2. Aslan

¿Salvar a la pequeña princesa? ¿Pues a qué mundo me mandó? Pase de ver negro a ver azul, Vi árboles, un gran castillo que vagamente me recordaba a Hogwarts.

Aunque mi atención se dirigió a las manchas que peleaban, tres grandes estaban juntas y una de las manchas se separó. ¿Quizás ella sería la pequeña princesa?

Definitivamente tiene que ser ella, se está viendo rodeada de muchas personas que no creo que quieran darle un abrazo. Use mi magia para hacerme invisible momentáneamente y me transporte, la tome de la cintura y lance un pulso de magia que mando a volar todos los que estaban atacando a los cuatro chicos y ¿Sus aliados?.

Aprovechando la distracción, dirigí mi atención a ella y murmuré:

—Voy a dejarte en una burbuja especial que te mantendrá a salvó, ¿De acuerdo?

—Si—Parece que está un poco en shock, aunque no me extraña, probablemente no esperas que te salve un extraño por la mañana. Volteé a ver a los que estaban intentando dañarlos.

—¡¿Quién eres tú?!—creo que es un centauro.

—Su peor pesadilla—entonces escuché jadeos. Mi magia debía sentirse muy pesada para ellos, use mis manos para empezar a levitarlos y lanzarlos en una montaña, no sin antes marearlos un poco para que puedan atarlos o lo que sea que hagan con ellos.

Si alguien se preguntaba por qué no los mate es por la pequeña princesa que estoy cuidando. Seré un maldito, pero no sé qué edad tiene y tengo la regla de mantener la imagen de protector, no de asesino, pues lo último que necesito es que los niños huyan.

Mientras bajaba a la pequeña sentí un filo en mi espalda pero decidí darle prioridad a ella.

—¿Estás bien?—hable transmitiendo tranquilidad, ella sonrió más tranquila.

—Si, gracias por ayudar, soy Lucy Pevensie.

¿Qué nombre doy? [Puedes dar el tuyo, el apellido no].

—Percy, un placer conocerte—la baje y está saludo atrás de mí. Voltee y ví a tres adolescentes más, dos chicos y una chica.

—Perdona a mis hermanos, ella es Susan.—le di una pequeña reverencia, Susan solo sonrió—El es Edmund—me tendió la mano y acepte le sonreí un poco, me recordó un poco a Harry y a mi padrino— y el es Peter.

Mire al que parecía el mayor, si mi habilidad sensorial no falla, el era el que me puso la espada cuando bajaba a Lucy, aunque bueno, es su hermana menor y yo salí de la nada.

—Soy Percy, ¿Uh?—mire hacia arriba y todos vimos a un León bajar.

—¡Aslan!—exclamaron los cuatro hermanos. Bueno, al menos ya se su nombre, después de que se saludarán Aslan volteo a verme.

—Tu jefa ya se comunicó conmigo y me pidió que te entregará esto—unas ardillas acercaron una esfera la cual tome.

La esfera tenía una nota: "te dije que te ayudaría a instalarte ¿No?, Eres un mago, no te extrañe que Aslan te trate algo frío, pero no te preocupes, no se atreverá a hacerte algo frente a los Pevensie (tu trabajo es protegerlos). Esta es la dirección de tu casa para practicar tu magia y eso, una foto para que te puedas aparecer.

Atte: Tu jefa, la que te mando a este lugar".

—Ya veo, no se preocupe, mi trabajo es protegerlos—señale a los hermanos, estos solo miraban de el león a mi.

—Lo se, los veo luego—y desapareció, guarde la esfera y la nota en un bolsillo con el encantamiento de expansión indetectable.

—Bueno, iré a instalar unas cosas en mi casa, si necesitan algo, digan mi nombre—y antes de aparecerme, Lucy me tomo de la muñeca.

—¿No te quedas a comer con nosotros?—oh no, me miró con los ojos de Cachorro.

—No quiero incomodar a tus hermanos Lucy—esta me arrastró y quede algo cerca de Peter.

—¿Puede quedarse? ¡Por favor!—Edmund y Susan miraron a Peter, okey, el es el mayor. Se rasco el cuello algo nervioso.

—No te preocupes, puedo ayudar a curar alguno de los heridos, reconstruir o reparar algo, está dentro de mis capacidades.

—¿Enserio?—me miró con curiosidad, bueno, al menos ya no es con duda.