Ha pasado al rededor de una semana desde que Yoongi inició con sus "clases de ligar" para Jimin. Todos los días, después de clases, ellos dos iban a la cafetería favorita del mayor. Siempre con los mismos pedidos; frappé de vainilla para Yoongi y un capuchino con ralladura de chocolate en su espuma para Jimin. Yoongi aprovechó este tiempo para deleitarse con la exuberante actitud del menor, conociéndolo más, volviéndose su... Amigo... Y a pesar de que ese término no le gusta mucho a Yoongi, tenía que aceptarlo, pues Jimin es hetero, ¿Cómo se va a fijar en un chico gay y fudanshi como él?, Exacto, no podía.Hoy, de hecho, era el último día de "ensayo" para la cita que va a tener Jimin ese mismo día, en la noche.
—ok, ¿Qué le vas a decir primero?
—que se ve muy hermosa, aunque... Ella siempre lo es... —susurró lo último, un poco apenado.
—sí... —murmuró triste el mayor.— ¿A dónde la llevarás?
—a un mirador y después a mi casa.
—¿Y qué van a hacer ahí?
—en el mirador quiero mostrarle algunas constelaciones, como cuando éramos niños... Y mirábamos las estrellas... Después la llevaré a mi casa, dónde le haré una exquisita cena.
—y... ¿Qué le vas a decir?... —la voz de Yoongi salió en un tono muy bajo, pero Jimin lo ignoró.
—Lo mucho que la amo y que si me pudiera dar una oportunidad para estar con ella... —dijo aquello mientras que jugaba con sus dedos.
—perfecto... —aquello salió en un hilo de voz por parte del mayor, le dolía, le dolía el hecho de que Jimin se fijara en Yoojung y no en él. Le dolía saber lo que va a pasar, no quería ver a Jimin destrozado, pues parece que es alguien muy fácil de romper, y no quiere decir que sea débil... Sino, frágil para su persona. Le duele tanto saber que por no ser una hermosa chica pelinegra de nombre "Yoojung" nunca podrá estar al lado de Jimin como algo más que sólo ser amigos. Y también se odiaba por ello. Él tenía tres reglas para que le gustara una persona; uno, no tiene que ser hetero, obvio. Dos; no puede estar en el salón de alguno de sus amigos, pues sólo lo molestarían mucho, y tres, que esté guapo con excelentes gustos, duhh. Pero aquellas reglas fueron rotas (exceptuando la última) en el momento en que conoció a Jimin.— creo que ya deberías irte... Se te hará tarde para tu cita... Con Yoojung...
—¡Oh!, Es verdad, ¡Muchas gracias, hyung! —se acercó para abrazar fuertemente a Yoongi, provocando inmensas ganas de querer llorar en el mayor.— se lo recompensaré algún día, ¡Lo prometo! —se separó y se levantó del banco en el que estaban sentados.— ¡Adiós!, ¡Deséame suerte! —y por fin salió corriendo del lugar. El mayor lo siguió con la mirada con una sonrisa triste y forzada en su rostro. Yoongi no quería, pero lo hizo, ayudó al niño de sus sueños a querer conquistar a una chica. Eres grande Yoongi. Cuando la figura del menor ya no pudo ser visible, Yoongi dejó de sonreír y apoyó su cabeza contra la barra en la que aún estaba su frappé y el capuchino que no se había terminado Jimin.
—ya se fue tu novio. —una voz dulce se escuchó, junto con una mano ajena que se posó en su hombro, dando pequeños golpecitos. Yoongi alzó su rostro, encontrándose con el de Jin, quien lo miraba preocupado.— ¿Estuviste llorando?Yoongi, un poco avergonzado, se limpió las pequeñas lágrimas que habían salido en cuanto Jimin se fue, era curioso, ni siquiera se había dado cuenta de ello.
—¿Qué importa?... —dijo, con la voz quebradiza, ¡Dios!, ¿Qué tanto le afectaba esto?
—¿Uh?, Pero... ¿Por qué? —dijo el mayor, ahora sentándose en una de las bancas que estaba al lado del menor, la cual fue desocupada hace poco por el rubio.— ¿Pelearon acaso?, Es normal en las pareja-...
—él no es mi novio... —dijo, interrumpiendo al mayor, quien ahora lo veía sorprendido.
—¿Terminaron?, Tenemos algunos pasteles para que puedan hace-...
—Jin... Él y yo nunca fuimos novios... Y... Nunca lo seremos... —comentó cabizbajo, volviendo a apoyar su rostro contra la barra. Pequeños sollozos se escuchaban.
—¡Oh!... Vamos, Yoongi... No te sientas mal, hay muchas personas en este mundo que de seguro querrían estar contigo.
—¡Pero yo lo quiero a él!... S-sólo... L-lo q-quiero a él... —su voz se escuchaba ahogada y quebradiza, varios sonidos de Yoongi sorbiendo su nariz se oían.
—Yo... No sé qué decir...
—n-no digas n-nada... S-sólo d-déjame aquí... S-solo...El mayor chasqueó la lengua y después se paró de su asiento, se fue, dejando solo a Yoongi, como lo había pedido. Pero Kim Seok-Jin obviamente que no lo iba a dejar así, mejor fue a realizar una llamada con alguien que de seguro podría saber qué hacer con él.
—•⨳•—
Eran ya las 7:30 de la tarde. Jimin estaba esperando por Yoojung afuera de su casa, pues la había invitado a salir hace dos días atrás. Yoojung salió, vestida con una blusa negra con una falda de mezclilla, sus labios rojos y al parecer se había puesto unas mechas moradas. Perfecta, diría Jimin. Le dijo que no sería nada formal, que viniera vestida casual.
—Hola... —saludó Yoojung, un poco cabizbaja. Ya desde hace varios días que está así, pero Jimin por más que le pregunta qué sucede, nomas no da con respuesta.
—¡Hola!, ¡Oh!... Te ves realmente adorable hoy...
—gracias... ¿Nos vamos?
—c-claro... —abrió la puerta del copiloto de su auto, dándole la entrada a Yoojung, como todo un caballero. Jimin se adentró al auto y después lo echó andar. Decidió que primero cenarían, y después podrían ya ir al mirador, quería que su pedida fuera algo especial.Llegando a la casa, Jimin le abrió nuevamente la puerta a Yoojung, ella se bajó con delicadeza ya después entraron a la casa. Olía bastante bien, debía admitir la pelinegra. Se dirigieron a la mesa que ya estaba decorada y lista, Yoojung se sorprendió por lo hermoso que se veía todo.
Editado: 07.03.2021