Fudanshi ❈ Ym

024

°•.·¡PÚDRETE!·.•°.

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El pelirrubio despertó de golpe, alarmando así a las personas que rondaban por ahí. De pronto un fuerte dolor en su cabeza lo hizo volver a recostarse.

—¿Q-qué me pasó?... ¿Dónde estoy? —susurró, tocándose la frente con su mano y acarició sus sienes.

Una enfermera se acercó enseguida para revisar su estado.

—estás en el hospital, tuviste un accidente en el que te golpeaste en la cabeza y ahora estás en recuperación. —habló la enfermera, tocando delicadamente su nuca.— ¿Duele?

—u-un poco...

La enfermera asintió y se fue de ahí sin nada más qué decir. Entonces la puerta fue nuevamente abierta, siendo posible ver a un chico peligris, acercándose inmediatamente hacia él.

—¡Jiminie! —llamó emocionado el pálido, tomando la mano del rubio, haciéndolo sonrojar.— te extrañé mucho... ¿Cómo te sientes?, ¿Ya estás mejor?, ¿Las enfermeras te trataron bien?, ¿Ya comiste?, ¿Haz estado durmiendo bien?

Tantas preguntas de las cuales no pudo contestar enseguida por la velocidad en que las decía el mayor.

—a-ah... E-estoy b-bien... —tartamudeó el menor, siendo capaz de contestar solamente esa pregunta.— m-me alegro de que esté aquí, Yoongi hyung... —susurró con las mejillas sonrojadas, agachando un poco la cabeza.

El mayor sonrió ante la forma tierna en la que había hablado el menor, besó los nudillos del dorso de la mano de Jimin, haciéndolo colorar más.

—de hecho... Los chicos están aquí también... Al igual que tu hermana... Mierda, no sabes cuánto he estado esperando a que despertaras... —susurró el mayor, apegando su frente al hombro del menor.

Aquello hizo confundir un poco a Jimin, ¿Cuánto tiempo había pasado desde que quedó inconsciente?. Un gran miedo inundó cada parte de su ser, ¿Y si fueron semanas?, ¿Meses?, ¿En qué año estaba?, ¡¿Cuántas cosas han pasado desd-...

—fueron los dos días más largos de mi vida... —murmuró Yoongi, quitándole un gran peso de encima al menor, logrando respirar tranquilo. Soltó una pequeña risa, acariciando la espalda del peligris.

—sólo fueron dos días sin mí molestándolo... ¿Qué hay de malo en eso? —preguntó divertido, y no pudo retener una carcajada al ver el rostro molesto del mayor, haciendo un puchero con sus cejas fruncidas y cruzándose de brazos. Era realmente lindo.

—pero fueron eternos... –masculló.– además... —relajó su expresión, acercándose nuevamente al pelirrubio, sentándose a un lado de él.— no me molestas... Y-ya te dije que me gustas... Y...

—oh, hyung... —sonrió enternecido, acercando su mano izquierda para acariciar una de las mejillas del mayor. Estaba siendo completamente tierno en este momento.— usted es tan lindo... —volvió a reír, después abrazó a su hyung, aspirando su aroma, ese fuerte aroma varonil de algún perfume de marca.

Precisamente en ese momento la puerta fue nuevamente abierta, pero de una manera bastante... ¿Torpe?, Pues aquellos dos jóvenes enamorados sólo pudieron dar un respingo cuando vieron caer desde la puerta cinco chicos y cuatro chicas.

Un gran golpe se escuchó, alarmando al personal de ahí. Una enfermera se acercó, regañando a todos aquellos chicos que hace unos momentos estaban peleando sobre quién entrará primero, y como no se pusieron de acuerdo, empezaron a empujarse y abrieron la puerta, cayendo todos juntos al piso.

—¿Qué carajos estaban haciendo, idiotas? —gruñó Yoongi por haber interrumpido aquél mágico momento que estaba teniendo con el pelirrubio.— ¿Uh?, ¿Yoojung, Doyeon, qué hacen aquí? —preguntó confundido, mirando como las mencionadas se levantaban lentamente del suelo, junto con los demás. 

—a-ah... —quiso hablar la de mechones morados, pero lo único que logró es tartamudear.— e-es q-que...

—quisimos venir para ver cómo se encontraba Jimin —aclaró Doyeon, apoyando así a su novia.— y... También queríamos pedir perdón...

—ustedes no se merecen el perdón de este dulce niño —habló con un tono duro y serio.— ¡NO SE MERECEN NI SIQUIERA VERLO EN TODA SU VIDA!, ¡USTEDES MALNACIDAS, HIJAS DE-... —pero antes de que Yoongi pudiera maldecir a aquellas chicas gritando a los cuatro vientos, Jimin lo detuvo tomándolo del hombro, carraspeando su garganta para que parase.

—hyung... —susurró frunciendo sus cejas, y de inmediato Yoongi calló, agachando un poco la cabeza.

—¡Pásame la receta! —pidió sorprendido Taehyung al ver la manera en la que Jimin podía controlar a Yoongi. Pero en cambio se ganó una fría y enfurecida cara del mayor.— a-ah... ¡Jungkook! —chilló para ir a los brazos de su novio, siendo acogido rápidamente.

—como sea... —prosiguió Jimin.— no importa, chicas —dijo mirándolas con una sonrisa dibujada en sus labios.— están perdonadas, ya no quedan rencores entre nosotros.

—¡¿D-de verdad?! —preguntó feliz Yoojung, con las lágrimas casi que saliendo.— ¡Oh, gracias, Jimin! —se acercó a el rubio, abrazándolo fuertemente, recibiendo caricias en su cabello por parte del contrario.

—heyy, espacio... —susurraron tanto Doyeon como Yoongi, el peligris apartando un poco al rubio y la castaña apartando a la pelinegra con mechones morados.

Rieron un poco por la actitud de aquellos dos, después Namjoon se acercó para hablar con Jimin.

—Eyy, ¿Ya estás mejor? —preguntó, sonriéndole cálidamente al menor, dejando ver sus adorables hoyuelos que tanto hacían suspirar a varias chicas del instituto, incluyendo a varios chicos, y obviamente que a Jin también le arrebataba el aliento.

—claro, hyung... Uh... ¿Qué día es hoy?

—es viernes, y hemos decidido ir a cenar todos juntos, ¿Te parece? —habló Hoseok.



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En el texto hay: kookv, yoonmin, namjin

Editado: 07.03.2021

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