¡fuera de mi casa!

2

—Levantate 

Mis ojos poco a poco empiezan a abrirse soñolientos, la imagen de lo que parece ser un ángel llena mi vista, cabello blanco, algunas arrugas y expresión enojada. 

Espera, ¿enojada? 

—¿No me has escuchado malcriada? 

Y ahí es donde me doy cuenta de que los ángeles nunca están de mi parte así que no pueden aparecerme, cuando pienso hablar para decir 'ya me levanto' mi visión se topa con un color marron parecido a un palo y después de ahí pierdo mi estúpida conciencia.

Sin duda mi abuela...

😇😇😇😇😇😇😇😇😇😇😇😇😇😇😇😇😇😇😇😇😇😇

[•••] 

Corro ha casa rápido antes de que la abuela me de otro bastonazo, desafortunadamente tenia que regresar a casa a ponerme el uniforme y buscar mi mochila para las clases.

No quiero regresar a casa porque se que ahí va a estar mama esperándome para darme un sermón y para "aclarar las cosas" y probablemente va a estar el hombre con el que estaban fornicando en mi cama, osea, en mi cama.

¿¡Porque demonios en mi cama!? 

Toco el timbre y seguido me acercó rápidamente a la ventana que raramente tiene las cortinas medio abiertas, veo a Ricardo bajar las escaleras mientras sonríe viendo el teléfono. 

¿Porque sonríe? 

¿Porque mi hermano tiene que ser mas guapo que yo? 

Dios sin duda tiene favoritos. 

La puerta se abre y me acercó a la puerta donde un Ricardo sin camisa me dedica una mirada de '¿Quien eres tu?'.

—¿Te conozco? — pregunta Ricardo ganándose una mirada fulminante de parte mía 

—Solo dejame pasar — me cruzo de brazos mientras mi mirada vieja detrás de él.

¿Eso es una blusa de mujer?.

Oh no.

—¿Tienes una chica en casa? — preguntó boquiabierta mienttas mis ojos se abren como platos 

—¿Que?, no, claro que no — niega él acompañado de negadas con la cabeza.

Sonrio burlonamente, si mi teoría de que mi querido hermano mas querido por mi madre tiene a una chica en casa y que pecaron espero no en mi cuarto como mama, es cierta tendré como chantajearlo hasta el final de sus días. 

—¿En serio?, ¿entonces porque no me dejas pasar? — preguntó retadora mientras le doy mas miradas al fondo el cual intenta tapar con su cuerpo.

—¿Donde pasaste la noche ayer? — pregunta el intentando cambiar de tema.

—Donde la abuela, ¿y tu?, seguro pasaste una buena noche — amplíe mi sonrisa maliciosa y victoriosa porque sabia muy bien que adentro había una chica y que probablemente pecaron ayer.

—La pase bien, como una persona normal lo haría — responde Ricardo sonando "tranquilo" 

—Admite que tienes una chica en casa y que esta en tu habitación 

—Corrección, esta en tu habitación 

—¿¡Que!? 

Empujó a Ricardo entrando en la casa, seguido subo las escaleras hacia mi habitación. 

—¡Espera, esta...!

Abro la puerto y encuentro en efecto a una chica cubierta por sabanas y una mirada de pánico hacia mi. 

—¡Si seras un...! 

—No la iba a meter en mi cuarto 

—¡Eres un estúpido! — le grito a Ricardo 

—Espera, ¿ella es tu novia? — pregunta la chica en la cama llamando la atención de los dos.

—No y... — me acerco a la punta de mi cama y sacó mi dedo índice para señalarla —...¡fuera de mi cama! 

—Oye espera...

—¡Ya!, o te arrancare esas greñas de perra que tienes — amenace enojada mientras fruncía mis cejas y mis latidos se hacían grandes. 

Ricardo habia sobrepasado todo.

Absolutamente todo.

La chica no me hacia  caso, en vez de eso miraba a Ricardo en busca de auxilio, no alcanzaba a ver a Ricardo porque estaba detras de mi, pero a juzgar por la expresión de la chica Ricardo no le pensaba ayudar, parecía triste y deprimida. 

—Escucha... — me llevó mis dedos a la coronilla de mi nariz para seguir hablando. 

De verdad me estaba sintiendo mal de como le estaba hablando y su deprimencia hacia Ricardo no ayudaba mucho.

—No, ya me voy — dice la chica pasando sus piernas hacia la orilla de la cama.

—¡No, espera! — grito antes de que se pare con mi sabana.

La chica me mira deprimida y con una gota de esperanza, por lo que veo la ropa esta rota y por toda mi habitación, por lo que supongo que no tiene nada de ropa para salir. 

—Si quieres te presto ropa — digo mientras me arreglo mi pelo desordenadamente frustrada. 

La chica sonríe tristemente mientras asiente.

🤓🤓🤓🤓🤓🤓🤓🤓🤓🤓🤓🤓🤓🤓🤓🤓🤓🤓🤓🤓🤓🤓

[•••] 

—Gracias por prestarme ropa — agradece la chica fingiendo una sonrisa en sus labios. 

Le había prestado una camisa larga con diseño de la pantera rosa y de fondo rosado pastel, unos pantalones holgados negros y unos tenis blancos sin diseños. 

Para ser ropa simple le quedaba bien y la hacia ver como una niña tierna. 

Espero que viva cerca y no lejos para modelar esa ropa. 

—No hay de que, solo no vuelvan a pecar en mi cama — digo un tanto divertida mientras asomo una pequeña sonrisa.

—Tranquila, esta sera la última vez que me verse, supongo — dice ella dando unas miradas detrás de mi donde probablemenre esta Ricardo siendo espectante.— bueno, adiós 

Me despido de ella con la mano seguido la veo irse, cierro la puerta y me doy vuelta mirando a Ricardo. 

—El angelito de la casa le decían — bufo mientras me cruzó de brazos. 

—Oye...

—Me largo a clase.

Paso por su lado subiendo las escaleras.

De esta no te libras Ricardo.

Afortunadamente mama no esta casa y no tendré que recibir el sermón ahora.

Puedo aprovechar para empacar e irme a la casa de la abuela. 

Si eso haré. 

[•••] 

—Listo — digo mientras contempló el desorden que he hecho en mi maleta de vieje con la mayoría de mi ropa.

¡Demonios! 

Tendré que organizar esto mejor.

Escuchó toquecitos en la puerta, probablemente sea mi querido pero estúpido hermano Ricardo, así que decido ignorar los golpecitos y enfocarme en organizar bien la maleta. 

—Hey, si no me dejas entrar la abrire a la fuerza — dice Ricardo detrás de la puerta con voz amenazante.



#12350 en Otros
#1967 en Humor

En el texto hay: juvenil, amor, vecinos

Editado: 30.11.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.