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—¡No!, ¡me niego! — grito tapándome los oídos para no seguir escuchando.

—¿¡Que clase de hija no ayuda a su madre!? — pregunta mama haciendose la víctima. 

—Muy bien lo puede hacer Ricardo — señalo a Ricardo quien esta jugando quien sabe que en su celular. 

—El esta en la universidad, no puedo ponerle mas trabajo — excusa mama a Ricardo mientras se cruza de brazos victimosamente. 

—Pero mama, mañana Darwin Lester va a ortografíar libros en la plaza — digo cruzándome de brazos al igual que ella.

—¿Que es mas importante?, ¿yo o tu estúpido famoso? — pregunta mama esperando una respuesta positiva 

—Mi estúpido famoso, claro — respondo haciendo enfadar a mama aun mas.

—¡Me canse!, vas a ir a ese cumpleaños quieras o no y si no vas venderé todos tus libros 

Mama desaparece de la sala antes de que pueda reprochar dejándome dando pataletas en la sala.

—Que llorona — dice Ricardo después de que mama se fuera y que quedemos solos 

—Tu callate.

Subo las escaleras dando patadas a cada escalón hasta llegar a mi habitación y tirarme en la cama.

—Algun día me iré de aquí — murmuró mientras miro el techo de mi habitación.

Se preguntaran, ¿porque tanto drama por un cumpleaños?

Pues verán, no sólo asistire a un estúpido cumpleaños de un niño de 7 años, sino que yo seré el payaso que distraera a los niños en un show

Mama me contrato con una señora para ser el payaso del cumpleaños.

Y todo eso...

¡Sin preguntarme! 

Esto es el colmo. 

¡Tengo que irme de esta casa lo antes posible antes de que me pongan de barrenderas de calles! 

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—Hey, hasme una girafa — dice una niña haciendo ojitos.

—¡Tks!, azlo tu misma — le tiro un globo a la niña.

La niña me saca el dedo y se va llorando antes de que pueda insultarla.

—Estupida niña — murmuro bufando.

—¿Deberia de tomarte una foto Emm? — pregunta Ronnie sacando unas risitas.

—No, claro que no — respondo dando obviedad.

—Ya es tarde, ya la saque — dice Ron seguido de mi frase.

—¿¡Que!? — digo seguido intento quitarle la cámara en vano ya que Ron escapa de mi alejándose un poco. — Cobarde 

Este traje de payaso me estaba picando demasiado, en especial la peluca, ¿quien demonios se pone tantos colores en la cabeza?, digo, no somos el arco iris.

Odio este trabajo.

—Emma...

—¿Que? — me volteo hacia dicha voz que me parece reconocida. — ¿Sra. Piterson?, ¿sucede algo? 

Ella es la mama del cumpleañero.

—Los niños me están hablando mal de ti — dice la Sra. Piterson nerviosa de decirme algo.

—¿En serio? — digo 

—Si y quería preguntarte, ¿si tuviste un mal dia?

—Algo parecido.

—Entonces fuera de la fiesta — dice la Sra. Piterson fría 

—¿Que?, no, no, si dejo este trabajo mama me va a matar Sra. Piterson, deme otra oportunidad — digo en plegaria 

—No, lo siento, adiós 

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—Demonios — digo dando una patada al suelo.

Esta es la décima vez en dos semanas que pierdo pequeños trabajos como estos, me siento decepcionante. 

—¿Y como te fue? — pregunta Ron acercándose a mi.

—Si hubieras estado conmigo sabrías que paso — digo recordando el hecho de que simplemente se fue y me dejo sola.

—Vi unos chicos super lindos afuera — dice Ron como excusa.

—Me despidieron, eso paso 

—¿Tu mama no te va a matar? 

—Espero que no.

[•••] 

—Ya llegue — aviso llegando.

¿No hay nadie?, ¿porque hay tanto silencio? 

Supongo que mama debió de haber salido y Ricardo también, bueno podría escapar dejando una nota en el refrigerador ¿no?, digo no es tan cobarde que digamos ¿verdad?.

Subo las escaleras para cambiarme de ropa, el sol esta muy caliente y sude demasiado como para...

¿Que es eso?, ese sonido

Oh no, no me digas que...

Subo aun mas rápido las escaleras haciendo mis pasos sonar contra la madera de las escaleras, la habitación de mama estaba al lado de la de Ricardo y la mía por suerte.

Espera, ¿son gemidos?, ¿de mi habitación?

Abro la puerta rápidamente y me encuentro con lo inesperado, lo terrorífico, lo traumante.

Mi mama fornicando en mi cama con un hombre regordete.

—No puede ser — digo tapandome la boca y llamando la atención de los dos.

Los dos me miran con los ojos de platos y aprovechó que están pegados para salir corriendo de aquel lugar.

Bajo las escaleras rápidamente y tomo las llaves.

—¡Emma espera! — escucho los gritos de mama mientras baja las escaleras 

—No volveré a dormir en mi habitación 

Y diciendo esto salgo de casa corriendo a sabrá Dios donde.

Cuando estoy segura de que estoy lejos de casa, me paro en mis rodillas a descansar, ni siquiera en clase de Educación Física corro tanto.

Tomo una gran bocanada de aire y en este momento pienso en donde demonios dormire, mañana tengo clases y no tengp mi mochila o cuadernos.

Estoy jodida.

Pero esta jodida no tiene pensado ir a esa casa y de paso dormir en mi cama sabiendo que dos personas pecaron allí. 

Los bolsillos de mis pantalones holgados vibran una y otra vez llamando mi atención.

Había olvidado que tenia mi teléfono en mi pantalón

¿La abuela me escribió?

TRONCHATORO: 

Nieta comprame unos medicamentos 

Tks, odio comprar medicamentos.

El telefono vuelve a vibrar.

TRONCHATORO:

Mas te vale haberme cambiado el nombre.

💡

Tengo una idea.

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Oprimo el timbre de la puerta, este suena y después de un minuto exactamente abren la puerta.

—Oh, creí que eras Robert — dice la abuela desinteresada de mi presencia. 

—Toma tus medicinas — digo estirando mi brazo hacia ella.

La abuela las toma mientras me agradece, hace señal de cerrar la puerta pero le detengo metiendo medio pie a la casa.