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El camino de regreso a casa fue muy tranquilo, para nada silencioso, pues a cada rato el mayor hacía alguna broma a lo que el menor correspondía con una sonora carcajada.

Sus manos se veían tan hermosas entrelazadas. Las personas que pasaban a su lado se les quedaban viendo de una manera extraña, pero no les importaba. Nada les podía importar estando ellos dos juntos.

Es que todo era tan maravilloso, primero a Jimin le dieron de alta, después fue invitado a cenar con el chico más maravilloso del planeta (y con sus amigos, pero no importan ahora). Quizás no fue tan agradable el momento en el que tuvieron que regresar a casa cuando aquellos imbéciles estaban tan borrachos que hasta lastimaron la ceja de su Yoonie, pero cuando escaparon, al lago en donde oficialmente se convirtieron en novios, todo eso hizo valer la pena.

Y no le queda nada más qué decir que gracias. Un gracias por la espléndida noche que le hizo pasar el mayor. ¿Pero cómo puede agradecerlo? No cree que sea justo el que se lo exprese con palabras, porque no hace falta... ¿Pero y si lo expresa con acciones?.

—Y-Yoongi...

—¿Sí?

—vamos a mi casa...

La verdad no está muy seguro de poder hacerlo, pero tratará.

El peligris casi se atraganta con el helado que había comprado tiempo atrás. Vainilla, como siempre.

"Hoy co- ¡CÁLMATE!"

—y... ¿Qué hay de los demás? Creo que se están matando ahora mismo...

—de seguro ya están muertos... —se burló el pelirrubio, haciendo reír al mayor.— n-no es verdad... —quiso tratar de no reírse, pero fue imposible. Después se tranquilizaron y siguieron su camino.— pero... D-debo ir a casa... N-no sé si...

—recuerda que puedes quedarte las veces que quieras en la... —paró su caminar y alzó sus manos cuando ya se había acabado su helado, haciendo el gesto de comillas— ..."mansión Bangtan", eres bienvenido cuando gustes. —guiñó un ojo, haciendo sonrojar al menor.

—e-está bien... P-pero quiero ir a casa...

—de acuerdo...

Y así continuaron su caminar hasta la casa del rubio, ¿Qué podría salir mal con los demás?...

—•⨳•—

—¡¿QUIERE PELEA, NEGRO?! —gritó el azabache, poniéndose en posición de luchador.

—¡ÓRALE PUES, RATA! —retó el moreno.

—¡Shhhh!, ¡Ya va a comenzar la novela! —regañó Seokjin, poniendo el canal en donde pasan la novela.

—¿Cuál?, ¿Mi poderosísima Guadalupe? —habló nuevamente Jungkook.

—claro de que sí , ¿cómo de que no? —respondió Hoseok, hablando en español.

—¡No sé qué dijo pero miente! —reprendió Taehyung.

—¡EL VATO DE LA BICI! ¡AHHHHHHHH! —gritó Rosé al ver al famosísimo "tipo de la bici".

Sí... No hay nada de qué preocuparse en la "mansión Bangtan", al parecer todos están bien... Siguen borrachos, pero bien.

—•⨳•—

Llegaron al umbral de la puerta del apartamento de Jimin. El menor estaba muy nervioso, nunca pensó que ese momento podría llegar tan rápido, pero igual lo intentará, después de todo... Yoongi siempre estuvo ahí para él, ya es hora de su recompensa, ¿No?.

Se miraron a los ojos antes de entrar, el menor estaba extremadamente nervioso, ¿Y si lo hace mal?, ¿Qué tal si es la peor experiencia para el mayor? ¡No!, Él no debe pensar en eso ahora mismo.

—Y-Yoongi... —nombró en un suspiro, se sentía tan bendecido por tener a ese hermoso hombre como novio. Hasta se escucha extraño... ¿Jimin con novio? Muy probablemente su padre no estaría muy contento ahora mismo, pero no está, así que no importa.

—¿Sí? —su voz era muy tranquila. Él claramente podía notar el nerviosismo en su lindo y querido novio, pero no quería hacérselo reconocer para que no se alterara más.

—y-yo... —respiró hondo, selló sus labios y mejor decidió abrir la puerta de una vez por todas.

Al pasar, Jimin cerró la puerta detrás de él. Se quedó quieto, esperando a que el mayor hiciera algo, porque él era demasiado cobarde como para dar el primer paso.

—Jimin... —entonces la voz ronca del peligris acarició suavemente el oído del menor, arrullándolo, sintiéndose más cómodo. Más tranquilo entre sus brazos que ya lo habían tomado por la cintura.— ¿Estás seguro... ?

Tragó saliva, antes de hablar.

—muy seguro...

Se dio la vuelta para encarar a su novio, éste se acercó para besar esos esponjosos y dulces labios.

Comenzó con un lento y tranquilo beso, pero las ganas de sentir el cuerpo del otro aumentaban, conforme con la velocidad de los exquisitos besos que ahora parecía que se quisieran devorar las bocas. Una lucha de lenguas comenzó, saboreando toda la cavidad bucal del contrario. 

—ah~ h-hyung... ~ —gimió el menor en la boca del mayor al sentir una mano ajena recorriendo su cintura, tomándola con posesión, acercándolo más hacia la gran erección que se le estaba formando al peligris por tener a un novio tan sexy como lo es Jimin. Bajó su mano un poco más, apretando su trasero.— mhg~

—vamos a tu habitación... —susurró con una voz ronca Yoongi, poniendo más a Jimin. Éste asintió y entonces fue cargado por el mayor, llevándolo hacia el lugar antes mencionado.

Al llegar, Yoongi pateó la puerta, después dejando a Jimin en la cama, subiéndose encima de él, sin aplastarlo. Continuó besándolo mientras que se despojaba de sus prendas lentamente, el contrario hacia lo mismo.

Hasta que sólo faltaba una sola cosa. El bóxer del rubio. 

Jimin estaba ardiendo de su rostro, nunca había presenciado el cuerpo de un hombre desnudo, (él posando al espejo no cuenta) y se veía tan jodidamente caliente. Bien podía montársele ahí mismo él solo, pero debe contar que le dolería mucho.

—h-hyung...~ —gimió desesperado, sacudiendo sus caderas con impaciencia. Quería sentirlo de una puta vez, quería saber lo que es ser penetrado... Pero no por cualquier pene, sino uno muy grande y grueso, como pudo ver.