Un ruido mecánico se entremezcla con pasos multitudinarios mientras una enorme compuerta se abre a través de poleas y luces enfocan el andar, revelando a cientos y cientos de robots bípedos, cuadrúpedos y detrás grandes animales de al menos dos metros de altura y cuernos que salen de su frente. Mientras avanzan, estas bestias arrastran carros para guardar minerales.
El suelo es metálico y sobre sus cabezas, enormes paredes de roca y tierra hasta donde se alcanza a la vista.
De entre la multitud de humanoides mecánicos, una chica de al menos 15 años destaca del resto. Sus ojos rojos y expresión indiferente, pero a la vez que intranquila, cabello plateado, figura delgada pero atlética y vestida con una compleja gama de vestimentas para la ocasión, encapuchada, con botas para el frio y la sangre de algunas criaturas que actúa como corrosión, y una espada.
Junto a ella, un grupo de al menos 70 van vestidos de igual manera. Pero ella es la única que se encuentra confundida y mirando hacia todos los lados:
ZY-925: “¿Q-Que está pasando? ¿D-Donde estoy?” — se pregunta asustada e imágenes en su mente que la impactan sin parar hasta confundirla
Una vez atraviesan esa entrada, son atacados por varias criaturas con tentáculos, otras voladoras, otras con apariencia primitiva como si fueran primates pero el cinco veces más grandes, con dos pares de brazos, colmillos que sobresalen y fuerza incalculable.
Al ver esto, la chica trata de escapar al correr en dirección contraria de su grupo, pero la marea de robots que aún continúan entrando es demasiado y es empujada dentro de la mazmorra:
ZY-925: “¡Kyaaaaaaaahh! ¡¿Qué es esto?! ¡¿Qué hago aquí?” — grita, entrando en pánico
MO-025: “ZY-925, presta a atención o te aplastaran como a los demás del frente” — advierte el robot con apariencia humana
ZY-925: “¡Pero no sé qué hago aquí! ¿Por qué estoy con estos robots? ¿Qué está pasando?” — responde asustada
MO-025: “Estas bajo tu propio cuidado”
ZY-925: “¡No, espera no te vayas!” — grita, sin poder ser escuchada
MO-025 salta hacia una de las bestias con forma de gorila y en el camino es atravesado por otra criatura con forma de escorpión.
La escena es brutal, una batalla campal entre al menos una centena de criaturas gigantescas y un ejército de por lo menos mil robots de toda clase. Unos luchan para reducir la cantidad de monstruos y otros intentan extraer la mayor cantidad de recursos, pero la mayoría son destruidos en el proceso. Sin embargo, ZY-925 se queda perpleja ante lo inusual que es no escuchar alaridos de dolor, petición de ayuda o cualquier cosa que fuera humano:
ZY-925: “No se quejan, no lloran, no se asustan. ¿Qué está pasando aquí?” — sus manos tiemblan mientras observa como una de las bestias se acerca embistiendo a todo lo que se le cruza por el camino
Intenta correr hacia la puerta, sorteando a muchos robots que siguen su camino para cumplir con la misión. Una vez llega, golpea con la palma de su mano y luego con el puño para que le abran al grito de “¡Auxilio, ayúdenme por favor!”, sin éxito alguno.
En ese mundo las cosas funcionan de una manera muy cuestionable. La ciudad se llama Ergobia, una de las más industriales del mundo y la que mayor nivel de energía mágica necesita para su funcionamiento, por lo que la cantidad de trabajadores para las mazmorras deben ser diez veces más que la ciudad más poblada.
Ahora bien, el mayor problema es encontrar trabajadores que llenen la cuota y la cumplan, por lo que se descubrió que lo mejor es usar robots o droides para ello, y los humanos como manipuladores de su funcionamiento o mantenimiento.
Eso fue decretado por el Rey Lukasz Strophan XXIII, hace al menos ciento cuarenta años. Sin embargo, aun en ese mundo, los gobiernos siguen considerándose más que las personas y todo el poder se concentra en un pequeño grupo que deja las migajas a los menos indefensos.
Los ruegos y golpes de la chica no son escuchados, y ella cesa, aceptando su cruel destino a manos de la naturaleza de ese lugar, sin saber que está ocurriendo ni porque se encuentra allí.
Una lagrima cae de su ojo derecho, seguido por un leve zumbido en su cabeza que la desmaya…
15 horas después
Gotas de agua que caen desde el techo de tierra sobre el rostro de ZY-925, la despiertan abruptamente sin tener idea de donde se encuentra o que sucedió, solo ve los montones de chatarra y los cadáveres de aquellos monstruos que defendían su territorio:
ZY-925: “¿Heh? ¿Qué ha ocurrido aquí? no puedo recordar nada” — se toma de la cabeza y gime de dolor — “esta fuerte jaqueca”
En estado de shock y confusión, la chica corre hacia la puerta y una vez más intenta pedir socorro, hasta que unos guardias fuertemente armados y cubiertos de armaduras le abren, solo para apuntarle y gritarle violentamente que se eche para atrás:
ZY-925: “Esperen por favor” — levanta sus manos con expresión de temor
“Para atrás robot ¡ahora!” — amenaza con armas listas para disparar
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Editado: 25.10.2024