Daniel "DaniExtreme" era un influencer con un solo objetivo en la vida: volverse viral. No importaba el costo, la humillación o el riesgo; si el número de visualizaciones subía, valía la pena. Sus seguidores amaban su "contenido extremo": saltos desde azoteas, retos ridículos y prácticas que harían que cualquier madre rezara por su alma. Pero Dani quería más. Necesitaba el video definitivo.
Fue entonces cuando encontró su ópera prima: El Reto del Tren. La idea era sencilla y estúpida a partes iguales: quedarse en las vías del tren hasta el último segundo antes de saltar a un lado. "La adrenalina es vida, gente", dijo en su transmisión en vivo, mientras sonreía a la cámara. Sus seguidores, un enjambre de emojis y comentarios histéricos, lo animaban a seguir.
Con el tren acercándose a toda velocidad, Dani calculó el momento perfecto para saltar. Pero había un pequeño problema: no contó con que sus zapatillas de marca, recién compradas para la ocasión, tuvieran una suela tan nueva y resbaladiza que, al momento de impulsarse, su pie patinara como si estuviera en una pista de hielo.
El chat explotó con "WTF?", "Noooo", "Bro move!", pero la gravedad y la velocidad del tren fueron más rápidos que los reflejos de Dani. Corte a negro.
A la mañana siguiente, #RIPDaniExtreme era tendencia mundial. Su canal de YouTube triplicó sus suscriptores y la gente empezó a teorizar que todo había sido un montaje. Pero no lo era. Dani se convirtió en el único influencer que consiguió su viralidad definitiva a costa de su propia existencia.
Game Over.
Editado: 04.03.2025