observando cada estrella—¡Seré la próxima Dina Harper!, no me lo puedo creer, siento que su historia es muy interesante y que protagonizar esta película será todo un reto para mí—miré hacia Nick—¿Y tú? ¿Qué personaje interpretas?

–A Mike.

Me quedé en shock al escucharle, Mike y Dina tenían un romance en la película por lo que pude observar en la hora del casting, así que Nick y yo compartiríamos muchos momentos.

—Me alegra que seas Mike, al menos ya te conozco, será todo mucho más fácil.

Me senté en el suelo en aquel momento y me quedé mirando hacia el cielo. Nick se sentó a mi lado y yo cerré los ojos teniendo aún mi cabeza apuntando hacia arriba.

—¿En qué piensas?

—¿Hace falta pensar en algo? Sólo estoy disfrutando de la paz, de la tranquilidad de este lugar, ya era hora de encontrar por fin un momento de calma, mi vida últimamente ha sido muy estresante.

—Pues no pienses en ello, solamente déjate llevar por los momentos, déjate llevar por el ahora.

—Lo sé, por eso estoy aquí, por eso dije que sí finalmente al casting, no puedo vivir toda mi vida como antes, debo seguir como sea, avanzar de alguna manera.

—Eres perfecta te mire por donde te mire, no debes deprimirte por nada y mucho menos por nadie—él me agarró el rostro desde la barbilla para tener que mirarlo directamente a sus ojos—Mírame—dijo—Eres perfecta—susurró.

Nos quedamos mirando la ciudad y las estrellas hasta que se hizo totalmente de noche para luego dirigirnos hasta el restaurante donde Becca y Lily nos estaban esperando.

—Wow, ¿porque todo es tan lujoso?

—Cariño, soy Nick White, literalmente toda California me conoce, y no es por presumir, pero...tengo mucho más de lo que la gente cree, simplemente intento ayudar a todas las personas que puedo e intento ser una persona normal dentro de lo que cabe.

—Ya veo, este lugar es literalmente de ensueño.

—Algunos caprichos habrá que darse, disfrutar un poco nunca viene mal, además, tienes que disfrutar lo que queda de semana porque ellas se irán y tú te quedas... ¿cómo se lo dirás? —preguntó directo.




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